Tinto Fino Ultramarino

Loved this place so much we went twice during our 4 day break to Valencia! Tinto Fino will always be a special place for us as we went here for a meal and drinks after getting engaged and had the best evening!
The whole place is buzzing with locals and foodies (and a few tourists like us!) — make sure you reserve a table as its so popular. It’s authentic, romantic, relaxed, and the service is second to none.
They have an incredible selection of wines by the glass, I was completely spoilt for choice but the staff are more than happy to recommend their favourites. Food was delicious, unpretentious and plentiful, really reasonably priced too! Cannot recommend highly enough!

Ya hay unas mas que interesantes reseñas que son totalmente validas actualmente. Yo no me voy a extender mucho porque otros compañeros ya lo han hecho estupendamente.
Mi recomendación son las albóndigas boloñesa que os van a saber a poco. Os van a encantar. La salsa es excelente y la albóndiga genial.
Cuando estuvimos el local no servía birra así que nos pusimos morados de vino.
Desde aquí poco mas puedo contar, no lo recuerdo… es fácil intuir por qué jeje.
El servicio es genial, la gente se porta de maravilla. Muy simpáticos, cercanos y el «rollete» es sensacional. La ubicación es fascinante. Centro histórico a tiro.
Para escaparse y, en vez de cenar, tomarse unos vinos con algo de picar, perfecto. ¿Que solo sois de vinos antes de cenar o a media tarde?, pues maravilloso también.
Si estáis en zona y os va lo de acompañaros con vino, o sin acompañar, ni os lo penséis.

I came here based on the reviews from another website. After my experience, I realized most of the people that gave positives reviews were tourists from a particular geography (no offense), and then it made sense that they thought the food here was good. It’s fine, because eventually people will learn, eating at a place like this is not the way to eat in Spain.
As soon as we walked in, it was extremely hot with no air circulation. I already felt this was a bad sign, but my husband wanted to stay and wait, because we asked his mother and sister to join us for dinner. With so many places to eat in El Carmen, I knew this was already starting off on a bad foot.
The bad vibes would continue with horrific service… beyond the Spanish way of leaving the guest alone (which is their way of letting you enjoy your meal without being intrusive) that people might think is rude. We sat at our table for over 15 minutes before being acknowledged and then when the dishes started coming, it was almost 30 minutes later. They weren’t that busy, and tables around us were getting served faster than we were.
Then when we asked whether or not there was sangria on the menu, the waitress said «we only serve good wine.» This was all said in Spanish, so there was no lost-​in-​translation moment here that some might think we experienced. I guess she meant that the wine was good enough that it didn’t need to be turned into sangria (which I don’t think is necessarily a bad thing!).
Well…the bottle she recommended ended up being crap wine not worth drinking, and the food… it was bad. Nothing was fresh and the flavors and combinations atrocious. Why would anyone put dried basil as a garnish on jamón ibérico? I get that they have «italian» influences, but putting dried basil around jamón does not make the dish «fusion» or Italian inspired.
Just trust me when I say the food was bad. Not to mention it also feels like you are eating in and on furniture found at the flea market or on the side of the street– chairs and tables uncomfortable and mismatched with the purpose of looking hip.
With so many places to eat in El Carmen or Valencia in general, this is not where you want to go.
So embarrassed that this was the first night and dinner we treated our family to for a special meal.

Auténtica boloñesa italiana en sus albóndigas.
Bodega más que interesante con buena selección de caldos italianos y españoles.
Relación calidad-​precio-​simpatía de sus camareras… EXCELENTE!

El sitio es pequeño pero muy limpio y acogedor, no me voy a enrollar, sinceramente lo que te pongan un 10 la verdad si. Pero precio aprox 55 la pareja 2 copas de vino, postre y la cena pues eso…
Perfecta pero con productos baratos, quien haya estado decirme si me equivoco, harina harina y harina con 4 rodajitas de x o x o x pero finitas como un folio, y claro hecho en su punto esta perfecto pero no hay consistencia

