Si quedamos que Wah Wah es la catedral local del Indie nacional, L’ets Go es la sacristía en la que se dan cita sus modernos parroquianos, ya sea para echar unas cervezas, picar alguna cosa o cenar antes de cruzar el claustro para ir a la correspondiente liturgia nocturna musical. Y como no hay cosa más indie que unas croquetas caseras, un pisto manchego o un bocata de embutido de Ontinyent, ahí no es nada, aquí lo encontrarás. Además, si tienes suerte, puede que tengas ración de paellita contra la resaca dominical. También existe la posibilidad de comprar directamente entradas para alguno de los conciertos más sugerentes del momento. Y organizan acústicos con lo mejorcito de la escena local. Mira a tu alrededor, puede que en la mesa de al lado esté cenando tu grupo preferido. Tanto Manolo como Tono, sacristanes del garito, son viejos conocidos de la escena musical independiente de esta ciudad, reconvertidos ahora en emprendedores hosteleros, así que todo en Let’s Go está imbuido en música. Están acompañados por la guapa y simpática Eva en la sala y el hacendoso Adrián en los fogones. Lo mejor es que al partir de cero, cada día lo hacen mejor. Además, en su enorme pantalla podrás disfrutar de alguna peli de serie B, cuyos carteles decoran el local, y de los inevitables partidos futboleros. Si quieres garantizarte sitio, reserva. Nota: Puedes informarte de sus novedades y actividades en su Facebook.