Puestos de la Plaza del Duque

¿Quién no ha tenido un pañuelo palestino o una mochila del mercadillo de la Plaza del Duque?
Estos puestecillos que rellenan esta plaza tan céntrica y transitada llevan un montón de años allí, me atrevo a decir que al menos 15 o 20 años, ya que cuando yo empecé a salir cuando era jovenzuela, nos encantaba ir al Centro y pasear entre ellos mirando si había algún anillo, pendiente o pañuelo que se ajustara a nuestro corto presupuesto. Para mí eran especiales los días que nos perdíamos entre sus cuatro calles y acabábamos almorzando en una hamburguesería. Hoy en día no ha cambiado demasiado, aunque los productos que ofrecen puedes encontrarlos fácilmente en otros comercios.
Lo más destacado siempre serán las mochilas con aires hippies y telas coloridas, los monederos de piel, los abalorios de plata y los pañuelos palestinos.
Si nunca has estado (que lo dudo), no tardes en pasear y mirarlo todo porque es, sin duda alguna, un lugar mítico de la ciudad.

La plaza es preciosa y si lo combinas con artesanías y ese aire particular que tienen los mercadillos y puestos ambulantes, se vuelve muy atractivo.
Los puestos de la Plaza del Duque hace mucho que están aquí, y a mi pasear por ellos me recuerda a los «paseos de arte» tan típicos de Argentina, llenos de puestos de artesanías y cosas elaboradas como manualidades, en las que no hay dos iguales.
En los Puestos de la Plaza del Duque hay algunos puestos que venden artesanías, cosas hechas con cuero y mucho trabajo, donde puedes encontrar artículos muy originales. Otros puestecillos están llenos de artículos baratos y chinos, pero si quieres encontrar artesanías, es un buen sitio para venir a buscar y mirar.
Es el sitio ideal para comprar cosas no sólo de cuero, sino también hippies, como pañuelos, mochilas, gorras… También cositas de África y algunos artículos de imitación. Seguro que si vienes a echar un ojo, algo te llevas, ¡porque tienen para todos los gustos!

En la plaza del duque, y de jueves a Sábado encontraréis un particular mercadillo de artesanía, donde pondréis comprar objetos de elaboración manual del tipo pulseras en diversos materiales desde el cuero a la plata pasando por miles y diversas formas y de cuentas.
También destacar la marroquinería y artículos varios en piel. Del tipo cinturones, bolsos etc…
Además encontraréis también complementos del tipo textil como gorras y sombreros, banderas, camisetas de fútbol, etc.
Lo más curioso las chicas de origen africano que te trenzan el pelo al modo Afro.

Estos puestos llevarán en esta plaza toda la vida, o al menos yo no recuerdo esta plaza sin ellos.
Situados en medio de la Plaza del Duque de la Victoria, en sus puestos (gestionados por hippies) puedes encontrar objetos de cuero (bolsos, mochilas, pulseras, cinturones…), gran variedad de pendientes y collares, ropa variada… hasta puedes hacerte un piercing!!!
Para mi gusto son un pelín careros con los precios, pero creo que todo el mundo ha comprado algo en alguna ocasión para Navidades o algún regalillo de cumpleaños. Sin duda es una buena alternativa a los negocios aledaños :)

Vale, soy así, en pleno mes de diciembre con los regalos de reyes pisándome los talones, me acerco a la Plaza del Duque para ver varios detallitos que puedan valerme para un amigo, hermano o sobrino. Y siempre lo encuentro aquí, ¿me debo sentir mal por ello? Me niego.
En esta plaza tienes aproximadamente unas 25 tiendecitas que suelen tener fundamentalmente complementos. Suele haber mucha variedad en pañuelos y bufandas con sus guantes a juego. Hay también bastante gama de carteras de hombre y mujer. Igualmente tendrás la tienda típica de pendientes de todos los gustos en plan bisutería o plata de ley. A veces te encuentras algunas curiosidades interesantes como agendas con un diseño espectacular o bolsos de piel a un coste increíble. Y es que sin lugar a dudas, lo más destacable son los fantásticos precios.
Quizás lo peor es la odisea que supone cruzar por la plaza para ir desde El Corte Inglés hacia la parada de autobuses, por eso yo prefiero ir a los puestos directamente y con eso me ahorro el paseito.
Ven a echar un vistazo y me cuentas, seguro que al final me das la razón.

Yo también me acercaba a la Plaza del Duque para comprar detallitos por poco dinero. Antes era un sitio especial, aunque lo cierto es que ya puedes encontrar los complementos que venden en muchos otros lugares. Si, y también tuve un palestino comprado aquí. Bolsos, cinturones, collares, pulseras, gorros, bufandas, camisetas y detalles en su mayoría de inspiración sesentera pueblan los puestos que rodean la estatua de Velázquez. Por cierto,¿os habéis fijado en los pinchos anti-​palomas que le han puesto encima?
Yo, las últimas veces que he comprado allí, ha sido para unas gafas de sol. Si, se que no es recomendable ponerte unas gafas que no hayan pasado las preceptivas normas de seguridad. Pero es que, como tenía previsto, las perdí a las pocas semanas, así que volví y me compré otras. Soy mas de comprar poco y de calidad, pero también soy un despistado.

Que levante la mano quien no tuvo un pasado hippie.
Venga hombre, aunque tan solo fuera una palestina, una riñonera de cuero, o algo por el estilo.
Si de algo estoy segura es de que aproximadamente 90% de los sevillanos de entre ¹⁵⁄₁₈ años han pasado al menos alguna vez por alguno de los puestos de la Plaza del Duque. Y como para llegar a los 20−30−40 y en adelante hay que haber pasado previamente por los 15 – 20 años muchos muchos sevillanos han pasado por aquí buscando algo.
Recuerdo cuando era niña y veníamos a Sevilla a casa de mi abuela y siempre, pero siempre, intentaba convencer a mis padres para que me dejaran venir a los hippies del Duque. Yo venía de una ciudad chica, Badajoz, donde este tipo de comercios ambulantes no existían y en cada visita a la ciudad procuraba pasarme por aquí. Me hacia pedazos literal comprando pendientes, chapas, pañuelos, cinturones, anillos, algún que otro bolso o riñonera…en fin todo lo que podía para luego lucirlo entre mis amigas.
Hoy por hoy no voy ya que en principio no tengo necesidad, pero de vez en cuando recurro a estos puestos para cubrir alguna necesidad-​antojo. Recuerdo que incluso llegué a hacerme amiga de uno de los chicos que despachaba uno de los puestos y que nos tenía loca a todas mis primas.
Precios baratos pero la calidad, salvo excepciones, es bastante regulera.