Zume

Sitio con mucho encanto en el centro de Valencia, donde tomar un zumo, cocteles, te… Y sobre todo unos crepes espectaculares!!!

Llevo viniendo a zume desde pufff ya he perdido la cuenta, y es que sus zumos están buenísimos!!! Me encanta la decoración y su ambiente cálido. Tienen libros que puedes leer mientras te tomad un delicioso zumo o té, que es lo que recomiendo allí. Los tes van en esas teteras tan cucad que querrías tener tu casa llena de ellas.
Los zumos, hay 2 talos 300ml y 500ml. Con leche, sin leche y hasta con alcohol si quieres ir calentando la noche!!! :) los hay para todo el mundo, con un montón de mezclas.
Ayer llevamos a mi madre y quedó encantadísisisma !!!
De ahí que haya venido a mi mente el introducir la reseña.
Lo que hago yo con Carlos, y aquí viene mi consejo, es pedirnos un zumo grande para compartir y acompañarlo con un riquísimo crêpe. Están buenísimos, aunque he de decir que podrían estar algo más rellenos. Las mezclas son excelentes y muy ricas, pero en cantidad se queda corto. Nosotros lo hacemos como tentempié.
Ayer nos pedimos il capo: tomate seco, queso, champiñones… Espectacular! Y zumo, soy muy fan del morango: leche, fresa y coco.
Las dos cosas nos costaron 9 €. Ambas cosas 4.5 €. No es que sea barato en mi opinión, sobre todo teniendo en cuenta que el crêpe, en comparación con el zumo, se queda un poco escaso de sustancia.
Lo mejor es que vayáis, probéis y hagáis vuestra propia reseña. Seguro que no os defraudará :)

Encontramos este sitio de casualidad, pero cuando lo vi, me acordé enseguida de un comentario de Maria Q. que había leído, y enseguida pensé: «Este lugar tiene el sello de aprobación de Maria Q, debe ser bueno». Y lo era.
Por dentro es un establecimiento pequeño pero muy acogedor, con sillones bajos y mesas redondas. Eramos un grupo de 6 así que pedimos de todo para probar. Los zumos estaban buenos, aunque pedir medio litro de zumo, es demasiado. Estaba a punto de explotar después de terminármelo. Los tes los sirven en unas teteras de hierro fundido, muy bonitas. Te ponen una taza minúscula, así que da la sensación que hay mucho té (yo soy adicta al té, así que para mi siempre es poco). Probamos también los creppes que hacen, muy buenos. El chocolate que le ponen es exquisito.
El personal es muy atento y amable. Los precios son correctos, están en la norma de otros lugares que sirven lo mismo (aunque siempre podemos criticar que la «norma» es demasiado cara). En general me ha gustado. Repetiré.

Me encanta este sitio, escondidito y muy cálido. Todo lo que preparan allí está buenísimo, y se nota la calidad de los ingredientes.
El personal muy amable y educado. Además, los precios no son nada exagerados en comparación a otros sitios, creo que cumplen con las expectativas de la gente. Sin duda alguna, merece la pena ir.

¿Que yo no había dejado mi reseña de esta pedazo de zumería de barrio y ciudad y país y mundo? pues estaba tardando, lo siento. Desde que conocí de su existencia la recomiendo a todo el mundo porque sé que Omar y su equipo tratan a sus clientes fenomenal y sus productos son 100 por 100 naturales y de primera. He ido cuando estaba él, cuando estaba ella y cuando estaban los dos y siempre me han tratado genial y con sonrisa. El lugar es un poco oscuro, eso es verdad, pero nada que no pueda solucionar un buen zumo de los que te preparan al momento con un sinfín de sabores de siempre y novedosos porque… ¿eres un clásico? es tu sitio ¿eres un explorador? también lo es. ¡Y lo verás todo mucho más iluminado! y hasta con destellos si lo tocas con un buen ron o vodka ¡menuda explosión en tu boca!
Ahora ¡cuidado con los tamaños! me pedí un zumo de los grandes, por gula pura, y casi salí rodando de allí. Yo creo que todo depende de lo que estés buscando, si vas a estar allí un buen rato y te apetece un cóctel con alcohol de los muchísimos que ofertan ¡pídete el grande! Ahora, si lo que vas a es a merendar con una amiga, mejor tómate un zumo pequeño y comparte algo dulce de la carta ¡yo tengo pendiente las crêpes, tenían una pinta magnífica. Déjate guiar por sus sabios consejos, disfruta de tu conversación y relájate con sus líquidos, te van a a reparar también el alma.
En invierno da mucho gustito estar dentro del local y en verano sacan la terraza. Es cierto que está un poco escondido ¡y para eso estamos los Unilocalers! para traerte de la manita de tu app y que no te pierdas ni una hoja de hierbabuena de este lugar. Precisamente uno de los privilegios de este sitio es que al estar un poco más escondido de lo habitual en este bullicioso barrio, puedes estar más que tranquilo ¡cuidado, no te duermas! También lo recomiendo para una escapada romántica por el bonito barrio antiguo de la ciudad, vamos que es una joyita para una primera cita con tu (pretendida) pareja. En serio, confía en Omar y nos dices qué te ha parecido. Ya me gustaría tenerlo más cerca para ir todos los días de la semana.

