Los fines de semana que por tiempo me permiten salir a desayunar fuera de casa suelo ir al Arango. Es una heladería, cruasantería y bocatería nueva que lleva poco tiempo abierta. Como he dicho, suelo ir a desayunar pues no solo hay helados sino dulce y salado para poder almorzar, comer, cenar… ya que tienen un horario ininterrumpido y siempre lo encuentras abierto. Que vaya a desayunar un café con leche y un mini bocadillo de tomate, queso y jamón no quiere decir que me deje caer para tomarme un helado… que me encantan. Sea invierno o verano. La variedad no es excesiva pero si considerable así que para ir a tomar algo buscando la tranquilidad es ideal. Digo buscando la tranquilidad pues no está saturada como las grandes heladerías, cafeterías, etc.