Muguet

De un tiempo para acá me he hecho fan de este agradable lugar, el café no es precisamente deslumbrante en sabor pero este lugar tiene muchas ventajas; en mi caso, está muy cerca de mi casa por lo cual cuando quiero leer, tengo trabajo o tareas y no tengo ganas de estar en mi casa pues simplemente voy ahí y es perfecto porque el lugar es bastante ameno y agradable. Es muy tranquilo.
De hecho antes de ir por primera vez, cuando iba camino a mi casa lo observaba y siempre me daban muchas ganar de entrar porque se ve super tranquilo y simplemente dan ganas de estar ahí.
En fin, los panecillos si valen mucho la pena, y estos en compañía de un cafesito, un buen libro, un cigarrillo y una tarde tranquila, te hacen una tarde exquisita.

Éste café es uno de los más ricos de la ciudad de méxico y no exactamente por la calidad del café (que también es buena), mas bien por el ambiente. Te puedes sentar en las mesitas de afuera, ver pasar a la gente mientras te tomas un té o un café; la calle es demasiado tranquila, ésto da la oportunidad de relajarte, leer un libro o charlar tranquilamente.
El varista está perfectamente entrenado para hacer a la perfección todas tus bebidas.
La comida es buena también, el Strudell de manzana es lo más rico.
El servicio es bastante bueno, es eficiente y muy educado.
Los precios son ligeramente altos pero lo vale.

Muguet tiene fama vallesina por sus pasteles. Pero como yo no soy muy pastelero quiero destacar sus bizcochos, que aportan a una tradición muy mexicana con sus propias recetas y un sabor original.
Ahí te olvidarás del pan reseco de las panaderías más comerciales. Prueba los crossaints, las conchas y las limas (que son como conchas con sabor a lima-​limón) y, muy especialmente, el rehilete de nuez. Algo que les encanta a los niños son unos merenguitos que venden por bolsa, muy baratos y deliciosos, y a las abuelitas les gusta el panque de naranja, elaborado al estilo casero.
Un plus es el lugar, muy en el tono de la repostería gourmet con muebles de madera, pero sencillo. Su terraza es grata para leer el periódico en una mañana soleada o conversar en una noche tibia. La variedad de cafés y tés para tomar ahí es amplia, aunque debo decir que no excepcional.

Me encanta esta cafetería. La especialidad es el pastel que lleva su nombre, Muguet, el cual está hecho a base de fresas naturales y crema chantilly, cubierto con bastones de delicioso merengue: ¡ un verdadero manjar!
Si te sientas a tomar un cafecito, puedes pedir un muguet pequeño, pero también tienes la opción de comprar uno grande para llevar.
Es un local pequeño, cuenta con algunas mesitas dentro del lugar y otras más en la banqueta, zona en la que se puede fumar. Es un sitio sumamente agradable y tranquilo, ideal para irse a echar una platicada con los amigos.
También cuenta con una panadería, cuyo pan es muy sabroso.