Uno viene a lo que viene: a satisfacer placeres culpables. Y para eso funciona a las mil maravillas. Del menú queda poco por decir(suelo tirar por la Steakhouse Cesar), pero lo que lo distingue de otros de la misma cadena es su ubicación, en pleno epicentro comercial sevillano. No puede estar en mejor sitio para coger fuerzas antes de continuar el tiendeo, por lo que SIEMPRE está a reventar. Aunque tiene casi al lado un burger de su cadena rival, siempre venimos a éste…cuestión de gustos(y de las patatas fritas, que son uno de los motivos por los que venimos)