Un tipico restaurante de poligono industrial, con un cocinero experto y raciones como para hartarse. Buenos precios(no en vano estamos hablando de un bar de poligono), y comida exquisita. Atencion al cliente normal, mejor si esta el jefe, porque derrocha simpatia y buen hacer. Se nota que le gusta cocinar, y que disfruta viendo comer a la gente a gusto. A destacar las costillas a la miel, tienen un ingrediente secreto que las hacen buenisimas. Los almuerzos cuestan 4 euros y os entra: Un buen bocadillo(mas o menos media barra de pan), que nunca para seco de lo cargado que esta, aperitivos como aceitunas o cacahuetes(los recomiendo: Los calienta un poquito antes de servirlos, y quedan crujientes y riquisimos), y el café, excelente, ni muy fuerte ni aguado. Las comidas en dias laborables cuestan 7 euros, y entra primer plato, segundo, postre, pan, la primera bebida, y café. Tambien tienen una zona reservada para celebraciones tipo bodas, bautizos, comuniones, comidas de empresa, etc Merece la pena hacer una visita. No os defraudara.