Munich2Go

El local es pequeño y no puedes comer ahí pero las hamburguesas están riquisimas y económicas, el personal es agradable.

¡Munich2Go ahora en Blasco Ibáñez! La verdad es que se agradece. Solo he ido al local de la calle Caballeros y es muy pequeñito. Pensado para comprar comida para llevar ya que no hay sillas para sentarse. Aunque lo que yo hago cuando voy a Munich2Go es comprar la comida y sentarme en una plaza próxima.
Ahora con el local de Blasco Ibáñez lo han convertido más en un bar tradicional y ya podemos sentarnos en mesas y comer a gusto.
Si eres adicto a las «Salchichachen» ya estás tardando en ir a Munich2go. Además puedes acompañar tus Hot Dog con las mejores cervezas alemanas.
El procedimiento suele ser el siguiente: escoge una de las 3 «Salchichachen» que tienen disponibles, elige los ingredientes adicionales que quieras hasta reventar, y por último elige las salsas que quieras para bañar tu delicioso pastor alemán y ¡A disfrutar!
También tienen nachos, aunque la salsa de queso es muy mejorable… Es muy espesa y se tendría que servir caliente. La mejor salsa de queso para nachos es la de la marca Rico’s.
No os olvidéis de seleccionar la oferta de Unilocal para conseguir gratis un «Mega Gofre». Acompáñalo con Nutella, chocolate blanco…
L@s emplead@s son super simpátic@s, y contestan en Facebook si tienes alguna duda.
¡Me encanta!

Encontré una oferta en una app: un perrito caliente, un gofre y una bebida por 5 €. Evidentemente ni me lo pensé porque llevaba tiempo queriendo probar alguno de estos locales similares que hay ahora por el centro, y arrastré a 2 amigas hasta el local mintiéndoles constantemente con frases como «está en la Plaza de la Virgen», y cuando llegamos a dicha plaza y seguí andando dejando claro que no estaba ahí continué con los clásicos «falta poco, es tirar por esta calle». No es que esté alejado del centro ni nada, de hecho la Calle Caballeros es muy conocida, céntrica y frecuentada por mucha gente, pero al haber estado ya andando toda la tarde para ir a más lugares me vi claro que o les decía que estaba más cerca de lo que estaba, o me iba a tocar ir solo.
Cuando llegué había un hombre que había hecho un pedido tremendo así que me tocó esperar unos 10 minutos, pero la espera valió la pena, y deduzco que más gente había tenido la misma idea que yo porque en cuanto llegué empezó a formarse cola detrás de mí, y en unos minutos había como 6 personas esperando después de mí.
La chica que atendía en el local era muy simpática y me comentó todas las opciones posibles de salchichas, salsas, combinaciones que ella recomendaba, etc. Además es un local minúsculo, creo que incluso el aseo de mi casa es más grande, así que esa falta de espacio puede resultar muy estresante y hacer que la persona que te atiende sea un poco ‘gruñona’, pero no sólo no fue el caso sino que la chica fue realmente agradable. No es el mejor local para quedarte a comer porque si te sientas en la barra estás ocupando ya más de la mitad de la misma, pero creo que precisamente este tipo de comida (véase hot dog, pizza, etc) tienen más gracia en casa y con amigos, así que sin duda recomendaría este local para eso: coger la comida y llevártela a casa.
No recuerdo exactamente qué tipo de salchicha pedí, pero sí recuerdo que había 3 variedades distintas. La chica me comentó que una de ellas estaba más especiada y fue la que pedí. Tras elegir la salchicha tienes un montón de cosas que ponerle por encima, por ejemplo queso, bacon, cebolla crujiente, patatas paja, etc., así como bastante variedad de salsas para elegir también, como ketchup, mostaza y miel, salsa barbacoa, etc. El gofre lo pedí con chocolate blanco (había más salsas también, como Nutella, dulce de leche o caramelo), y de bebida me pedí un Nestea.
La verdad es que cuando vi que la caja del perrito caliente apenas cerraba me asusté un poco porque pensé «exactamente, ¿cómo se supone que voy a comerme eso sin perder la dignidad y sin darle un nuevo tono a mi ropa por las manchas?», así que preferí irme a mi casa y comer sin miedo a dejarme la dignidad por el camino. La cebolla crujiente que había pedido desprende un olor muy característico (a cebolla crujiente, vamos), y la media hora que pasé en el autobús con la cena en una bolsa oí a varias personas que iban en pareja o grupos decirse unos a otros «mmm, huele a comida», pero seguro que ellos no gozaron tanto oliéndolo como yo unos minutos después comiéndomelo, porque a pesar de no estar recién hecho y haberse enfriado un poco seguía estando genial. Sin duda repetiré, no sé cuándo ni sé de dónde saldrá la oferta que me hará repetir (porque no es que me parezca muy caro pero con una oferta todo sabe mejor), pero repetiré.