Mi puntuación se basa en mi primera y única experiencia. (Aunque en puridad estuve por primera vez con la guindi y al ver la carta con tanto queso y vino que a ella no le va decidimos cambiar de sitio).
El caso que esta mi segunda vez sí que caté el condumio que tienen, y la verdad es que estaba todo bueno pero tampoco me pareció excelso. Aceptable sí.
Como éramos bastantes comensales nos pusieron la mesa alta, que resulta bastante cómoda pese a lo que yo pensaba a priori, se está realmente confortable allá en lo alto.
Yo dejé que pidieran las expertas que ya han estado en más ocasiones y la verdad es que había un exceso de queso (y eso que a mi me encanta el queso), pero bien.
La tapa de la casa está muy bien, el foie muy rico y un plato de berenjena (creo que era lasagna pero sin pasta) estaba realmente buena, creo que es plato que más destacaría.
La piadina que lleva jamón (era la 2) resulta demasiado salada, recomiendo pedir otra de las de la carta.
Los postres que probamos (2 coulants y una tarta de queso para 12) tampoco se pasaban. Estaban buenos pero no eran para tanto.
Quizá es que vistas las reseñas de Unilocal me había creado unas expectativas demasiado elevadas.
En definitiva, dos botellas de vino (uno blanco y otro tinto), los platos no es que sean muy generosos, y aún así había poco pan para acompañarlos (ya que casi todos
Son de untar, al menos los que pedimos). Pidiendo café y no nos invitaron a chupito salimos a 20 €.
Me parece que es un poco caro para lo que comimos, pues no pedimos muchos platos y las piadinas las compartimos.
El personal bastante servicial, lo que debe ser lo normal en los locales abiertos al público y el local me pareció muy agradable. Pese a estar de bote en bote se podía conversar y escuchar al de al lado, cosa que me agradó bastante.
Es un buen lugar para una comida o cena informal. Supongo que al año que viene volveré en la comida anual de las amigas de Canet y podré ratificarme o desdecirme. De momento lo dejo con que está bien pero no es excepcional.

Hacía muchos años que no iba y ya era hora de volver, este restaurante nunca decepciona.
Está en un lugar tranquilo del Carmen pero muy fácil de acceder desde la plaza de la Reina. Cuando entras en el local es donde yo veo el punto que menos me gusta (huele muy intenso a embutido (es cierto que tengo el olfato bastante desarrollado) pero me costó un poco acostumbrarme a ese olor, tranquilos que podéis reíros ;P). Era un viernes de octubre y no teníamos reserva y estaba bastante lleno, pero nos dieron la opción de esperar con una copa en una barra de la entrada y en 10 minutos ya teníamos mesa. En taburete y muy pequeña, justo en una esquina, pero bueno tuvimos mesa sin reservar, aclaro que si me hubiesen dado esa mesa reservando me hubiese enfadado un poco.
El lambrusco que me tomé yo sin duda de los mejores que he probado, me encantó :) Para comer, íbamos en pareja y todo era para compartir. Suelo pedir consejo a la camarera sobre los platos, en este caso, no nos aconsejó muy bien pq pedimos 4 platos y eso es una burrada pq nos tuvimos que dejar muchísima comida, pero luego no tuvimos opción de cancelar ninguno y nos quedamos con ganas de probar una tarta de queso que todo el mundo pedía y que tenía una pinta estupenda.
Además, una vez te sientan en tu mesa te traen un aperitivo que la verdad, es casi como un plato y esto tampoco lo sabíamos.
Pedimos: una tabla mixta pequeña de embutidos y queso (muy muy ricos, aunque sea pequeñas con eso y el pan para dos casi que ya cenas), patatas con queso (sin más, no las volvería a pedir), hojaldre de bacalao y aceitunas (espectacular, lo que más me gustó) y la tosta gitanillo (con speak, mozarella, tomate y rúcula, riquísima también). Como veís nosotros no sabíamos tamaños y fue una barbaridad lo que pedimos.
Tenemos ganas de volver para cenar sin pasarnos y poder disfrutar de los platos.
Y un último consejo es revisar la cuenta (yo lo hago siempre, mi novio nunca), la cuestión es que ese día subía 15 € de más, la chica nos rectificó la cuenta sin problemas y nos dijo que les pasa bastante a menudo pq la pantalla táctil no les va muy bien.

Un sitio super diferente, con un estilo diferente que yo no había visto antes. Eso de tener como una charcuteria dentro del restaurante y te cortan y preparan todo ahi es muy original. La comida tambien me gusto aunque solo caté una tosta. Volvere y lo recomiendo.

