O Peregrino

El menú muy bien en relación calidad precio, al menos el de 12 €, que incluye un primero, un segundo, bebida, pan, postre y café. Ah y un chupito que nos han puesto después de los postres: D
A parte hemos pedido de la carta una tapa de pulpo a la gallega, no puedo decir otra cosa que no sea que estaba muy rico.
El trato del personal muy correcto, la señora muy simpática, el camarero algo más callado, pero en general muy bien, sin queja alguna.
A ver si otro día vuelvo con más presupuesto y me lanzo a por cosas de la carta.
Pues eso, un sitio más para recomendar sin miedo.

Yo las veces que he ido he comido de menu, nunca a la carta, bien por los precios o porque era la opción que directamente te ofrecían, y como siempre tenia buena pinta y aun precio asequible, siempre nos hemos decantado por él. Recuerdo unas navajas a la plancha que me supieron a gloria, y losnplztos en general estaban muy bien, pero recuerdo una ensalada con frutos secos tipo cacaos, pipas… etc, que me disgustó pq llevaba mucha cantidad y agobiaba bastante, pero en general no está mal si vas de menú, a la carta aún no me he atrevido… pero para un dia entre semana no esta nada mal, se puede ir perfectamente y disfrutar de un menú gallego buenísimo.

¿Y por qué un gallego? pues no lo sé, porque estábamos por la zona, porque mi padre tenía ganas de emociones fuertes, porque sentíamos nostalgia de nuestro viaje a Galicia, porque tenía buena pinta… ni idea, aunque me imagino que sería una mezcla de todo y también porque tendría ganas de gastarse dinero porque, aun sabiéndolo, la bromita del gallego no nos salió barata y eso que entramos con pies de plomo.
De todas formas, a mi la comida me encantó. Pedimos un pulpo a la gallega con patatas, no pedirlo hubiera sido pecado, que estaba supremo. También, como no, lacón con grelos, una tablita de quesos gallegos y un plato más que no recuerdo (¿navajas? ¿berberechos?). Después cada uno su empanada. La mía era una gallega clásica de atún que compartí con el resto (somos una familia muy hippie en ese aspecto). Todo lo regamos con un Oporto que me gustó mucho pese a no ser yo muy vinera.
Lo que no me acabó de convencer de O Peregrino es el hecho de que los camareros, muy amablemente eso sí, te aconsejen sobre lo que debes o no debes pedir. La línea entre la recomendación y la obligación es muy fina y yo creo que ellos tienen tendencia a traspasarla.

Con este nombre, como ya habréis supuesto, no voy a escribir sobre un restaurante turco, por poner un ejemplo. Y ahora, una cosa importante. Si vais a este gallego, intentad ir invitados, como yo fui la última vez, porque no es barato. Eso sí, merece la pena el precio que se paga.
Recomiendo no perderse la empanada gallega que preparan. Bueno, en realidad empanadas porque varían su relleno dependiendo del día. La de berberechos está bárbara. Así da gusto quedarse empanado. Tampoco dejéis de probar su pulpo, preparado, ¡oh, sorpresa!, a la gallega.
Una advertencia final. Cuidado con el vino turbio. Hace que se enturbie la vista, la cual cosa, escrito sea de paso, puede hacer que lleguéis a ver meigas, porque… haberlas haylas.