Sala Alameda Palace

Si te quieres casar sin salir de la ciudad, en un sitio céntrico y de calidad no debes dejar de visitar el Alameda Palace, eso sí, también debes llevar una buena bolsa en el cinto.
No hablo por experiencia propia, pero si de familiares y conocidos.
He asistido a una boda en estos Salones y la verdad fue una grata experiencia. No son nada ostentosos, una decoración sencilla pero elegante en su entrada, y un salón, el que conozco, amplio, con una pista central alrededor del cual se distribuían las mesas. Esta disposición me pareció curiosa. Hasta ahora en todas las bodas a las que he ido la pista está a un lado en una sala llena de mesas. Aquí el protagonista es el baile, y los novios cuando les llega el momento de imitar a Fred Astaire y Ginger Rogers, en el centro, me gustó.
En lo que respecta al menú, como todo depende de lo que te gastes, en esta ocasión no hubo ninguna queja. Los entrantes fueron abundantes y los platos cumplidos y sabrosos, tienen una buena cocina. Tampoco hubo problemas a la hora de la barra libre, hasta que los novios quisieron, aunque eso sí, a precio casi de cubata normal.
La ventaja principal es su ubicación enfrente de río, puedes hacerte unas fotos preciosas en el puente de piedra o en el propio Turia, sin más parafernalia. Y al acabar todos a los pubs y discotecas de la zona, sin necesidad de coches, autobuses… ay que te sigo, ay que me pierdo.
Una opción a tener en cuenta futuros matrimonios felices.

El peor sitio donde he ido a celebrar mi Nochevieja con diferencia. Tiene fama entre los más jóvenes porque su público no suele superar los 18 – 19 años, pero aunque tengas esa edad, que es cuando fui yo, hay cosas que no se pueden tolerar.
Y es que pagar 60 euros por barra libre, cotillón y todas esas cosas para que luego se acaben la mayoría de botellas a las 2 y media y sólo quede whisky y cocacola… Creo que si pagas un servicio así de caro, es para que te lo puedan ofrecer, y no para tener que dejar de consumir a una hora tan temprana, o pasarte al JB cuando tú siempre lo has odiado, ya que eres más de vodka. Un horror. Creo que con los años que lleva esta sala estas cosas no se pueden tolerar. Es como si en una cena de menú se les acaban todos los platos menos uno y me tengo que conformar con ese, la diferencia es que en un restaurante puedo levantarme, irme y buscar un sitio mejor, pero habiendo pagando por adelantado la barra libre no nos quedó otra que aguantarnos y tragar.
Además de eso, para rematar la noche, se les fue la luz en la sala sobre las 2 o así, y bastante rato. Evidentemente sin luz pues tampoco hay música, y tampoco te podías mover mucho por si te perdías a oscuras, así que ahí nos tuvimos que quedar de pie hablando hasta que se solucionó el problema, y fue cuando nos dijeron que no quedaba casi alcohol, un desastre.
Menos mal que el resto del año fue mucho mejor que el comienzo, porque de verdad que esa Nochevieja fue para llorar. Pero éramos jóvenes y la recordamos con humor, que es lo que nunca se pierde…

He venido aquí dos veces. La primera de ellas fue en una Nochevieja, y después de aquello decidí que nunca más volvería a celebrar un evento de este tipo en una sala de fiestas, en general. En primer lugar, por el precio, me pareció carísimo. En segundo, por la cantidad de gente. En tercero, porque la «barra libre» se acabó a poco más de las 3… no sé. Era uno de los primeros años que celebré la Nochevieja fuera de casa y me decepcionó bastante.
La segunda vez fue en una cena de gala, a la que fui invitado, sin pagar nada. Esta vez fue mejor, supongo que influido por la gratuidad del evento, pero la verdad es que la comida fue aceptable y la barra libre, esta vez sí, duró hasta bien entrada la noche, quizá porque ya lo habían calculado de antemano (gente joven había poca, que son las que más bebe, claro).
No sé. Una vez que estuvo bien y otra vez que estuvo muy mal… suspende, por poco pero suspende. No la recomiendo para ir en Nochevieja y para grandes eventos… tampoco, porque hay sitios mejores por un precio similar. O más baratos.

No lo considero un salón de eventos que, en lo estrictamente funcional, posea ningún atributo especial.
Celebré en él la Nochevieja, que organiza como tantos otros lugares similares, por un precio que ronda los 60 euros. Comparándolo, por ejemplo, con la sala de La Hípica, cuenta con menos prestaciones, ya que carece de un espacio abierto en el que tomar el aire. Si barajas la alternativa de Alameda para tu noche de fin de año, has de saber que su oferta es de las más elementales: básicamente, los 60 euros incluyen la barra libre de bebidas (y las uvas, si es que las tomas aquí).
Sin embargo, para otros acontecimientos, como banquetes de boda u otros convites, sí que habilitan una terraza. Es en tal circunstancia en la que sale a relucir uno de los posibles grandes atractivos de este sitio, sino el principal, que es su emplazamiento. Se halla en el paseo de la Alameda, frente a la zona verde que conforma el Jardín del Turia, la cual, sumada a la amplitud de toda el área del Passeig de la Albereda, crea un entorno francamente bello, elegante.