The food was really wonderful tapas, but the standout here is the wine. A long wine list of interesting and delicious Spanish wines by the glass so that you can try a few different things. Staff was excellent and very attentive, and the waitress took the time to explain the wines and help us pick ones we wanted to try. Nicely done!

A ver, a ver… por donde empiezo… Mmmm… es que no lo sé… Ah, sí… No, no, no, espera… sí, sí, sí, … No, no, no… Qué es que no lo sé!!!
Bueeeni, relataré una de las experiencias más deliciosas que he vivido en muuuucho tiempo a sabiendas de que da igual lo que diga, que no estará a la altura…
Imaginad un paseo por una de las calles con más encanto de Valencia, donde la vista del Micalet por encima de las azoteas te ataca como un bazooka de recuerdos esplendorosos del pasado de la ciudad. En esa calle, tras una curva se abre un local que te llama, te atrae, te imanta con ese encanto kitsch, ecléctico, cargado de personalidad: suelo del año de maricastaña, cuadros y pósters antiguos, luz ambiente perfecta, una columna con autógrafos, dibujos,…un mostrador de charcutería como parapeto de la cocina… Y un señor tocando la guitarra: música en directo!
Ello da paso al trato más encantador que he recibido en años por parte de una camarera. Agradable, aparente, competente, simpático y empático: un encanto total.
La comida es una mezcla de cosas típicas italianas y españolas. En este caso se pidió una tabla mixta de quesos y embutidos, regada con un Fuenteseca, buenísimo dentro de una carta de vinos espectacular…
Tabla precedida de una tapa con aceitunas, humus y queso, aperitivo de la casa, casi un plato en sí.
Seguidamente le llegó el turno al roast beef con su salsa especial y terminar con el tiramisú, todo guiado de la mano de la encantadora camarera.
El tiramisú es bueno, bueno… Casi de lo mejor de Valencia.
Ya sólo me queda decir que me entraron ganas de cantar aquello de Enrique Iglesias: «es una experiencia religiosa…»
Recomendable al 200%!!!

Bonito lugar para comer cenar o tapear. Interesante, buen ambiente y variedad de vinos. Buenísimo!!! El gazpacho de melón nos encantó.

Accueil chaleureux et souriant, tabla de fromage pour 4, les fromages sont bons, un tapas poulpe mais dommage qu il soit mélange a de la pomme de terre les brusquette sont bonne mais cela reste des bruschettas.
Un vin rioja a 12 euros bon rapport qualité prix

Bastante bueno todo, pidas lo que pidas excelente, muy buen trato y ambiente, limpio, colorido, lo recomiendo como otra experiencia mas, ideal para parejas .
Si que es cierto que a pesar de que es 1 italiano pero casi todo es masa de pan y la harina es 1 elemento muy barato para 25 o 30 euros por persona a muy excelente que lo hagan.
Le falta 1 poco mas de consistencia al asunto.

Value for money. Great quality food — good atmosphere — friendly staff. Everything was perfect! We had the shared cold cuts and cheeses with a bottle of wine. Just perfect!

Buen producto y ambiente.
Local acogedor con amplia carta de vinos y genial atención por parte del personal.
Decoracion, música, temperatura … Todo muy bien y con buen gusto.
Opción recomendable para compartir algo de embutido y una ensaladita, por ejemplo :))
Único pero: apenas tiene cervezas para elegir, pero sin duda se les perdona por el buen rollo y cariño que ponen en su trabajo.

Petit resto Italien a l’ambiance bistrot très chaleureuse. C’est une adresse très courue donc réservation obligatoire bien à l’avance si vous désirez une table, sinon ça sera chaise haute peu confortable.
Cuisine italienne avec quelques touches de cuisine espagnole.
Le service est très professionnel et plein de joie et de bonne humeur.
Les vins qui m’ont été conseillés étaient excellents, la majorité des vins italiens, même s’ils disposent aussi de vins espagnols qui sont pas mal du tout.
La cuisine est bonne et la présentation impeccable.
Pour deux personnes, on a pris 3 tapas, un cheesecake (délicieux) et une bouteille de vin pour environ 40 € le tout. C’est plutôt raisonnable, prenant en compte la qualité des produits.
Le petit bémol, c’est le bruit. C’est quasiment mission impossible d’avoir une conversation dans un ton normal en dinant ici un weekend ou le restaurant bat son plein. Donc pour un plan entre amis c’est top, mais pour un dinner romantique, à deux, au calme c’est pas vraiment l’idéal d’y aller un weekend.

