Ginos

Hoy tras la mañana deportiva nos hemos ido a Aragonia, y los chicos han decidido que después de los partidos está bien tomar hidratos de carbono, así que al Ginos nos hemos ido.
Estaba a tope de clientes, pero hemos tenido buena suerte y nos han sentado rápido.
Han cambiado la carta, lo cual ha sido una sorpresa, y hemos probado nuevos platos y entrantes.
Reconozco que soy una asidua a los restaurantes italianos, y que me encantan.
Hemos pedido, pasta, canelones y pizza. Como entrante calabacín en tempura con parmesano (qué rico). De postre helado de chocolate blanco, es irresistible (para repetir no una, varias!!!).
Las instalaciones son cómodas, todo muy limpio y los camareros agradables, son muy majos.
Sobre el precio diré que es un poco caro, pero que merece visitarlo de vez en cuando.
Tienen ofertas por la noche entre semana, apetecibles para los que no tienen niños o los que no madruguen.

Un GINOS es un GINOS… no deja de ser una cadena de restaurantes, pero a la hora de comer de italiano a un precio módico y correctamente, pues en Zaragoza tampoco tenemos muchas alternativas.
A diferencia del del Centro, este GINOS aun no ha sido remodelado con la nueva imagen de la cadena así que sigue con su aspecto casero de maderita y manteles blancos.
El servicio es correcto. Nada especialmente reseñable.
En cuanto a la comida, los platos de la carta de GINOS… pizzas, pastas, antipasti, ensaladas, postres… Todos bastante buenos y bien ejecutados, lo suficiente como que mi madre dijera que le había gustado mucho y que volvería (creo que en ese momento repicaron las campanas del Pilar)
Si algo tiene de bueno este GINOS frente al del centro es que pese a llenarse, sueles tener sitio para comer o cenar tranquilamente sin oír la conversación de la mesa de al lado.
Otro punto positivo es que puedes ir con el coche y aparcar en la calle o en el parking del centro comercial (¡ojo! este parking no es gratuito como en otros centros comerciales).