Larrén

En la misma avenida, en concreto, en doctor Tomás Sala, hay una de esas tabernas vascas que merecen un comentario especial. Está en el número 33 y yo la conocí de casualidad en una cena de Navidad con mis compañeros y amigos de la tele. Es un restaurante bastante grande y tiene un toque muy curioso todo recubierto por madera con un aire antiguo pero al mismo tiempo moderno.
En la cena, solo puedo decir que fue un auténtico banquete. Éramos unas 20 personas y nos hicieron un menú típico de cena de empresas por unos 25 euros. El menú consistía en varios entrantes, un plato de carne y unos postres de autor. La cocina es desde luego de autor y con las primeras calidades en carnes y pescados. Eso sí, ojo con la carta y sobre todo con la cuenta. Es uno de esos locales donde ir para una gran celebración, pero de diario, mi economía se colapsaría en el primer día.
A todos nos gustó bastante sobre todo porque el local tiene un aire de taberna vasca muy bien cuidada y la carta simplemente fue magnífica. En este local, gané el primer premio a pongo del año, regalo absurdo que no sirve para nada. El pongo en cuestión fue un búho pintado a mano por un servidor cuando tenía 8 años. De todos modos, debo decir que la competición estuvo muy reñida hasta el último momento.
Los dueños fueron bastante simpáticos porque ante 20 personas gritando: «pongo», «pongo». No nos dijeron nada. Yo creo que ya están curados de espanto después de nuestro espectáculo. Volviendo al tema, el Lárren en el barrio tiene buena reputación como uno de los locales donde mejor se puede cenar pero la única pega es su precio. Por eso, os recomiendo que si vuestra economía os lo permite, le deis una merecida oportunidad.