Me encantan los lugares que tienen finta de antiguo pero a la vez moderno y más para comer lo tradicional con un toque diferente. Esta casita en en Barrio, está grandísima y neta que hay un ambiente hogareño pero a la vez turístico. Me encantaron las paredes de roca y los colores suaves que habitan en el lugar. Lo que más se pide son los burritos de chicharrón, te aseguro que son lo mejor del lugar, están de poca. Este lugar tiene un patio muy grande en el cual puedes hacer un evento, es cuestión de separarlo, la verdad es que está muy agradable, al aire libre, la naturaleza y a la vez, disfrutar de la arquitectura y cómo no, de la compañía.