Este bar que hace esquina enfrente de la Nueva Fe no puede tener unos almuerzos mejores ¡son la bomba! La primera vez que fuimos pedimos unos bocatas de tortilla de patatas y nos sacaron nuestras olivas y cacaos sin pelar, bebida y café, todo por no más de 4 euros. A partir de las 10.30 se llena la terraza, casi siempre soleada, y ahí van que vuelan los mega bocatas entre orujos y sol y sombras. Otro día que nos pilló por la zona, probamos el menú de mediodía que por 8 euros se compone de tres platos, postre y café; barato donde los haya. Pedimos paella, ninguna maravilla, pero que nos entró de cine y un lomo con patatas(clásico en los bares) muy bueno. En el postre patinamos, ya que pedimos natillas y nos sacaron las Hacendado en su tarrina amarilla con una cucharita… ayyy chicos ni ponerla en un bol de cristal para que nos creamos que son caseras ¡jajaj! Pero me hizo mucha gracia porque les pusieron canela y hala, y yo me las zampé muy a gusto ¡gente sin complejos, natillas de Mercadona, claro que sí! Pienso volver a almorzar al bar Sandra, para comer me lo repensaré…jeje.