Doña Elvira

My wife and I ate dinner here and decided that we have never had such a good experience eating outside. The weather was perfect and there were little to no bugs. We sat outside in a plaza that had a wonderful view of the houses and beautiful cobblestone streets. The staff were very nice and helpful.
We stared with the croquettes which are fried appetizers with different fillings including spinach, bacon, and potatoes.
My wife had the lamb hamburger and it was delicious. The bun and bread was a bit too hard but the meat was very tasty.
I had Fagottini con queso y pera, which were like small pasta «bags» filled with cheese and dried pear. I was not expecting anything spectacular but was pleasantly surprised. The pasta was very simple but the salty cheese contrasts with the sweet sugary pear in a mouthwatering combination. The food is slightly expensive for the area but satisfying. I would not visit again because there are many other cheaper restaurants, but I would recommend it at least once in your trip.

Great food in a cosy restaurant. Try the salt sea bream — fantastic! Great staff who are very friendly and didn’t mind our pathetic attempt at Spanish (!) and helping us in English. Kids really enjoyed too. Paella was great for my daughter.

During our visit to Seville this summer, we went for lunch here and this place had AC — made me fall in love with it right there! Loved the ambiance — romantic — white beachy feel to it.
I loved the Paella — must try! Aromatic, spicy, well cooked meat and the portion is shareable between two people. We also ordered Croquetitas Variadas and I loved the bacalao (cod). Again, another must try dish! :)
These two dishes are enough for a meal of two.

Para empezar por el final decir que todo me ha encantado.
Pude ir a conocer este restaurante por San Valentín, aprovechando mi tarjeta de Restaurant50. Nunca había oído de él, no sabía exactamente donde estaba ni cómo era, y he de decir que me lo imaginaba diferente.
Reservé, y al llegar nos dieron a elegir entre dos mesitas. La primera visual al local me hizo ver que era muy pequeño, no llegaban a tener 10 mesas, todo muy coqueto, en un ambiente cuidado e íntimo a pesar de tener mi espalda vs la espalda del comensal de la mesa de detrás.
Pedímos 3 platos (para poder tener el 50% de descuento):
Para mi una presa a la mostaza dulce, que estaba muy buena y sabrosa.
Para mi novia una dorada a la sal, que sin lugar a duda fue el mejor plato de los tres. Muy sabroso.
Y para compartir un rebujito de pescaito frito, donde algunas piezas estaban mejor que otras pero de un OK todas.
En cuanto a su precio (SIN DESCUENTO) es algo elevado, pero su atención y el lugar hay que pagarlo, y al entrar en un sitio así sabes que barato… Lo que se dice barato no va a ser.
Tengo que hacer hincapié que estábamos a partes iguales entre españoles y extranjeros.
Es un sitio perfecto donde celebrar alguna ocasión especial junto a una persona especial y ya si puedes beneficiarte de la R50 mejor que mejor, puesto que más apetecible y económico es.
PD: le doy la 5ª estrella por estar dentro de la tarjeta de Restaurant 50

Grata sorpresa la de este restaurante Doña Elvira que ha sido incluido hace relativamente poco en el repertorio de Restaurant 50. Se trata de un local pequeñito, coqueto y acogedor en una de las plazas más emblemáticas del barrio de Santa Cruz, lo que le otorga una magia, un ambiente y un contexto únicos que, además, se han sabido aprovechar en beneficio del restaurante.
Cuando uno entra, la primera sensación que tiene es de que está en su sitio «de categoría», de los que difícilmente serían punto de paso habitual para el día a día, pues al estar enclavado en un sitio tan turístico y junto a un hotel, lo que se piensa es que será un sacacuartos para guiris. Afortunadamente, no hay que dejarse llevar por las apariencias, sino disfrutarlas, y venir a Doña Elvira fue una de las mejores decisiones que tomé para almorzar un día por el centro con mi pareja.
Nos tomamos un plato cada uno que, al final, acabamos compartiendo a mitades. Todo estaba delicioso, especialmente la presa ibérica con mostaza… ¡madre mía qué cosa más rica! También tomamos salmón con naranja que estaba tremendo, pero la presa le hizo sombra. De postre tomamos un culant de chocolate y helado que estaba riquísimo.
En total, y gracias al 50% de descuento en los platos principales de la tarjeta R50 el ticket final no llegó a 30 euros en total (si no recuerdo mal), un precio la mar de asequible para la calidad y cantidad que disfrutamos.
Sin duda, es una opción más que recomendable si queremos disfrutar de un buen almuerzo o cena con algún cliente, amigo o pareja y no queremos abusar de los sitios cutres y habituales del centro, sino que preferimos sorprender con un menú de calidad a muy buen precio.

Este es un restaurante para extrajeros que jamas me hubiera sentado si no hubiera ido con uno, y yo me lo hubiera perdido.
Paseando con un amigo italiano quiso tomar algo en una terraza y como estábamos por el Barrio de Santa Cruz decidió que fuera allí mismo, yo estaba totalmente descontento porque solo había en su terraza extranjeros y me daba vergüenza que pasara algún amigo y me viera allí… que equivocado estaba… pedimos dos vinos que tardaron menos de dos minutos en llegar y que viendo yo lo bueno que estaba ya empecé a relajarme, «esto no es lo que parece», decidimos que ya que estábamos allí sentados nos quedábamos a cenar, un acierto rotundo.
La carta estaba llena de cosas buenas que no podías tomar en los restaurantes que yo estaba acostumbrado a ir, mi amigo se pidió una cola de toro, estaba buenisima, y yo una dorada a la sal, venia envuelta en papel de aluminio, con verduras, riquisima también, de postre tomamos solo café.
Para mas inri era por mayo, la plaza estaba preciosa, los arboles, las flores y el azahar de los naranjos de la plaza. El camarero muy atento y perfectamente uniformado, las mesas muy limpias y los manteles de un blanco impoluto.
Cuando nos fuimos, yo muy contento, seguimos paseando por el Barrio de Santa Cruz y los aledaños de la Catedral. Desde aquel día no he vuelto a este restaurante, no se porque, pero lo haré pronto.

Small is beautiful. En plein coeur du vieux Séville, dans le dédale des petites rues, qu’il est agréable de profiter de sa minuscule terrasse et laisser passer le temps et les passants, en espérant voir surgir Don diego à cheval, ou se faire surprendre par le défilé de petits enfants en tenue traditionnelle.

Comer en la cantada Plaza de Doña Elvira de Sevilla resulta un auténtico lujo, el restaurante Doña Elvira es uno de los que están en la plaza y el edificio resulta uno de los más típicos del Barrio Santa Cruz. Nos gustó la comida y el servicio y el buen ambiente que se disfruta en la plaza, tenemos yá un restaurante de referencia en Sevilla.

Restaurante situado en el conocido barrio de Santa Cruz de Sevilla.
A lo más puro estilo sevillano, pododemos encontrar tanto la decoración como el ambiente.
Un lugar gastronómico donde degustar los sabores de Sevilla, todo tipo de tapas y platos de la zona (paella andaluza, gazpacho andaluz, pescadito frito, ensalada de jamón serrano) Nos trataron de categoria, simpatía ante todo.
En verano disponen de una terraza en la misma plaza.
Si visitas Sevilla no puedes perderte este restaurante.