Génesis

¡Ay, almas de cántaro! ¡Qué engañados os tienen! Andáis todos como locos a comer bocatas de calamares a los sitios de siempre con su aceite revenido y su chicle-​pan mientras os estáis perdiendo EL BOCATA DE CALAMARES.
Es lo que tiene que este bar esté localizado en el barrio de San José y no en el centro de Zaragoza, que no aparece en las listas de los must have, pero os puedo asegurar como experto catador de bocatas de calamares que soy, que los del Génesis son los mejores del mundo mundial. Y con diferencia.
Pero es que hay más, porque en este pequeño local podréis disfrutar de muchos otros bocadillos (tradicionales) y de una amplísima variedad de mariscos a un precio más que razonable. A mí el marisco pues como que no me va, pero si es vuestra perdición mucho estáis tardando en probar los manjares que ofrecen.
Calidad, buen precio, ¿hay algo que hagan mal? Pues no, porque el trato no podría ser mejor. El matrimonio que regenta este local no podría ser más amable y encantador.

Lo tenía apuntado en la lista desde hace tiempo y el otro día me decidí a ir a tomar el vermú aquí. El ambiente marino-​freak me atrajo de sobremanera; si bien la calidad del género deja mucho que desear. Las rabas no están mal, la ración es grande (y cara), pero no me parece motivo como para repetir.
Las mesas con fotos de delfines son increíbles.

En Zaragoza no existe otro sitio donde puedas comer productos del mar a un precio más que razonable. Tienen unos acuarios marinos gigantes para el pequeño local. Lo único malo es que no hay servicio en mesa y si pillas alguna, te tienes que buscar la comida en la barra tu mismo. Por lo que es servicio es muy mejorable