Cocina italiana de calidad. Pasta fresca exquisita. Trato correcto. Decoración original. Precios algo elevados.
Quelo R.
Évaluation du lieu : 3 Valencia
Si el hambre a cara de perro te pilla por la zona de Joan Llorens y te apetece italiano, esta es una buena opción. Desde cierta innovación culinaria, este pequeño restaurante italiano resulta agradable para una cena entre amigos. Ojo, mirad la carta comenzando por sus precios, si no, os podéis llevar un disgusto como me pasó a mí en mi última visita. Muy recomendable la pasta fresca, aunque su gran déficit sea la carta de vinos: escasa o demasiado sesgada por la modas. Si os apetece apostar por lo desconocido dejaos aconsejar por Pino, su dueño, todo un cicerone…
Néstor V.
Évaluation du lieu : 3 Valencia
Sobre la puerta del Involtino, un corazón rojo exhibe este lema: «Perdido es el tiempo no dedicado al amor». Lo dijo Torquato Tasso, poeta del XVI conocido, por lo demás, por acabar bastante chaveta. Hagámosle caso: no perdáis tiempo estudiando la carta y pedid al bulto; elegiréis los involtini, ya que el sitio toma su nombre, y es un acierto: están deliciosos(aquí hacen pasta fresca bastante original y esmerada). Lo que añadáis determinará lo abultado de la cuenta, que puede ser bastante; debiera venir firmada con otro refrán que recuerde que el dinero dedicado al amor es dinero bien gastado… incluso si ya no hay una siguiente cita. ¿O no?
Maite F.
Évaluation du lieu : 3 Gandia, Valencia
Te vas de concierto al Loco y te mueres de hambre. Has quedado con tus amigos un buen rato antes para cenar por el barrio, no vaya a ser que allí dentro se escuchen más tus tripas que al grupo en cuestión. Después de echar un vistazo te convencen para ir a cenar algo a Involtino, un restaurante italiano que está justo en la misma calle. Tú irías a lo seguro, pero menos mal que tus amigos te hacen cambiar de opinión porque asi no se descubre nada bueno. No es lo habitual pero una noche es una noche. Involtino es pequeño y acogedor y el trato amable. Aunque a ti lo único que te importa es ese platazo de pasta fresca que te has metido justo antes de entrar al concierto y el postre, que era una maravilla. Ale, ¡a bailar!