Mínimo

Siempre una temperatura agradable y un lugar muy cómodo. Lo mejor del bar es el camarero simpático de la cresta!!!

Este bar me va conquistando poco a poco…
Lo veía como uno mas, aplastado por el bar Tarifa (que esta muy cerca) pero me voy dando cuenta que el concepto del bar es muy diferente!
Un ambiente mas elegante, muy bien decorado (moderno) y agradable… El servicio es bastante bueno, gente muy amable y divertida, simpatica y correcta. Un camarero como manda las reglas! El precio es muy accesible y las bebidas son bien servidas… Ni muy fuertes ni demasiado flojas… en su punto!
Resumiendo, no hay mucho mas a reseñar sobre el, que no sea, ir y disfrutar de la experiencia del bar Minimo. Seguramente seréis bien atendidos y saldréis satisfechos. Terraza con calefactores y zona interior también, muy limpio y agradable… RECOMENDABLE!

_​si te apetece tomar un buen café, un buen té, un chocolate riquísimo, una copa bien elaborada y un trato exquisito por parte de los trabajadores del lugar, sin duda tu sitio se reduce al Mínimo…
Pequeño o no tan pequeño local, situado en una paralela a la cruz roja, cercano a la avenida Miraflores, y de fácil acceso rodado, donde no suele ser muy complicado encontrar aparcamiento.
Local nuevo y agradable, en esquina, con dos fachadas muy amplias y grandes ventanales, que dejan traspasar una gran cantidad de luz, la vez que el vinilo que visten los cristales conceden la intimidad necesaria al interior. La decoración interior te transporta a un paraje tropical, vestida completamente de vegetación una de las paredes del fondo, con una amplia barra, y mobiliario de colores claros y alegres, todo muy limpio y cómodo, con dos pantallas grandes de TV, donde podrás disfrutar de partidos importantes o retransmisiones interesantes. La música depende del trabajador del momento, y mi preferida es Maca, porque el buen gusto por la música está asegurado y te hace el rato más agradable si cabe. Eso no quiere decir que con el resto no sea igual, Jhony, el jefe, es súper simpático y Mati, otro camarero, también, al resto ya los conozco un poco menos, pero el trato es igual de bueno siempre.
Posee una amplia y estupenda terraza exterior. Los precios son estándar, tirando a económicos, y te ponen riquísimas galletitas con el café o té y una variedad de frutos secos y gominolas con las copas o refrescos. La calidad y comodidad están aseguradas…

Pequeño local donde puedes tomarte una copa, elegirla de una aceptable selección de bebidas espirituosas, a un precio popular.
El local es pequeño, acogedor, con una terraza con unas 5 mesas aprox. en el exterior, y en el interior cuenta con algunas mesas bajitas con sus sillas, y algunas mesas altas con algunos taburetes.
No estaba lleno el interior, en el exterior estaba completamente vacío, y un frío que hasta los pingüinos estaban refugiados.
Al entrar, nada más abrir la puerta, recibí una bofetá de olor a «humanidad», muy concentrado (primer punto negativo), nos sentamos en una mesita y sus cuatro sillas, y me acerqué a la barra para pedir mi bombay saphire con tónica, y tuve la mala suerte que el único sitio más tranquilo en la barra era cerca del wc, y cada vez que alguien entraba o salía, fuera hombre o mujer, salía un auténtico olor a cieno (mierda vamos) (segundo punto negativo). Entre bocanada de aire y bocanada, pedí la copa, y todo ok, y luego a por un platillo de frutos secos al ver en Unilocal que daban, y los pedí, y mientras el camarero me oía sin mediar palabra, llenó un platillo, y lo dejo de mala gana en la barra, como si hubiera sido un insulto.
Lo peor, es que las veces anteriores que había ido, había sido todo normal, juraría que había otro barman pero bueno, y no puedo negar que la localización es muy buena, cerca de casa y de fácil acceso.
Volveré a ir para quitarme este sabor amargo, o para «crucificar» el sitio.

Mínimo es un bar de copas muy cerca de la Avenida de Miraflores. Dispone de una terraza, así que puedes elegir entre sentarte fuera o sentarte dentro y escuchar música.
Si hay algo que realmente destacaría de este lugar es lo simpatiquísimo que es su camarero, siempre que vas se pone a charlar contigo, creo que ya me ha bautizado como la que pide «bebidas raras».
Me gusta ir porque no está lejos de casa, no es caro y te ponen un platito de frutos secos, ¡con lo que a mí me gusta!
Yo no tomo café pero el otro día vi como servía uno y hasta le hizo un dibujito a la espuma, eso es tener arte :)

El cumpleaños pasado de Ana, nos reunimos unos cuantos para celebrarlo con ella aquí en el barrio. No sabíamos en donde hacerlo y como hacía frío preferíamos un local cerrado donde se estuviera a gusto. Ella nos recomendó el Mínimo, un bar que está en la esquina de la calle Albaida. EL bar nunca había llamado mi atención, pero la experiencia fue grata. Los botellines son baratos y están fríos. La música no es discotequera y se puede hablar tranquilamente. Pillamos una mesa larga y estuvimos allí un par de horas. Fuera llovía y no apetecía salir. Los sevillanos no estamos hechos para la lluvia.
El mínimo también está bien para tomar una copa después de cenar en el Ipanema, una pizzería que está casi al lado y donde se come muy bien. Las copas son baratas y las puedes pedir en vaso ancho.