Kangaroo

Reconozco que cuando voy a un bar suelo pedir sólo dos cosas: o café o cerveza. No pido tapas ni raciones ni nada. Así que, si nos atenemos a esto, este bar no está mal. y es que hay pocos sitios en los que el tubo de cerveza esté a 1,50 €. Pero claro, un bar no solo es café y cerveza. Y aquí es donde este lugar flojea y mucho. Mi mujer el otro día pidió un pincho de tortilla de patata y resultó ser la peor tortilla de patata que hemos tenido la desgracia de probar. Seca, un tanto quemada, con cáscaras del huevo (aunque curiosamente parecía huevina)… parecía corcho. Y eso que por lo demás el local está bien, es amplio, los baños son muy buenos, la atención es buena… pero si esa tortilla indica el nivel de la cocina, mejor pedir cerveza.

Para tomar algo está bien pero me han comentado que el menú deja mucho que desear, tienen pocas tapas aunque el camarero dice que nos hace lo que queramos.
Importante los baños majos y muy limpios.

La verdad que no fue, para nada, un acierto ir a Kangaroo a comer. La atención no fue especialmente buena y la comida dejaba mucho que desear. La presentación, pésima.
Está bastante alejado del centro, aunque junto a muchos edificios residenciales. El día que fuimos estaba prácticamente vacío y no me extraña… Yo no creo que vuelva, más que nada porque no merece la pena. Hay muchísimos más sitios con tapas, pinchos y raciones muchísimo mejores.
La hamburguesa doble cheddar es la segunda estrella de mi reseña puesto que, aunque no valiese un duro, tampoco estaba mal del todo. Me quitó el hambre.
Dudo que vuelva.