Si Renato Carosone viviera diría: ¡Canta Napoli, Napoli matrimoniale! porque el lugar es para celebrar una boda con él y por todo lo alto. Atención mega eficiente y sonriente, platos italianos con un toque sorpresa que apetecen desayunar, comer, merendar y cenar, buenos vinos y una localización perfecta. Llamé por teléfono para reservar y me atendieron divinamente, además me avisaron de una cata que hacían esa noche por 15 euros con 5 tipos de vino diferentes maridadas con unas tapas especiales. No lo cogimos porque era la típica cena de amigas que queríamos estar hablando hasta agotar la saliva, pero la mesa de al lado estaba haciendo la cata y nos dio un poco de envidia, a mí por lo menos.
A lo que vamos, viendo la carta lo queríamos todo así que tras unos minutos de confusión nos decidimos por una ensalada Bufalinna (con mozzarella, tomate y pesto), una tosta de «speck» (fiambre de la zona que le da nombre tipo lomo y un poco sazonado y ahumado) y, rúcula y tomate y una «parmiggiana». Pero empezamos la velada a lo grande, con un spritz (ay, qué rico está) y luego pedimos una botella de tinto a elección de nuestra amiga Desiree, la catadora oficial, bueno y agua para destilar todo aquello, obviamente. Yo no pude co el spritz entero y la botella la dejamos con un tercio, pero lo bebido y comido lo disfrutamos al máximo.
Antes de los platos sacan un aperitivo de queso y aceitunas con pan y tomatito, buenísimo. El dueño, un italiano saleroso, se acercó en varias ocasiones a ayudar con la carta, vinos, platos y al final nos invitó a un limoncello, crema de limoncello o mistela (a elegir). La «parmiggiana» estaba espectacular y la ensalada auténtica, italiana como ha de ser en un sitio así. Lo que menos me sedujo fue la tosta, muy grande y rica pero menos especial, además el speck me lo esperaba diferente (creo que lo confundí con la bresaola, mea culpa). Quedamos satisfechas con lo que cenamos y reservamos hueco para la famosísima tarta de queso con arándanos. Yo, que no soy muy de dulce, la disfruté, sobre todo porque tienen una base de galleta muy conseguida, gorda y muy buena. El queso es suave (mejor para mí), pero en esta ocasión la sacaron con azúcar glass por encima y creo que la hizo demasiado empalagosa. Pero aún así, me gustó mucho.
Quiero acabar con una felicitación a las camareras, porque fueron sencillamente como tienen que ser: profesionales, rápidas, agradables, sonrientes y profesionales. Enhorabuena a todo el equipo de Tinto Fino por una propuesta muy, muy recomendable en una zona saturada de tapas e italianos, en la que destacan por su calidad, profesionalidad y ¡bueno, porque ahorran mucha agua al mundo!

MAMMA MIA!
Tenía buenas referencias pero todas ellas se quedan cortas! Este sitio es inspirador, buena comida y buen ambiente a un precio razonable.
Local abarrotado, decoración ecléctica y ANDIAMO! Entramos al local y ya no reconoces que estás en Valencia… Se escucha hablar en un montón de idiomas! Y bueno, sí, predominan los italianis (italianos en un italiano? Garantía absoluta que es digno de conocer).
Nos hicieron pasar al salón, nos entregaron las cartas y… Ups! Dilema: qué puedes pedir cuando te apetece todo? Buscamos recomendación y fue un acierto. Nuestra camarera fue encantadora, rápida y sus propuestas nos deleitaron.
Por 35 € nuestra cena fue ESPECTACULAR! Me maravilló la calidad, el sabor, to-​do!
Empezamos con unas tostas con hummus, queso y olivas (detalle de la casa).
Ensalada Ave César (buena).
Albóndigas boloñesa (las mejores que he probado).
Tintopan tricolori (delicioso contraste de sabores).
Tarta de queso con arándanos (la tarta! Bajo recomendación de Victor R: IM-​PRE-​SIO-​NAN-​TE)
2 aguas y 2 cafés.
Si quieres sentir que estás en la Bella Italia, sin desplazamientos… Puedes pasarte y deleitarte con tan magníficos manjares.
Para mi, la mejor representación de la gastronomía italiana en nuestra ciudad.

