Recuerdo bien El Giraldillo de mi época de estudiante en El Rectorado. Allí tuve que comprar todos los libros para primero de filología(que eran un montón) antes de descubrir que lo mío no eran las lenguas muertas. Cuando tocaba la clase de Latín y yo aún no conocía a mucha gente en la facultad solía escaparme a tres sitios: Los jardines del Rectorado, algún bar de la zona o a El Giraldillo. En su sótano encontré muchos libros de fotografía que me fueron metiendo el gusanillo del mundo de la imagen. Después de varias adquisiciones y de clases abandonadas decidí cambiarme de carrera. Al Giraldillo sigo visitándolo de vez en cuando, sus ofertas de libros a un euro atraen al paseante, pero los tesoros están en el sótano. Si estás buscando un libro descatalogado pregunta allí, si no lo tienen te lo consiguen.
Joaquin A.
Évaluation du lieu : 3 Sevilla
Situado justo en frente del Rectorado, es ideal para cualquier universitario. Cada año realizan una lista con los libros que necesitan los estudiantes. Por lo general, ellos saben antes que tú los libros que necesitas. Su situación es muy buena, además de que tienen continuas ofertas vendiendo libros a precios muy reducidos. Puedes encontrar una amplia gama a sólo un euro. Y otros buenos ejemplares a precios similares.
Soledad T.
Évaluation du lieu : 4 Sevilla
El Giraldillo está especializada en libros para el universitario, para los de filologías mayormente. Tiene un aspecto nada suntuoso, más bien cutre si la comparamos con establecimientos más conocidos de libros. Sin embargo, como toda cueva cochambrosa y austera, guarda en su interior infinidad de tesoros, y con infinidad de tesoros también me refiero a libros que en otras tiendas están descatalogados, y a sus precios.
De vez en cuando colocan un stand delante de la puerta del local lleno de libros por 1 y 2 euros. Y aquí llegó la sorpresa. Pude encontrar clásicos como el Lazarillo de Tormes, el Diablo Cojuelo, el Tao Te King y ¡Gracias y desgracias del ojo del culo de Quevedo!
Para mí redescubrir éstos libros y que no me cobren un ojo de la cara, pues me parece además de justo, excepcional. Me fui a casa con unos cuantos de ejemplares, que creo que deben estar en cualquier biblioteca personal, por menos de 5 euros y contenta por ello. ¡Lo clásico nunca pasa de moda!