Lloc de Tapes

Miguel, cocinero al frente del Lloc de Tapes. Simpático donde los haya. Buena acogida de críticas constructivas. Y es que la primera vez que entramos al Lloc de Tapes fue con la excusa de la ruta de la tapa, que se iniciaba ese mismo día.
Sorprendente la tapa que nos sirvieron. Original el maridaje de sabores, con café molido como base de la tapa. Obviamente en lugar de cerveza, en mi caso cambié a copa de vino tinto, que estaba muy bueno. Dado que era el primer día de la ruta y, Juan y yo los primeros en probarla, Miguel salió a preguntarnos nuestra opinión. Recibió con agrado nuestra sugerencia, que no crítica, porque la tapa estaba muy buena y en poco mas podía mejorarse.
Tanto nos gustó, que decidimos ir a cenar tan pronto como pudiéramos. Y así lo hicimos.
La primera noche no nos arriesgamos mucho. Patatas bravas con forma cuadrada, en las que en su interior encuentras la salsa, de las nuevas de diseño, sepia sucia estilo Cabanyal, puerros gratinados al horno, … y de postre, torrijas y tarta de queso, impresionantes las dos (si me olvido algo, leer la reseña de Juan V.) Buen sabor de boca para finalizar la noche.
Volvimos una segunda vez. Por supuesto, reservando previamente, pues el local es pequeño. La carta es corta, pero habíamos dejado cosas por probar, como por ejemplo los chips de alcachofa y la tempura de espárragos. Las tiras de pollo cayeron una vez más, evidentemente el culpable era mini Juan. De nuevo los platos estaban muy sabrosos.
El local ha sido redecorado para darle mayor luminosidad y frescura, pintado con colores claros y con un aire marinero. En invierno, según donde te sientes, puedes notar una molesta y fresca corriente de aire, y eso que no estábamos cerca de la puerta. La calidad de los productos y su presentación es muy buena, el servicio siempre ha sido muy correcto, pero la cantidad de las raciones para el precio que vale, no lo veo equilibrado, lo que me hace no visitarlo muy a menudo.

La otra noche fui a cenar por primera vez a este sitio guiado por las criticas y opiniones leídas.
De entrada el servicio no me pareció tan amable eso si siempre correcto. Quizás la diferencia generacional pesó.
El caso es que las veces que intentamos interactuar apenas resultó.
Las tapas que probamos todas muy buenas, en especial la sepia sucia al estilo cabanyal, la ensaladilla y las tiras de pollo al curry. La torrija muy buena pero la ración daba risa.
Creo que me estoy haciendo mayor pero para ir de tapas prefiero las de toda la vida y en raciones generosas y vajillas domésticas
Los vinos un poco caros y sin carta.
Muchos vinos, en la mayoria de restaurantes, deberían de estar entre 8 y 12 euros. Es una mala política, con subirlos de precio consigues que el cliente por no pedir otra botella no te pida algún plato más

Tapas elaboradas y originales.
Gracias a Ir de Tapas por Valencia nos decidimos por acudir a este local de nuestro barrio. Tomar una caña con tapa por 2,5 € #esbien. Nos atendieron genial, mejor que genial, incluso nos llegaron a preguntar qué nos había parecido la tapa y en qué la podían mejorar, si era posible. Me entraron las ganas de probar más, pero como habíamos quedado ese día lo aplazamos para otro fin de semana.
Nos avisaron que debíamos reservar, ya que el local no es muy grande y se puede llenar relativamente rápido. Así que escogimos el método que Unilocal nos pone a disposición para contactar con el local a través de mensaje. Perfecto, reservado y sin problemas. Funciona.
Dentro no tenían mesa libre y como todavía hacía calor (Octubre y 23 grados de noche, buff) estuvimos cenando en la terraza de la calle. Fuimos los cuatro de la familia y pedimos varios platos:
* Tartar de salmón con guacamole: suave, los sabores estaban muy bien equilibrados.
* Sepia sucia al estilo del cabanyal: este hay que pedirlo sí o sí.
* Puerros horneados con salsa romescu: nunca pensé que un puerro diera tanto de si.
* Secreto de ibérico con confitura de manzana: excelente el contraste dulce-​salado.
* Bravas: presentadas de una manera muy original. Se salen de las típicas bravas.
* Tarta de queso: casera cien por cien. Si no es la mejor, de las mejores que he probado.
* Torrija: no recuerdo el nombre completo, recomendada por otro cliente de la mesa de al lado. No defraudó. La preparan con crema de leche inglesa.
Las raciones son generosas y el precio está muy bien equilibrado. En total, con copa de vino incluido, salimos no llega a 15 € por persona.
El servicio fue muy atento. Se preocuparon continuamente de que no nos faltara de nada, y eso que dentro tenían dos mesas grandes de unas cenas de empresa.
El único pero que le puedo poner es que la carta es corta, pero de seguro que volveré. Sueño todavía con esa sepia.

