Lush

I love the fragrance coming from this store. The staff here are young and very friendly. They know the right products to suggest to you. Their equally friendly to everyone that comes in. I love testing out the message bars and bath bombs. Great store.

Mi piel es indomable y a veces da cierto asco, y es la mejor introducción posible para esta reseña porque servirá para explicar por qué me encanta Lush. Cuando me afeito se me pone media cara roja, cuando me pongo alguna crema hidratante se me pone la piel grasa, y cuando empieza el calor o el frío se me reseca la piel alrededor de la boca un montón. Con tantos problemas de piel es fácil suponer que he probado de todo, y la verdad es que nada termina de funcionar como me gustaría… Pero los productos de Lush me han ido genial, suelo ser muy olvidadizo a la hora de ser constante y aun así noto su eficacia a pesar de tener ligeros lapsus de olvidarme un par de días de la crema o no ponerme la mascarilla una semana.
El local es pequeño pero está muy bien decorado, tiene mucho encanto y se hace realmente agradable estar allí con el aroma de cremas y jabones. Prácticamente todos sus productos tienen una muestra que puedes oler o incluso probar en el caso de cremas o bálsamos, y la atención de las personas que trabajan en el local es increíble. Fui por primera vez en navidad y estuve hablando con la chica que me estaba atendiendo como 20 minutos en lo que me recomendaba productos y me contaba consejos para el cuidado de la piel con mucha confianza, y hace 2 días volví porque los productos que compré en navidad se me estaban agotando y tuve de nuevo una grata experiencia con el chico que me atendió esta vez, el cual me dio varias muestras de mascarillas y cremas para que los pudiese probar y además me habló con tanta confianza y durante tanto rato que hasta terminé dándole una tarjeta de contacto en plan descarado por si le apetecía escuchar mis canciones.
Me gusta mucho el concepto que tienen de cosmética, ya que ni lo limitan todo a la anticuada idea de que es un mundo de chicas como hacen en otras tiendas, ni prueban sus productos en animales, ni los llenan de componentes agresivos y raros. Además si les llevas 5 botes vacíos de productos que hayas comprado anteriormente te regalan una mascarilla fresca gratis, así que su manera de cuidar al cliente parece que no sólo se basa en que sus empleados sean simpatía con patas, sino también con ideas de empresa tan buenas como esta.

Conocí Lush gracias a una amiga que me llevó allí para hacerme el regalo de cumpleaños y desde que entré y me vino ese olor tan agradable, siempre que puedo pasar por esa calle, me intento acercar al máximo al local.
El sitio está genial, te ofrecen un trato personalizado y además son muy atentos, si tienes una duda en concreto o buscas un producto para algo exactamente, te aconsejan y te hacen una prueba en el momento.
Recuerdo que la primera vez que fuimos, acababa de pasar Halloween y nos regaló una bomba de baño, cuando lo probé el agua se puso compleeeetamente color morado y daba una sensación relajante muy muy buena: D

Una tienda que tiene de todo para funcionar muy bien el personal, súper amable. Productos de alta calidad. Bravo

Lush es una cadena de tiendas que engancha no sólo porque huele rico, ni por su filosofía natural, sino por el excelente trato que recibes.
Como buena mujer que soy, me encanta descubrir tiendas y marcas que ofrezcan buenos productos de «automimo»… Mascarillas faciales, bombas para la bañera, cremas que huelan a mil maravillas y potingues variados para que mi pelo brille como el sol de verano. Conocía esta marca por varias bloggers, pero necesitaba comprobar en mi propia piel –nunca mejor dicho– qué tanta locura con Lush.
Sus tiendas están inspiradas en mercados, con mesas y estanterías con el producto a la vista y disponible para probar y oler in situ, tremendamente agradable ya que los olores te envuelven desde que entras.
También muy agradable es que al entrar te reciban con una sonrisa y ofreciéndote ayuda, que no viene mal con la enorme variedad de productos y sus diferentes cualidades. Además, suelen darte algún regalito en forma de muestras gratis, y cuando la compra ha sido buena de verdad (como fue el caso cuando llevé a mi madre y mi tía que se llevaron cada una media tienda) nos hicieron un obsequio personalizado a cada una.
Pero la experiencia se completa en casa, cuando usas los productos, que son de lo mejor que he comprado, tanto para la piel como para el cabello y los sentidos.

