Vips

Este Vips situado en el barrio de La Coma no tiene tienda, lo que considero una pena ya que me encanta curiosear entre las chorradas, revistas y libros que habitualmente llenan los locales de esta cadena. Sin embargo, uno puede tomarse algo a cualquier hora del día, que es lo que he hecho en al menos dos o tres ocasiones.
Allá por el Pleistoceno, cuando tenía pocos años, ir al Vips era algo digno de celebración. Aún no había muchos restaurantes de este tipo en Madrid y la pasta paja y heno del Gino’s o las tortitas con nata eran objeto de múltiples ovaciones infantiles. Luego el Vips cayó en desgracia por bajar su calidad ostensiblemente, eso y que la competencia se había multiplicado, igual que mi experiencia gastronómica, con lo que dejé de ir.
Sin embargo, el restaurante ha sabido levantarse de sus cenizas y cuenta hoy día con un menú discreto y bastante equilibrado en cuanto a calidad y precio. Los desayunos, por ejemplo, se han vuelto muy competitivos, presentando varias opciones a precios muy bajos. Así, ha acabado por ser un buen lugar al que ir para realizar la que dicen que es la comida más importante del día, que bien podría ser la merienda, ya que es una buena hora para acudir a este lugar. Sus sandwiches de estilo americano han vuelto a ser apetecibles y, además, cuentan con varios platos que llaman «sanos» o «bajos en calorías» para que nadie tenga excusas.
Este local en concreto es amplio y luminoso, bastante limpio, de fácil acceso y aparcamiento y, si le tuviera que poner alguna pega, seríà la de que tardan un poco en atenderte, pero sólo un poco.