Hostal Blayet

Me voy a inventar un nuevo concepto, o mejor dicho voy a ampliar el de relación calidad-​precio hasta relación calidad-​precio-​servicio-​ubicación, que es en lo que para mí tiene cinco estrellas este sitio.
Cogimos una habitación en el hostal una sola noche para una escapada desde Madrid aprovechando dos días. Lo primero es que había olvidado el parasol del coche y ya estaba un poco inquieto, pero se me pasó rápido la inquietud. No sólo tienen un parking techado para clientes enfrente del restaurante, sino que tienen un zona privada de aparcamiento, además de muy agradable, con unos árboles que no dejarán que tu coche sufra los efectos del sol. Siguiente sorpresa: las habitaciones. Esto no debería decirlo porque egoístamente prefiero que no lo conozca la gente ;p, pero tiene unas habitaciones en la planta baja con un mini patio individual que dan ganas de quedarse a vivir ahí una buena temporada. Además tienes la playa a cinco minutos andando, sin tener que atravesar ninguna carretera, con un centro de padel-​surf (no sé si lo escribo bien) y restaurantes con terrazas por el camino, que te imaginas planificando el día entero: pelearte con la tabla para abrir el apetito, comer por la zona (sino en el mismo restaurante Blayet, que no lo probé pero tenía todo una pinta que «pa’ qué»), echarte una siestecita en la playa y a la que empieza a irse el sol empiezas con cervecitas, mojitos o similar. Creo que lo llaman felicidad :)
Luego despertar y tomarte el desayuno en el porche que tienen por la entrada del restaurante, que te pongan unas tostadas de tamaño considerable sin escatimar en ingredientes, ya sea por la mermelada o por los deliciosos tomates de la zona, y que la camarera te diga que está incluido en el precio de la habitación… eso ya ni el anuncio de la famosa tarjeta de crédito.
Eso sí, cuidado si vas a montar en bici por la zona, porque a las nueve y media de la mañana había unos ciclistas apretándose unas cañas con el desayuno y rematando con carajillos, que no sé yo si deberían pasar el control de alcoholemia jajajaja.
No estábamos en temporada alta para comparar tarifas, pero es que lo mejor casi es el precio: 50 euros por habitación doble y desayuno para dos personas. Y además no nos pusieron inconveniente en abandonar la habitación más tarde de lo establecido. Lo dicho, excelente relación calidad-​precio-​servicio-​ubicación.
Desde luego pienso repetir.

La de veces que he comido en el porche de la entrada del Blayet. Tambien lo he hecho en su terraza interior. Para variar el comedor es muy ruidoso.
Disponen de raciones y medias raciones de paella de la casa. Ideal para ir un domingo de sol y tomarte un sepìonet, una ensalada de la casa y una media de paella con su vinito rosado de Navarra

Lugar tranquilo para descansar a menos de 200 Mts. de la Playa, con estupendo servicio de Cafeteria y Restaurante