Reca

Este establecimiento forma parte de una cadena del mismo nombre y cuya señal de identidad es un intento de rejuvenecimiento estético desde una más que evidente sordidez pretérita. Por qué uso tantos polisílabos es algo que ni yo me explico, pero habéis de quererme como soy.
Este lifting se hace visible cuando abandonas la zona que rodea el enorme televisor que emite tonadillas populares a toda pastilla y que está rodeado de imágenes de famosos monumentos mundiales, que siempre son muy socorridas para decorar e intentar dar un aire cosmopolita cuando no queremos pensar mucho. Lo que quiero decir realmente con todo esto es: la planta de arriba me dio mucho miedo, pero los baños están limpios.
El personal fue muy correcto y los desayunos salen baratos, aunque no entiendo por qué mi zumo natural venía hasta arriba de hielo si no es para echar menos naranja. El café no muy allá, pero eso es seña de la región o eso me ha parecido siempre, y el sándwich mixto integral era justo como lo imaginaba.
Curiosamente, me cobraron menos de lo que marcaba la oferta, así que el resultado final mejoró levemente.
Una cafetería de batalla para días de lluvia torrencial y personas que adoran los 40 Principales (que, como cantaba Evaristo, son nuestro objetivo).

Un sitio excelente para desayunar. Hace unas de las mejores tostadas del mundo! Tostadas gorditas (que se encuentran ya en pocos sitios) y hechas a la plancha con mantequilla. Muy sabrosas.
Además de desayunos, ofrece también bocadillos, sándwiches y platos combinados. La carta es bastante amplia y también tiene una buena variedad de zumos y copas de helado.
Es realmente barato y la calidad precio es excelente. Buen trato al cliente.