Los zumos bien, pero la atencion deja mucho que desear. Bordes, maleducados y encima que sirven un zumo mal se encaran con el cliente dejandolo por loco.
Ademas tienen una targeta en la que acumulas consumiciones y cambian las reglas de esta como lws conviene. No volvere

Zumería escondida en el barrio del Carmen, próxima a la plaza del Negrito.
Si buscas tranquilidad y huir de la siempre concurrida plaza del Negrito, acércate a esta zumería.
Lugar perfecto para ir a merendar o para tomarte algo después de cenar y vas en plan light. Ambiente agradable y sillones cómodos.
Los fines de semana cierran a la 1:30. A mi me parece algo pronto en la zona donde está (barrio del Carmen), porque hubo una vez que queríamos tomar algo a la 1 y ya no entramos porque faltaba poco para cerrar… y el resto de sitios son para tomar algo con alcohol o refrescos…
Gran variedad de zumos, que puedes pedir en formato de 350 ml, o en vaso de ¡¡¡ ½ L. !!! Puedes añadir alcohol a tu zumo.
Hay bebidas con alcohol como agua de Valencia.
También hacen crepes, aunque todavía no he tenido el gusto de probarlos, y eso que soy mega-​fan de esta delicia francesa.
Tendré que volver para probarlos!

Soy muy fan de loa sitios algo escondidos donde estar comodo, a gusto y tranquilo. También lo soy de los zumos grandes, aunque me echen atras los altos precios de algunas zumerias, y de las infusiones. Pues en Zume se juntan todas estas cosas y algunas más.
Creo que lo descubrí al poco de abrirlo de casialidad y por mi curiosidad por los negocios nuevos. Está en una callejuela junto a una de las zonas más concurridas de la noche valenciana pero aun así se está tranquilito.
La carta es laaarga y contiene zumos (de 0’33l ó 0’50l), zumos con leche o leche de soja, infusiones y para comer creppes y alguna otra cosilla apetitosa. Ah, y un extra para los zumos los puedes pedir tocados con alcohol, con lo que tienes unos combinados riquísimos.
Los tes e infusiones te las sirven en teteras de hierro muy chulas y son generosas.
De lo de comer no puexo opinar, aun, porque no lo caté.
El local aunque esté algo retirado del bullicio es grande con bastantes mesitas y butacas (para mu comodísimas), también tiene barra con sillas y, al fondo, una zona con un par de mesas bajas y almohadones en el suelo muy oriental.
Del local solo un punto en contra en verano hace un poco de calor, nunca me fijo si es porque no tienen a.a. o porque no lo ponen.
Y en cuestión de euros, pues para mi algo más barata que otras zumerias y con muchos más atractivos.

Explosión de sabores servido en una copa con pajita… Y aunque se hace de rogar porque encontrarlo lleva tela, merece la pena preguntar y preguntar por él y encontrarlo en esa callejuela al lado de la concurrida plaza del Negrito.
Lo fuerte de este local son los zumos, pero tienen creps para aquel que tenga ‘gusa’. Respecto a los segundos no puedo dar opinión, pero respecto a los primeros les pongo un 10. Puedes pedirlo con o sin base de leche y si se diese el caso de no disponer de esa creación de frutas que crees excepcional y que te ronda la cabeza, bueno pues dejan dar rienda suelta a tu parte creativa y fusionar sabores a gusto de uno.
Local de medio tamaño, con silloncitos en las mesas para que las tertulias se alarguen y la degustación sea más autentica. Me llamo la atención el rinconcito del final. Una zona chillout con mesas bajas alrededor de las cuales caben unas 10 personas. El próximo día me lo pido!!!
Totalmente recomiendo este sitio si quieres algo diferente en el Carmen. Puedes pedir tu zumo con alcohol, asi que no hay excusa para continuar con la fiesta!!!

Lugar escondido en una de las callejuelas del Carmen, muy acogedor y siempre huele a creps con chocolate es pequeño y eso es lo que mas me gustó, los batidos fue lo mejor el de (coco, fresa, leche y ron) 5 € y la gente que atiende super simpáticos, atentos y amables, pienso repetir y probar su variedad de Creps

Qué más se puede decir sobre este lugar?
No sé… ya se ha dicho todo — y lo voy a repetir:
Crepes muy variados, buenos y de buen precio, zumos deliciosos con base de zumo de naranja o leche, ambiente tranquilo (según las horas que vayas) y un trato excepcional por parte de los chicos del local.
No hace falta más para pasar un buen rato sea charlando con amigos, leyendo o matando el gusanillo (también como alternativa nocturna al típico kebab, cuando los restaurantes ya tienen la cocina cerrada).
No pongo 5 estrellas porque cuando se llena mucho el local, hay mucho ruido y la zona de los sillones puede resultar muy apretada… por todo lo demás, Zume es genial!

