I’m a scraaaaaat bar! Dibidibidi yop yo rop yo! Fue lo primero que me inspiró este local, una especie de bar-pub pero que, como muchas veces pasa, esconde un tesorito en su interior. Llegamos gracias a la reseña de Jon P y he de decir que salimos encantados, a reventar y medio piripis, eso sí. Era un domingo a mediodía y andábamos medio perdidos por los doscientos mil bares de la zona de L’Eixample, recordé la reseña de este preciado Unilocaler y zas, entramos. La chica ya nos sonreía desde la barra. Estábamos solos y llevábamos en carro a mi hijo de 11 meses, así que cuando vimos que las mesas eran de las altas casi retrocedemos. Sin embargo, la chica fue tan maja y nos lo puso todo tan fácil que nos sentamos primero en una zona de sofás a tomar unas cañitas y luego pasamos a la zona de mesas altas. Mi hijo iba de brazo en brazo y del carro al brazo, así que(sin ser lo más cómodo del mundo), salvamos la situación y comimos muy a gusto. Lo primero que he de destacar es la amabilidad y disposición de la chica, además ese día estaba sola y todo lo hacía ella, admirable. Nos explicó un poco la carta y pociones y había bastantes cosas apetitosas: ensaladas, crêpes, carnes… Al final nos decidimos por foie, ensalada, crêpes y un codillo a compartir entre cuatro, casi na. Sobro tanta comida que nos la puso en tápers para llevar a casa(aún tengo que bajar a devolvérselos, ay, ay). Encima el codillo levaba pasta con trufa y setas de acompañamiento, y eso ya era casi un plato por sí mismo. El vino iba que volaba, el pan eran unas tostaditas integrales con aceite, riquísimas, estuvimos tan bien que allí nadie miró precios y claro, al final nos salió por 25 euros por barba. Sin embargo, por la gran calidad de lo que comimos, la currada que se pegó la chica, ser todo casero y original(no lo típico que encuentras en cualquier bar), y encima el buen trato, no le puedo dar menos de 4 estrellas. Se las merece todas. Volvería y volveré, aunque cierto es que no se trata de un local familiar, si no más bien para grupos de amigos que salen de risas, estuvimos de lo más bien y creo que si mi hijo hablara diría que sí, que vuelve al Scrat Bar. Si pasas por delante entra y echa un vistazo, seguro que mirando un poco lo que pides te sale mejor de precio que a nosotros y de verdad que vale la pena(vale, sí, lo reconozco, como salgo poco a veces ni miro los precios porque ya salir es un homenaje). Esta chica sabe lo que se cocina.
Samuel M.
Évaluation du lieu : 4 Valencia
Una grata sorpresa haber conocido este sitio. Había pasado muchas veces por la puerta pero me daba la impresión de ser un pub con algo de comer sencillo, pero nada de eso tienen una carta muy variada y con platos muy elaborados. Fuimos 4 amigos a comer y nos dejamos aconsejar por la chica. Algunos entrantes y de plato fuerte codillo. Todo muy bueno y(demasiado) abundante, aunque al menos nos pudimos llevar en tuppers todo lo que nos sobró. Para mi gusto le faltan más mesas bajas, que son todas de taburetes y me parecen más incómodas, sobretodo si vas con niños como era el caso.
Jon P.
Évaluation du lieu : 4 Valencia
Ibamos de peregrinos y nos cogimos de la mano. No ahora enserio. Salimos a cenar viernes 7 de Marzo a la zona Cánovas, los dos sitios que teníamos pensado no pudimos por no reservar, y paseando a la aventura, decidimos entrar en este sitio por lo diferente del menú de su pizarra, llamaba algo la atención. A simple vista desde la calle parece un local más de tomar algo que de cenar, además de que es muy pequeño. Nos la jugamos a entrar y no todavía muy convencidos. La dueña, creo, salió y habló con nosotros de que plan teníamos para cenar y nos recitó todo lo bueno que tenían y nos dio varios presupuestos. Uno de 25 € con barra libre de vino, sangria, cervezas, etc. No tenía mala pinta pero no para un viernes que salíamos en plan tranquilo. Total que seguimos bajando hasta los 15 € en la que nos cerró el menú y bebida a parte. Nos dijo que por ser la primera vez que íbamos y tal y como nos vio las caras de poco convencidos todavía nos iba a «mimar» un pelín más y que nos sacaría cosas que no habíamos pedido para probar, mas que nada porque no habíamos pedido, jajaja, fue sacando lo mejor que tenía, y la verdad, que chapó. Nos compró con la comida, y es lo que creo que debe de hacer un restaurante, bar, chigre, lo que sea. A mi compramé y a la próxima ya veremos. Total que empezó a sacar salmón con una base de puerro caramelizado, una especie de salchicha o chorizo casero con una salsa de quesos, una ensaladas con queso y ibérico cojonudas, todo esto para 7 personas y en cantidades muy grandes. Nos pusieron bien de pan tostadito y todo esto acompañado de un vino que no falla nunca, Ramón Bilbao. Acabamos con una carrillada en salsa muy magnÍfica, si con la i en mayúscula. Total, 159 € contando los dos bocadillos de las dos chicas que no entraron en el menú por falta de hambre. 15 euros por cabeza menos mi primo y yo que la segunda de vino corrió de nuestra cuenta, ély yo 27 €. *también pagamos parte de la primera, no os asusteis. Salimos muy contentos y empachadísimos, y ya tenemos un sitio más que conocemos y al que añadir a nuestra lista de sitios conocidos y que tirar cualquier día. Espero que a la próxima no se acomoden y sigan dándonos la misma calidad. Nos atendieron estupendamente. Que no mueran de éxito, por lo menos del que tuvieron con nosotros.