Sotto il sole della Toscana (de Valencia) encontramos este pequeño restaurante italiano. El local es pequeño y siempre está hasta los topes (por algo será). La decoración a la italiana, además de exponer su famosa frase de recomendación en distintos carteles y cuadros: Ahorra agua, bebe vino.
Pues sí, su especialidad son los vinos (italianos y españoles) además de la comida italiana que nos ofrecen en su carta (escrita en varios idiomas). De repente, todo, repito, TODO te llama la atención, todo lo quieres probar y nunca te parece que has pedido lo que realmente quieres probar. Al menos, para las indecisas como yo. A parte de la carta gastronómica, en las pizarras se ofrecen otros platos que cambian según la temporada. Nos ofrecen también una extensa carta de vinos.
Una vez pedimos, nos obsequian con un plato con hummus, dos tostitas de pan, queso y unas aceitunas superbuenas (me sorprenden lo geniales que estaban ya que no me suelen gustar las aceitunas).
Nosotras, pedimos: ensalada Ave César, Albóndigas caseras (con salsa bolognesa), tintopan tricolori (una tosta con sobrasada, queso, manzana, cebollino y vinagre de módena), dos aguas, la famosa tarta de queso (Increíblemente sublime) y dos cafés solos por 35’80 €
Cada cosa que probamos superaba a la anterior, y eso que el listón ya estaba bastante alto. Nos sorprendió gratamente esta visita, sinceramente lugar súper recomendable y al que, sin duda, no dejaré de asistir.
El personal, amable, muy atento y rápido. Da gusto pedir opinión y que te aconsejen tan bien.
La tarta merece una mención especial, tarta de queso con mermelada de arándanos (con un sabor muy natural, como si fuese casera), mucho queso y la galleta increíble. Desde ya, propongo llamarle «La Tarta» exquisíta se queda corto.
Disponen de wifi propia y los miércoles ofrecen música en directo. (el hilo musical que ofrecen es música italiana también)
El ambiente es bastante internacional y repleto, sobretodo, de italianos.
Buon Appetito!

Fino a Tinto vas a salir de aquí como sigas su consejo de ahorrar agua y beber vino, pero oye, ¿quién ha dicho que eso sea malo?. Ubicado en la calle Corregería en la zona antigua de Valencia y cerca de la Lonja de la Seda, Mercado Central, Plaza de la Reina, Miguelete, Basílica, Mercado de la Tapinería y Plaza Redonda, vamos, lugar excelente para hacer una paradita gastronómica antes de seguir con el turismo.
Regentado por personal italiano y con productos italianos y españoles, con buenos vinos tanto de aquí como de allí. Tienen un mostrador entre las dos salas de comensales donde exponen los embutidos que puedes degustar allí o comprar para llevar. El servicio es excelente y la atención muy amabale. Tienen una carta variada y con platos sencillos y conocidos. Destacar sus ensaladas y la calidad de sus quesos italianos.
En definitiva, una buena noche de miércoles, con buen ambiente y con música en directo durante la cena, buen final con postres artesanos y de calidad, con su chupito de limoncello auténtico. Lo mejor de todo, su precio, 15 euros por cabeza con sus botellas de vino incluidas. Sitio económico y de calidad. Volveremos sin duda a darle al tinto, al blanco y al «morro» fino.

Gute Weine, leckere Kleinigkeiten zum Essen, nettes Ambiente.
Gleich zu Anfang sei gesagt, dass dieses Lokal sehr oft sehr voll ist und man nur schwer einen Tisch bekommt (teilweise sogar an einem Dienstag oder Mittwoch… die umliegenden Restaurants sind fast leer, Tinto Fino ist bis zum Anschlag gefüllt).
Wer sich also dieses Lokal ausgesucht hat und einen netten Abend dort plant, sollte auf alle Fälle reservieren.
Die Speisekarte basiert auf verschiedenen Platten mit Käse und Wurstwaren, Tapas und großen gerösteten Brotscheiben mit allerlei Belag — alles super zum Teilen geeignet und die ideale Begleitung zu einem schönen Glas Wein.
Was man in Valencia nicht häufig findet, gibt es genau hier: offene Rot– und Weißweine! Endlich mal mehr Auswahl als ein ärmlicher Hauswein, den man glasweise bestellen kann!
Das Lokal bietet sich daher sowohl an, um ein Gläschen Wein zu probieren (dazu gibt es ein paar Oliven und etwas Käse), bevor es woanders zum Abendessen geht, als auch um direkt dort zu speisen.
Jeden Mittwoch gibt es ansprechende Live-​Musik :-)
Ich vergebe keine 5 Sterne, da es — wie so oft in Spanien — unglaublich laut ist und man sich kaum mit seinem Gegenüber unterhalten kann. Der Geräuschpegel übertönt teilweise sogar die tolle Musik mittwochs…
für erste Dates also leider nicht besonders geeignet.

