Beim durchstreifen der Stadt auf das Schild Gallego aufmerksam geworden. Im Norden Spaniens haben die Tapas(wo sie auch oft Pinchos genannt werden) eine längere Tradition. Die Vielfalt ist auch wesentlich größer. Mit einer gewissen Erwartung das Restaurant betreten. Beim eintreten befindet man sich in der Bar. Das Restaurant liegt links unten. Die Bar fast wie ich Sie aus dem Norden kenne. Ringsum nur Stehplätze und an der Bar ein paar Hocker. Das Essen steht auf Tafeln an der Wand. Vom ersten Augenblick weiß man, dass man sich hier in keiner Touristenkneipe befindet. Der Wein überaus Schmackhaft, kräftig mit vielen Aromen und einem glanzvollen Abgang. Zum Essen bestellen wir eine Chorizo und gebackenen Käse. Die Präsentation war schon etwas für das Auge. Die Tapas noch schön verziert und vom Geschmack einfach grandios. Die Chorizo kräftig im Geschmack und nicht so fett wie man sie oft bekommt. Der Käse mit einem Dip der an cremigen Balsamico erinnerte. Im stehen Essen und reden ist nicht jedermanns Sache, für mich ist es perfekt. Es ist diese unverbindliche Atmosphäre die dabei entsteht. Fazit Ambiente 5* Bedienung 5* Essen 5* Preis/Leistung 5* Sauberkeit * wie ich es mag Mein Favorit von den von uns besuchten Bars in Sevilla
Fátima R.
Évaluation du lieu : 5 Sevilla
Me encanta este sitio. Es el típico bar de barrio, con un trato magnífico pero con comida diferente y rica, rica. La cerveza la sirven fría y aquí hay que probar el pulpo a la gallega. La carrillada y los chipirones también están riquísimos. Puedes encargar comida para llevar y si lo que encargas en pulpo o carrillada para invitar a unos amigos, que sepas que vas a triunfar ;)
Pablo G.
Évaluation du lieu : 4 Sevilla
Aquí he pasado muy buenos ratiños con unos amigos, de Navidad en Navidad, y tiro porque me toca, en la consabidiña comilona de pastorcillos villanciqueros que casi casi casi siempre, no sé porqué, organizamos allá por el mes de diciembre. Uno de la cuadrilla conoció el sitio por una minijuerguecilla que le pilló de improviso un día cualquiera de estos prenavideños, en que terminaron cerrando el local al son de ¡fun fun fun! Los encargados del bar le emplazaron a que volviera con su pandilla, y ahí es donde aparecí yo. Y cuarenta truhanes mais. Es de esos locales que a todo el mundo, y a mí el primero, le da un flechazo nada mais entrar. Y es que su zona de barra, no muy grande, tampoco pequeña, lo justo, es muy acogedora, muy embriagadora, muy galleguiña. Como somos siempre el ciento y la madre y la madrina, a la primeriña de cambio nos invitan amablemente a pasar al salón donde poder aposentar nuestros glúteos en las sillas y apoyar los codos en las mesuquiñas. Y quitarnos de en medio, que no hacemos mais que estorbar… Es entonces cuando comienzan a traer viandiñas. Y ribeiros. Y mais pescados, y carnes. Todo exquisito. Y comienzan los cánticos, y villancicos, y suenan las guitarras y panderos… ¡Fun fun fun! (Tengo que volver otro día, sin que sea navidad, más relajadiño).
Berta C.
Évaluation du lieu : 4 Sevilla
Uno de mis primeros trabajillos cuando acabé la carrera fue en esta«Casa de Galicia». Una de mis compis tenía un conocido en la Junta Directiva que necesitaba solucionar unos asuntiños y nosotras estábamos libres y deseosas de tener experiencia, así que allí que nos fuimos. Tengo muy buenos recuerdos asociados a este lugar. En todo momento nos trataron con mucha amabilidad, nos dieron facilidades y durante un tiempo organizamos proyecciones de películas y lo utilizamos como espacio de reuniones bastante agradables. Años después he ido por motivos laborales y la verdad es que me sorprendió lo bien que se desenvolvieron en un acto en el que teníamos, como invitado principal, al expresidente de la Junta, Manuel Chaves. Todo salió estupendo y quedamos muy contentos. Buenos recuerdos, sí señor…
Patricia M.
Évaluation du lieu : 4 Sevilla
Buscábamos sitios para hacer una comida de Navidad y un día me hablaron de este sitio cercano a Santa Justa, donde sea dicho de paso, no es fácil encontrar aparcamiento. Fui un día con un compañero de trabajo a tomar unas tapitas y bichear el sitio. Un hombre muy amable nos informó en la barra de los diferentes menús según precio, que tienen para celebraciones y reuniones. Vimos el salón, amplio y agradable. Los menús oscilaban entre los 30 a los 50 euros. Todos incluyen bebida sin limitación. El de 40 euros por ejemplo, incluía tres ó cuatro platos para compartir, incluído algo de marisco y surtido de ibéricos, arroz con bogavante hasta saciarse, postre, pan y bebidas por doquier. Ese día probé dos tapitas. La de espinacas con garbanzos casi llega al nivel de mi abuela, y eso es muchííísimo. Estaban hechas como esparragadas con su toque de sabor, pero nada avinagradas ni demasiado especiadas. Y el mero a la plancha también estaba rico.