Taberna mítica de Villanueva del Ariscal. Local de antigua bodega, con el suelo de alvero prensado. No busques comodidad, es todo autoservicio, salvo la comida que pidas, que te la llevan a la mesa. Mesas y sillas de madera, plegables y bastante incómodas. Dispones de varias estancias, por lo que no hay problemas de espacio para venir un grupo grande de gente. En verano abren un local justo en frente, al aire libre y más espacioso. Las tapas suelen ser guisos o chacinas, de buena calidad y a buen precio. La cocina es rápida, teniendo en cuenta la cantidad de gente que viene los fines de semana. Pese a no ser nada fuera de lo común, no se ha llevado bajo mi opinión las 4 estrellas por un sólo camarero. No tienes una persona fija asignada, pero por algún motivo siempre me tocaba la misma persona. Frases como«te pongo esto mismo», «¿que pasa?» o «¿que quieres?» hacen ver la falta de educación y desidia de esta persona. Me pones lo que te pida, y me hablas con educación. Desde luego no ha tomado ejemplo del propietario que es un placer hablar con él.