Las camareras de este sitio son muy buenas. Calculan el timing para traerte los distintos platos cuando toca, sin hacerte esperar. El tintopan tricolore, una delicia.

Perfecto local para ir a tomar unos vinillos antes de cenar, y si quieres, puedes alsrgar y cenar ahí mismo.
El local está divido en dos áreas: la zona de tapeo y vinos y la zona de comedor.
La zona de vinos es pequeña pero con mucho encanto, con look de ultramarinos de una viejecita italiana.
Tienen un colimna con notas y dibujos de los clientes y billetes de un montón de países, es entretenido de mirar.
Tienen una buena carta de vinos para elegir y te los sacan con unas aceitunas de detalle.
Para acompañar al vino, pedimos unas patatas con gorgonzola, de otra manera no sé si hubiera llegado a casa! Estaba muy buenas, con corte estilo bravas pero en pequeño y con bastante queso. Eso sí, cuestan 5 euros y la ración es pequeña. Volveré de vinos y le daré una opprtunidad a las cenas ;-)

Y aquí encontramos otro de esos restaurantes que me ha robado el corazón.
Esta preciosa taberna italiana se encuentra en una de esas callecitas en la que terminas siempre cuando deambulas por el Carmen. Así que no hay pérdida, déjate caer por el Carmen y sus calles te llevarán directamente a una de sus mesas. Ahora bien, no dejes todo al azar y reserva mesa de antemano. Este local se llena hasta arriba!
Su carta se basa en embutidos, tapas y tostas para compartir. Todo con ingredientes italianos y el toque de la ‘mama’. La decoración en mi opinión espectacular, ese toque con gracia que hace que te sientas a gusto y especial en un local que con botella de vino incluida nunca hemos salido a más de 13 – 14 €.
Por ultimo comentaros que los miércoles por la noche tocan música española en vivo.
La última noche que fui fue un miércoles… ¿ Entendéis ahora porque me ha enamorado?

En pleno centro de Valencia a pocos metros de la Plaza de la Reina. Un restaurante bohemio, peculiar por su estética y distribución. El local tiene la peculiaridad de tener un mostrador donde puedes ver casi todos los productos de su carta. Otra es que en su parte de restaurante no ha casi mesas iguales es cada una de una forma y diseños, habiendo desde mesas altas tipo barras, una mesa redonda para grupos grandes o mesas para 2 o 3 comensales.
Entrando en la carta, tiene gran variedad de platos y tapas tanto nacionales como otras con toques italianos. También tienen una carta interesante de vinos que sirven a copas. El precio es bastante razonable hablando de su ubicación y calidad.
Pero por lo que valdríà la pena ya ir es por su TARTA DE QUESO, para mi la mejor de toda la ciudad sin duda alguna. Más de una tarde he merendo ahi una tartita de queso con uan copa de moscato d’Asti.

Your are warmly welcomed in this place (you should book your table in advance as it is quite popular) by the boss who is a mix between spanish and italian restaurant entertainer. The place is cosy, even a bit trendy with a mix between tapas bar, cervezeria, and antipasti taverna atmosphere. The list of dishes is a combination of spanish and italian inspirations. Yous will eat well, qualitatively and qualitatively. We had: a plancha of iberico hams, fried potatoes and egg with sausages, fried goat cheese with tomato sauce, and a traditional bruschetta. Prices are smart and the boss should offer you cups of limoncello at the end of the meal. Enjoy !