No se cómo conocí la tienda, pero me encanta.
Hace poco me hice fan de la página de Facebook de la tienda de Valencia y vi que hacían talleres, justo uno esa semana. Me apunté tan deprisa como pude y entré!
El taller era de cuidado de pies: limpieza, exfoliación, mascarilla e hidratación con masaje. Un verdadero placer, sobretodo porque me encanta que me toquen los pies.
Aparte de probar los productos de temporada, aprendimos cómo usarlos y cómo dar un buen masaje de pies.
Taller aparte, los productos que tienen son buenos, frescos, naturales, no son testados en animales, algunos aptos para veganos… y caros. Estas cosas se pagan, pero se agradece su filosofía de trabajo.
Os animo a que os paseis por la tienda y os expliquen más cosas sobre cualquier cosa que os llame la atención :)

Original tienda de cosméticos frescos y hechos a mano, todo con productos naturales y de comercio justo!.Al entrar los aromas te seducen de manera que quieres llevartelos todos a casa!!.El personal es muy atento, incluso te regalan muestras para que pruebes el producto.
Me encanta el jabón de miel en pastilla!
Ideal su desodorante en barra, el aceite Ros Argan para el cuerpo y su champú sólido en pastilla!, el pelo limpio por muchos días!
Si quieres hacer un regalo original, ésta es tu tienda!

A ver, tienes que ser consciente que en cuanto pongas un pie en este lugar dos o tres vendedores te «caerán encima» hasta que en cuestión de segundos se quedara contigo «el que te haya visto y hablado primero», paso número dos te dará la «paliza» diciendo más de cien palabras por minuto para darte a conocer las novedades del mes e intentando «untarte» allá donde pueda alguna crema o exfoliante.
Pasado todo esto, que en ocasiones resulta bastante divertido, solo resta que nuestro olfato se pierda entre una gama impresionante de aromas deliciosos.
En lo personal lo que más me gusta de esta tienda son las bombas de baño, las barritas de aceite de baño, las burbujas. jajaja, en general todo lo que pueda hacerme pasar horas dentro de la bañera.
«Think Pink», «Crepúsculo» y «dreamtime» son algunos de mis aromas favoritos que recomiendo.
Aparte me gusta mucho el «rollo» de que sean productos hechos a mano, sin conservadores y naturales. ¡La relación calidad precio me parece fenomenal!

Soy fan de los potingues y da gusto encontrar en la ciudad lugares donde comprar productos de belleza que no estén testados en animales. De eso sabe y mucho Lush, esta tiendecita que está en el paseo de Ruzafa y que huele desde lejos. Y claro que huele, porque todos sus productos huelen de maravilla, tanto que a más de un gel o crema corporal le pegaba yo un bocado.
Tienen de todo lo que te puedas imaginer, geles en crema, en barrita, champús en pastilla (yo estoy enamorada del de jazmín y además limpia un montón), champús en seco, mascarillas, tonicos faciales, mantecas corporales, maquillajes, colonias, burbujas de baño y un largo etcétera que omito por no hacer esta reseña tan larga como «Los pilares de la tierra».
Yo os recomiendo que si no conocéis la tienda os dejéis asesorar la primera vez, las siguientes ya iréis con idea de lo que andáis buscando. Mis recomendaciones son que probéis alguno de los geles como Snow Fairy, It’s raining men, o alguna de las barritas de masaje, o el champú de jazmín en pastilla.
Además, tienen unas cajitas muy monas para regalos que te pueden salvar de algún aprieto. Son bastante variadas así que vienen bien para probar varios productos (si no sabes por cuál decidirte).

Ay, yo con Lush tengo el corazón partío. En mi proceso de «búsqueda de la eterna juventud», y después de haber leído maravillas sobre la marca, me encuentro con esta tienda. Entrar en Lush es entrar en la fábrica de Willy Wonka, un montón de colores y aromas te atrapan (de hecho a mi me saturaron el olfato y no fuí capaz de oler lo que había comprado hasta que llegué a casa), sientes que los productos te susurran ¡pruébame, pruébame! y esperas que en cualquier momento los «Umpa Lumpa» salgan de algún rincón cantando mientras te embadurnan de cremas de arriba a abajo.
La tienda está bien decorada, los productos son atrayentes y la atención es buena, pero lo que más me atrae de Lush es su política ecológica y su utilización de productos naturales. Que la marca tiene un marketing estupendo no es ningún secreto, pero ay, no sé, hay cositas que me tiran para atrás. Me parece estupendo que todos los envases sean iguales y reciclables pero si haces esto, por favor, que las tipografías sean como mínimo legibles porque sinó, al menos yo, me mareo y ya no sé que estoy buscando; y ya como manía personal, indicar que si tienes una política ecológica NO deberías hacer tanta apología del baño ¡Viva la ducha! Aún así, salí con varias cositas y la mar de contenta.
Yo no sé si es que mi piel es una sibarita y está demasiado malacostumbrada a buenas cremas pero el caso es que no sentí que «un angel fuera a darme un beso» ni ninguna asombrosa diferencia. Quizá mis espectativas eran demasiado altas, no se.
Y me da rabia, porque yo iba dispuesta a entregarle todo mi corazón de forma incondicional y a escribirle poemas de amor y en vez de eso me encuentro una relación tormentosa, un sí pero no, un qué bonito que podía haber sido. Pero bueno, me gustas Lush (por eso las cuatro estrellas) y seguiré yendo a verte y probando tus productos a ver si encuentro el ansiado «flechazo», pero mientras tanto… no me pidas que no mire a otras.