Vaya … con la ilusión que me hacía el check-​in … hay gofre de regalo … pero tuvimos que esperar mucho y fuimos a uno muy cerquita casi por lo mismo y a mejor precio.
Volveré a ir a ver si fue un mal día, siempre puede pasar… y a por el Unilocalgofre…

No es nada del otro mundo, me esperaba algo mejor, las salchichas tienen el tamaño normal, me pareció algo caro para lo que era.

Paseando un día por el centro me encontré con Munich2Go, donde pude probar unas riquísimas salchichas alemanas. Recomendable 100%, un trato estupendo y de postre un espectacular gofre casero.

Tenía muchas ganas de probarlo desde antes de ser Munich2go y por fin llegué atraída por su oferta en Unilocal,que estaba genial. Compré un bono de 10 euros (válido para entre semana) y pudimos llevarnos perritos hasta 14 euros ¡viva!
La mascletà fue la excusa perfecta, ya que pilla cerquita, en pleno Carmen, y llegamos hambrientos.
La chica nos atendió con una sonrisa enorme y fue súper amable. Creo que para llevar un local así en el que la comunicación es muy cercana (básicamente porque es un local pequeñito) la persona detrás de la barra ha de ser como ella. Simpática, eficiente, dispuesta a contarnos todo y más sobre el local y conocedora de los secretos del producto. Se sabía a la perfección cada salchicha por la que le preguntamos, cada salsa, y nos recomendó incluso cuando estuvimos dudosos. Nos decantamos por dos bockwurst (de cerdo) una con salsa de miel y mostaza y cebolla plancha y otra con ketchup, queso y cebolla crujiente. Por si fuera poco, con la oferta nos dio para una bratwurst con bacon y no recuerdo qué más (pero estaba hasta arriba de cosas) y un pretzel, que es una especie de lazo de pan alemán que me encanta. salió calentito ¡estaba muy bueno! y además nos cogimos dos cervezas alemanas de bote tipo pilsen que resultaron muy acertadas.
También tienen salchichas holandesas, que se fríen en freidora, como nos explicó la chica, pero nosotros fuimos a las clásicas alemanas.
El local es micro, así que puedes comer allí en una esquinita del local habilitada con un par de sillas altas o si hace buen tiempo llevártelo por ahí. Mi recomendación, si no llueve o hace algún grado bajo cero (cosa bastante improbable en nuestra amada Valencia), escoger todo para llevar e ir a la bancada de la plaza de Manises que está frente al Palau de la Generalitat (a escasos metros).
Fue una comida rápida, agradable y «muy guarra», en cuanto a salsas cayendo por la boca y manos llenas de mostaza. Poco recomendable para primeras citas y mucho para ir con amigos, parejas, pandilla, gente joven (no tu madre).
En cuanto a la calidad, nos gustaron las salchichas bastante y todo era fresco. Cierto que el tema de las salsas hace que pese en el estómago y nos repitió un buen rato esa tarde, pero ¡son perritos! ¿qué quieres? A mí, para una parada técnica a recargar energías, de vez en cuando, me parece divino.
Estoy segura de que los fines de semana por la noche la cola llega al río Turia. ¡Es un gran reclamo para los jóvenes festeros de la noche carmenera!

Salchichas auténticas alemanas con todos los detalles, salsas acompañantes y hata bretzel que están buenísimos. Bratwust, bockwurst, berner y fikadelle. Puedes pedir para casa y desde luego si estás de marcha por la zona es un tentempié ideal. La chica que atiende, majísima.