Hace poco tuve la ocasión de visitar Valencia por motivos deportivos y vi una ciudad donde lo que más me llamó la atención fue la gran cantidad de tiendas, comercios y locales que tenían con una estética muy muy elaborada, distinta, creativa y rebosante de originalidad. Entre tanto local, paseando por el casco histórico valenciano nos encontramos con este pequeño bar, Tinto Fino Ultramarino que sinceramente me enamoró, su comida y especialmente su servicio.
Tinto Fino Ultramarino es una pequeña tasca, decorada con muchísimo estilo, coqueta y elegante donde se aprecian a primera vista sus buenos vinos y gran parte de su género gastronómico. La madera de sus mesas altas se mezcla con cuadros de origen italiano en un pequeño recibidor que da acceso a otra pequeña sala con algunas mesas bajas y un gran mostrador como si de una charcutería se tratase para finalmente entrar en la sala más grande llena de mesas bajas y con salida al exterior.
Su carta en varios idiomas te atrae bastante, casi todo son productos de abacería de origen italo-​español, por lo que es comida fría o templada en su mayoría. Sus tostas tienen una pinta espectacular, el tartar de terna es maravilloso como también lo es el carpaccio, también tuvimos la oportunidad de pedir una tabla de embutidos mezcla entre Italia y España que eran deliciosos. En cuanto a la bebida, destaca por una amplia carta de vinos de varios precios y DO, el servicio te aconsejará para que escojas el caldo que mejor se adapte a tus gustos.
Finalmente no puedo dejar pasar esta reseña sin hablar de su maravilloso servicio. Casi todos por no decir todos los trabajadores son italianos, amantes de los productos que ofrecen y eso se nota, derrochan positividad y alegría en cada comanda y siempre te ofrecen lo mejor. El dueño es muy amable y simpático, como así sus camareras, haciendo especial hincapié en la magnífica Francesca (le pongo ese nombre por desconocimiento), una chica encantadora, que estuvo pendiente de nosotros en todo momento e hizo que nuestra velada fuera mágica.
Seguro que si paso por Valencia volveré y como ellos mismos dicen «Ahorra agua y bebe vino»

Have been many times to Tinto Fino, reason is that they have a big assortment of wines that you can order by glass. The interior is very sixtys, it has a tapas/​winebar and a restaurant part. I like the part of the winebar the best, a place where you can spend time with friends having a good wine with some tapas in a casual and cosy way. The food is a mix of Italian/​Spanish, last time I visited this restaurant I had Bravisismas potatoes, which is my favourite but you have to like spicy food… We ordered a tartar which was really disappointing, no flavour and not cut right it was more like raw minced meat. We ordered 1 bruchetta but the waiter was confused and brought us 2, but immediately she offered to take it of the bill and she gave us anyway the second bruschetta for free. Also after our meal we were invited for limoncello, good service, very welcoming!
The food would get 3 stars, but because of the wine and the staff 4 stars.

Iba paseando con un amigo a media tarde por el barrio del Carmen y pasamos por este local:
— ¿Te apetece una copa de vino?- me preguntó.
— Venga– me animé, a pesar de no ser muy de vinos.
El lugar estaba casi vacío y nos sentamos en la barra con taburetes altos. El sitio parecía el comedor de una casa: el suelo con las típicas cenefas, armariada encima de la barra y estanterías. Esa sencillez y sensación de familiaridad me conquistó. Acompañaba buena música y buen vino, gracias al gusto vinícola de mi amigo.
Hicimos caso a las recomendaciones escritas en la puerta de este ultramarinos, esa que dice: «bebe vino, ahorra agua» y nos animamos a pedirnos una copa más. El alcohol empezaba a subir a la cabeza y al final pedimos algo para comer: una cazuela de huevos rotos y una tosta vegetariana con calabacines y berenjena. Muy bueno todo.
La velada salió por algo más de lo esperado (casi 15 euros por persona) pero estuvimos muy a gusto y con ganas de repetir.

Simply recommended.
Located in a little side alley of the old town with a family&friends like atmosphere that is somewhere between tacky and cosy, seventies wallpapers and relatively narrow seating for an estimated max of 25 guests, gently airconditioned, you’ll find decently priced spanish and italian standards of pleasantly high quality.
Combined with reasonably priced wine selection, which seems chosen al gusto rather than according to profit maximizing (the Italian owners surprised us with a German Riesling that in regard to price-​value ratio simply was fabulous) and truly cordial service, you will definitely not regret having come here.
At the counter you may purchase ham & cheese to take away, I hadn’t had the chance, but I’d trust the quality blindfolded.
If it ever takes me back to beautiful Valencia, this little place here is my first choice.