This place was really delicious. No one spoke English and I *thought* I could speak Spanish sort of decently, but Nooooo. I found out in Spain that I cannot. Still, the owner/cook/bartender was very helpful, sweet, accommodating. I told him fish or vegetable and had a few small plates, each one as delicious or more so than the last. Good prices too! I found it in a guide book or on trip planner or something and it was worth the walk to find it. Had tapas a few places and this was one of the best. Super casual, go here for drinks and dinner before hitting the bars which go allllllll night.
Daniel H.
Évaluation du lieu : 4 Madrid
Otro barcito de tapas de mi barrio, cerca de la Puerta de Toledo en el que alguna vez hemos acabado tras ir al rastro. Está bien porque aunque queda cerca de la zona de propio rastro está lo suficientemente fuera(no mucho, pero sí para los que van a tiro hecho) para que no sea imposible de entrar como en los otros. Tapas interesantes y raciones a muy buen precio que han hecho que a veces nos demos por comido picoteando allí. La pareja que lo lleva encantadores.
Jose Vicente T.
Évaluation du lieu : 3 Madrid
Creo que durante mi época de periodista comí bocadillos en casi todos los bares de Madrid. Salía de currar tarde y si quería salir de juerga con los amigos no me quedaba más remedio que cenar un bocata y así ganar tiempo. Aquí vine más de una vez. Como está cerca de La Latina sin estar en todo el meollo, aparcaba por aquí cerca y me pedía el bocadillón de lomo con pimientos, que a veces me comía allí mismo y a veces en el coche repantingado. De todos los bocatas que comí yo creo que éste es uno de los mejores. ¡¡Y las cañas bien frías!
Ana L.
Évaluation du lieu : 5 Madrid
Este bar está situado en un punto estratégico, a dos pasos de La Latina, otros dos de Lavapiés y dos más de la Calle30, así que depende de qué cuerpo se tenga es el perfecto como primer bar para empezar una tarde perfecta, sea cual sea la que apetezca. Con la caña te ponen aceitunas o patatas que acompañan a otro pincho, depende del día tienen algo distinto, con lo que con dos cañas has merendado. Si se tiene más hambre, están muy buenas las baguettes y además su precio es inmejorable, 3,60 € la más cara de lomo con pimientos asados. Begoña y Javier son los dueños y son los que están al pie del cañón, tienen un trato muy cercano con los clientes, lo que le da al bar un ambiente muy familiar y, además, son muy profesionales, tiran las cañas como tiene que ser, con su espumita bien densa, y prefieren atender bien a los clientes que haya que abarcar mucho y despersonalizar el bar para convertirlo en un simple local. Las especialidades de la casa son los ahumados, las bravas, las rabas y, por supuesto, la tortilla de patata, que está para chuparse los dedos. Lo único es que la cocina cierra de 16h a 18h, pero vamos, como en cualquier bar familiar. Aparte, en verano cierran a las doce de la noche, una horita más para disfrutar de la terraza, que también ponen.