Cuando he estado de viaje he visto muy a menudo esta franquicia, que pensaba que era sólo de jabones a peso. Hace algo más de un año me enteré por una amiga de una amiga de mi hermana de que aquí vendían un producto «mágico» para la gente con acné. Mi hermana (adolescente) lo probó y le encantó y trajo algunos productos a casa que pronto me convirtieron en asidua.
Los cosméticos de Lush son naturales, sin aditivos (dicen) y todos tienen una explicación precisa de sus ingredientes y propiedades. Hay para todos los gustos y todo tipo de pieles, con originales opciones como el champú sólido en pastilla o las pastillas efervescentes. Trato súper amable con buenos consejos –las dependientas son siempre fans de la marca-​, precios muy asequibles hasta para el bolsillo de adolescentes y estudiantes y además ¡te regalan muestras!

Tiene guasa que conociera esta tienda por una amiga de Castellón. Un día me dijo «quedamos en el centro y así voy a Lush» y yo pensado «¿pero qué es Lush?». Así que tuve que descubrirlo.
Cómo definirlo…
Lush es como un kiosco de chuches pero lo que venden huele incluso mejor, como una tienda de pinturas pero aún con más color, como una tienda de regalos pero aún más original…
Y es que Lush es una tienda de jabones original, colorida y que huele de maravilla.
Yo nunca pensé que un simple jabón pudiera ser bonito y hacer tantas cosas.
Y es que donde crees que hay un queso entero, te lo cortan y te sacan una pastilla de jabón; lo que crees que es una simple varita mágica con un cascabel en realidad es productor de espuma en su contacto con el agua; lo que piensas que es simplemente decoración navideña es, cómo no, jabón.
Nunca irías a un supermercado a por un champú y lo regalarías. Pero a Lush va mucha gente precisamente a eso, a buscar el mejor regalo original y sorprendente.
Además, el trato es excepcional. Las chicas que te atienden no pueden ser más atentas y simpáticas y el hecho de que en todas las visitas te den muestras es un punto muy a favor (digno de adquirir una estrella más). Así, puedes probar muchos productos antes de comprarlos.
Venden de todo; mascarillas, gel, champú, aceites de baño, desodorantes, exfoliantes… en líquido, sólido, crema… un sinfín de productos, formas, olores y colores a un precio ni barato ni caro, Lush lo vale.
Tu vida (y tu cuerpo) no es igual hasta que no conoces Lush.

Me la recomendó una buena amiga, fanática de la cosmética natural. ¡una tienda de cosmética fresca hecha a mano! La verdad es que ya no saben qué inventar, pero para que me voy a engañar: –tengo que entrar a esa tienda, pensé.
Una vez dentro el olor es muy fuerte (no apta para olfatos delicados) pero dan ganas de que te cuenten y de probar.
Otro punto a favor es que las dependientas son muy majas y solícitas. Respondieron amablemente a todas mis preguntas. Hasta me hicieron un par de demostraciones con las bombas de baño.
Inconvenientes de estos productos: al ser productos frescos, caducan pronto. Por ej. en el caso de las mascarillas, caducan al mes, y el tarrito ya está previsto para que te dure eso, un mes, con unas 8 aplicaciones (aunque siempre se puede estirar algo, je, je).
Algo que me llamó la atención, fueron unos dentífricos en grajeas, que deben estar bien para cuando sales de viaje, pero no me animé a comprarlos (por ahora).
Cada mes hacen una fiesta en la tienda, y ese día te puedes aprovechar de descuentos y promociones.
Al final piqué y acabé llevándome una burbuja de baño Pop in the Bath, que huele a azahar y hace una espuma impresionante.
¡Ay! qué peligro.

Me gustan esas tiendas que puedes olerlas desde la calle. Lush es una de ellas.
Esta marca inglesa de jabones presume de la fabricación artesanal de sus productos y de manera ecológica. Tal vez sea por eso sus productos varían según donde se encuentren. Para mi solo hay una diferencia entre una tienda de golosinas y esta tienda de jabones: las primeras se pueden comer y si intentas comerte las segunda entonces es probable que tires pompas por la boca. Muchos de los jabones tienen forma, nombre y aspecto de golosina.
Hace poco Lush ha abierto su pequeña tienda en pleno centro de Valencia. Pero no sólo puedes comprar jabón, también puedes conseguir todo tipo de productos para el cuerpo y el cabello y así mimarte un poco. Tienen de todo: bombas, jabones para hacer búrbujas, mascarillas, gelatinas, exfoliantes…
Además te aseguran que ninguno de sus productos está testado en animales.