Me habían recomendado venir a probarlo y lo tenia pendiente.
Hemos venido a comer, domingo, había un menú de distintos tipos de arroz a elegir, pero hemos preferido probar las tapas de la carta.
Simplemente espectacular… No ha habido una sola tapa que no nos haya gustado.
Eramos tres, y hemos pedido :
= Bravas del lloc. Súper original la presentación y perfectas de sabor.
= Puerros al horno con salsa romescu. Riquísimos.
= Saleatado de verduras con aceite de pimentón y huevo. Muy bueno.
= Tiras de pollo al curry. Súper crujientes por fuera y muy tiernas por dentro, y con poca salsita para no matar el sabor con el curry, pero bastante para darle el toque especial.
Lo verdad es que me sentía como si estuviera de jurado de top chef
De postre, torrija con helado y tarta de queso.
La primera genial, la segunda no me ha gustado tanto, pero rica.
El servicio muuuy amable y atento!
Bebida y café. E invitación a chupitos. 18 euros por cabeza.
Me voy pero jurando que volveré jejeje. Muchas veces!

Tomando unas bravas de aperitivo antes de almorzar el menú diario.
Unas verduritas de temporada salteadas y José crema de calabaza con queso de cabra, seguimos con arroz meloso con alcachofas y púlpitos y curry de pollo.
Y de postre, no podía ser otra cosa, tarta casera de queso.
Copita de Juan Gil 4, monastrell 100%, 2013.
Muy rico.

Me dejé caer por aquí un domingo, a la vista de que otros establecimientos cercanos estaban cerrados y de que tenía buenas referencias.
No defraudó. A pesar del nombre, ofrecen algo más que tapas, un producto bastante elaborado. Vamos, que no es el clásico bar de bravas y calamares.
Aunque sí que tomamos calamares: de playa y a la plancha, estupendos. Y un excelente tartar de salmón y guacamole. También un exquisito rabo de toro deshuesado. Todo junto con una ensalada tibia con bacon.
De postre tartas de chocolate y de queso. Esta última, espectacular. De las mejores que he probado.
Y salimos a 16 € por cabeza (sin vino ni café). Alguien da más?

Otro de los lugares elegidos por mí y por mis amigas para las cenas de cumpleaños, porque por muy buen precio, tomamos unas tapas que son además de suculentas, bien hechas.
El local es más bien pequeño, creo que no cabrán más de seis mesas, decorado con ladrillo caravista todo el local, una gran barra a la parte izquierda. En verano se cena estupendamente en su terraza. El servicio es muy atento y amable.
Para cenar pues, ya os imaginareis, llamándose Lloc de Tapes, pues se cenan tapas, muy bien hechas tanto las que pretenden innovar como las de toda la vida, muy aconsejable la sepia estilo Cabanyal, el foie a la reducción de PX, (Una de mis debilidades, por lo que suelo ser bastante crítica cuando el foie, no es el caso, no es fresco del todo), la mousse de ajoarriero (ideal para comer a cucharás), y espectacular el solomillo trinchado con ajetes.
Hace un tiempo que empezaron a abrir a mediodía, (antes no abrian) y han aumentado su carta de menús y la carta de arroces, muy muy recomendables.
Por unos 20 € por cabeza, cenas estupendamente, con las copas incluidas.

Ir de tapas es un deporte de lo mas aconsejable en España…En esta ciudad puedes encontrar de todo… lugares especializados que no dan la talla y bares escondidos en lugares recónditos y que por su aspecto, no pisaría ni el mismísimo Edgar Allan Poe borracho… pero se comen las mejores tapas de la historia…
Este Lloc de Tapes es el punto medio perfecto de esos dos extremos… No deja de buscar ser un sitio especializado en tapas, pero a la vez no consigue llegar a la excelencia u originalidad que se busca cuando se intenta comer o cenar exclusivamente esto.
La terraza es agradable, pero la puedes pillar casi siempre llena… La carta es amplia, pero si tienes mala suerte te dicen que ya no queda de esa tapa en concreto y tienes que pedir «lo que hay»… Y sus platos especiales (Sepia sucia, Espirales de york, Bravas…), son buenos, pero nunca llegan a ser eso, «especiales»…
Aun así, al final acabas saciado y no puedo decir que me disgustara, pues el ambiente si que me gusto y la atención, aunque a veces regular, se suele portar bastante bien… Aprobado…

Tiene una terracita chula y un logotipo más bien modernillo, luego entras y parece una cabaña, con sus vigas en el techo y tal… realmente la decoración y los detalles estéticos son un poco descuidados, pero si lo que te interesa es comer y que el sitio esté aseado, yo creo que te vale…
Luego, el trato es el de un bar, lo cual por momentos, al menos para este servidor que ha estudiado hostelería y tal, resulta un poco desequilibrado, pues el sitio tiene más pinta de restaurante que de bar… pero luego piensas…“jorl, que venden tapas, que es un bar…” pero cuando le das un sorbo al vino de la casa y bajas la mirada al plato y degustas, vuelves a sentirte en un restaurante… que crema de hervido valenciano más bien lograda oiga y la sepia sucia… de lujo… y luego vuelves a subir la mirada y otra vez te sientes en un bar…
En fin, luego decidí dejar de perturbarme por la teoría hostelera, dedicarme a disfrutar de la práctica de degustación de lo que estaba comiendo… y la verdad es que, pese a no tener menú, puedes comer bien y sin que te sablen a medio día…ya me pasaré una noche a ver que tal…