Zumería pero también creperia y cafetería en la que es posible cenar a base de crepes saladas y alguna que otra cosa. El encanto del sitio lo pone la gerencia inquieta y juvenil con un trato simpático y eficaz y una ambientación sensata a la vez que efervescente. A media tarde, si se quiere huir un poco de las terrazas más bulliciosas de alrededor de la plaza del Negrito (que parecen obligar al vino y a la cerveza) y se prefiere esta opción más cálida y light, se puede acudir incluso con niños: el rincón del fondo, a modo de chill-​out, puede convertirse en una pequeña guardería improvisada y los niños pueden, a la vez, agradecer una nutritiva merendola.
Por la noche, tras una cena informal (a base de crepes, necesariamente, pero bien rematada con sabrosas tartas), se puede alargar la tertulia con un buen té o con alguna copa. Todo ello sin temer una cuenta subida. El establecimiento forma parte, seguramente, del lado más amable del ocio noctámbulo del barrio.

En un día de lluvia, la gente busca lugares cercanos, movimientos finos y sin desplazamientos largos. Pero, yo decidí caminar en busca del lugar especial para ese día y sin apenas darme cuenta, ahí estaba Zume. Un lugar pequeño, apacible, curioso, con luz tenue… Imposible pasar desapercibido.
Al entrar, dos chicos agradables te esperan con una carta llena de zumos invitándote a sentir mil sabores.
Sillones confortables donde poder leer, hablar, pensar…
Al fondo (a veces lo mejor es el final), te espera un zona chill-​out donde poder disfrutar de su silencio, sin más… o de la música variada e ideal para cualquier momento.
Además, ensalzan la cultura con sus cuadros y la lectura con sus libros.
Qué más se puede pedir para un día bajo la lluvia…

Este sitio fue mi mejor terapia para superar mi depresión post-​erasmus. Estuve en París y desarrollé una dependencia para/​con los crêpes que llegó a ser algo enfermizo. Los comía para comer, para merendar, para cenar. Dulces o salados. Me daba igual, solo quería crêpes, crêpes y más crêpes. Evidentemente, al llegar a España eso supuso un pequeño problema porque no encontraba nada que me convenciera lo suficiente. Hasta que me hablaron de Zume y todo cambió.
En realidad esta ¿tetería? ¿zumería? ¿crepería? es famosa por los zumos y batidos 100% naturales que se gastan. Impresionantes todos y cada uno de ellos aunque, si he de elegir, me quedaría con el batido de mora. Impresionante. Zume también se ha hecho un huequecito en nuestros estómagos por sus tartas y sus crêpes. La masa de los crêpes está muy buena (he probado muchas, os podéis fiar) y la saben rellenar bien. Si vas más por el dulce, una recomendación: nutella y banana. Impresionante (bis).
Otra cosa buena de Zume es el ambiente tan agradable que se respira. Es modernete, y muchas veces lo modernete no va de la mano con acogedor, pero las paredes de ladrillo cara-​vista y las lámparas bajitas le dan un toque bastante guay. Para mi es un lugar perfecto para merendar, cenar y alargar la sobremesa todo lo que se quiera.

Genial zumería con un amplísimo horario. Igual puedes comenzar el día allí con un buen almuerzo hasta acabar la noche probando uno de sus cócteles con alcohol y frutas recién exprimidas. Por cierto que… ¡vaya copazas que sirven! Está cerca de la plaza del Negrito, algo escondido, pero vale la pena callejear un poco para encontrarlo.
También es buen sitio para comer o cenar. Tienen una gran variedad de crepes tanto dulces como salados. Hay uno que tiene salmón y queso que está riquísimo, y los precios rondan los 6 euros. Así que por poco dinero comes bien y sano.
Si te decantas por alguno de los crepes dulces de esos que son bombas de calorías, que sepas que también hay una amplia carta de tes e infusiones que te ayudarán a rebajar la comilona y hacerte sentir mejor contigo mismo.
El ambiente de este lugar además es muy agradable, un tanto estudiantil, de hecho es que los jueves con el carnet de estudiante hay descuentos. Paredes de caravista, lámparas colgando del techo y algún recoveco si buscas más intimidad. Cristalera, sillones muy cómodos y exposición de fotos o pinturas en las paredes. Ideal para conversar y pasarse toda la tarde, además con la tranquilidad de que igual puedes tomar algo de beber que comer si la velada se acaba alargando.