El Mesón del Tiburón

Una excelente marisquería familiar. Su enorme tiburón para tomarse fotos en la entrada lo hacían fácil de ubicar. Con área de niños y estacionamiento medianamente amplio.
Probé los camarones a la tocineta en salsa de quesos, su sabor intenso era perfectamente balanceado con las verduras al vapor. En otras ocasiones probé los camarones empanizados, el ceviche de camarones y el pulpo al ajillo, todos estos deliciosos. Debo decir que todos los platillos eran bien servidos y el precio era realmente bueno, tomando en cuenta la porción y el servicio.
El servicio era excelente, me atrevería a decir de los mejores en Cancún en cuanto a su especialidad, los meseros eran muy atentos y amables. Como cortesía, nos servían un consomé de pescado en la entrada, los platos no tardaban en llegar y te asombrabas de las enormes porciones, el chef personalmente se acercó a saludarnos y a preguntarnos sobre la comida, antes de terminar nos mandó un plato de pescadillas de cazón como cortesía, las cuales estaban deliciosas! Lamentablemente no probamos postre pues ya estábamos muy satisfechos.
Desafortunadamente el restaurante cerró, tal vez por la falta de publicidad del restaurante, pues en ocasiones estaba poco lleno. Si alguien sabe si tienen una nueva ubicación comentenla :)

Este lugar lo descubrí hace poco y puedo decir que lo primero que llama la atención de este restaurante es la imagen del tiburón en la entrada. Realmente llama la atención y da significado al nombre del restaurante. Como suele ser clásico, la palapa como restaurante da una sensación de estar cerca de la playa, aunque no lo estás realmente. Un ambiente que realmente da gusto aunque puede llegar a ser monótono al visitar mucho de estos lugares.
Sus platillos son bastante variados y apetecibles. Tienen un muy buen sabor, de los mejores de Cancún, lo cual es bastante complicado gracias al gran número de marisquerías con las que contamos. El servicio es muy atento y también cuenta con música. Además, posee una pequeña área de juego para los niños, ideal para que no se aburran esperando los platillos que tardan más como el pescado frito.
Los precios no son realmente altos con relación a la calidad de la comida la cual es realmente muy buena. Es uno de esos restaurantes que deberías visitar al menos una vez si te gustan los mariscos.

Si eres un amante de los mariscos como yo me entenderás cuando digo que no es común comer en algún lugar donde sirvan buenos mariscos. Pero cuando encuentras un lugar que sirve mejores mariscos de los que crees que era humanamente posible, ese lugar se queda con tu corazón. El Mesón del Tiburón se queda con el mío. Llegué con esperanzas bastante neutras, pero desde que el mesero adivinaba cada decisión que iba a tomar ya me estaban cautivando. Empezamos con unas tostadas de minilla, que me encantaría poder explicarles lo que es pero tendrán que ir a sorprender a su paladar. Apenas estábamos deleitándonos con las tostadas cuando nos sirvieron un caldo de pescado, hermoso.
De platillo principal pedí nuestro endémico pescado a la tikin xik, pero mi paladar se dejó llevar más por los camarones al tequila que pidió mi hermano. No había momento alguno en el que el mesero nos quitara su atención de encima, y los precios no me molestaron en lo absoluto. Ubicado en un lugar tan escondido, el Mesón del Tiburón en serio es un tesoro esperando que lo descubras.