Cenote San Ignacio

Tengo algunos traumas con el cenote de este lugar, de pequeña fui con mi tío. Cuando eres niño no piensas tanto lo que haces, actúas y luego te das cuenta si estuvo bien o mal, pues lo que yo hice en este cenote estuvo mal. Decidí cruzar de punta a punta en la parte profunda, fue una decisión que nunca olvidaré, crucé y estuvo más o menos pero para regresar no encontraba la manera…
Así que opté por regresar pero por la parte baja y justo debajo de esa parte «baja» hay como cuevas, cuando abrí mis ojos en el agua las vi, eran oscuras, lo confieso, tuvo mucho miedo, pero afortunadamente no pasó a más y aquí estoy contándoles mi experiencia.
Hemos regresado, pero yo en la parte poco profunda estoy perfecta, desde aquí puedo admirar la belleza del cenote porque está muy bien iluminado, incluso hasta música puedes escuchar, tienen puesto unas bocinas en las paredes, me parece una idea muy buena.
¡Si te gustan los cenotes y sabes nadar, es perfecto para ti!

Si recién acabas de llegar de visita a Yucatán por primera vez y lo primero que ansías conocer es un cenote, te recomiendo ampliamente conocer el cenote San Ignacio, ubicado en la localidad de Chocholá a tan solo unos 50 km al sur de Mérida.
Este sitio es completamente turístico, posiblemente no sea el cenote más bello del estado pero definitivamente es una opción muy recomendable sobre todo porque el lugar también cuenta con un restaurante de comida yucateca, que resulta una auténtica bendición pues normalmente uno sale muy hambriento luego de haber nadado en sus aguas.
Para accesar es necesario pagar una tarifa de 45 pesos por persona, dicho precio incluye servicio de cambiador, locker y permanencia según se desee (hasta las 5 de la tarde). La entrada es a través de una escalera muy empinada pues el cenote está bajo tierra, por supuesto hay suficiente iluminación en el interior para evitar accidentes.
El cenote tiene una zona de poca profundidad que resulta muy adecuada para los niños. Hay una parte de gran profundidad donde incluso no se aprecia el fondo, normalmente esta área es la preferida por los visitantes que gustan de tirarse clavados y sumergirse para explorar las profundidades.
Algo que resulta peculiar es que el predio donde se ubica este negocio, comparte terreno con unas granjas y en ocasiones los animalitos suelen pasearse por todo el lugar llamando la atención sobre todo de los pequeños.

Too commercial, and a little weird. Go to trace cenotes near uxmal. The price is right but there were tons of cheese tourist things. The town south Kopomo has a great cenote at Señora Berta’s house. It looks sketchy but no problem, the ducks name is Pasquale

Cenote San Ignacio was the first cenote we visited while in Mexico, and it was one of the neatest! I was so surprised to find that it was underground! For most of our visit, we were there alone which was very nice, since the cenote is small. I definitely would come early in the day to avoid sharing this beautiful cave with anyone else.
The water is crystal clear and not very cold since it is underground. You definitely need to bring your own goggles or rent them because all the beauty is underwater. I dove as deep as I could for as long as I could hold my breath and tried to explore every nook and cranny of this cave, and I never got bored for the few hours we were there.
There were nice bathrooms and changing stalls on the property. Definitely take only what you need down in to the cenote, because there isn’t really much space to store any items.
There was also hammocks, cabanas for dining, a restaurant and a bird exhibit you could pay to see, none of which we tried. Another added bonus for you familiar with the game, there is a geocache here!
Once you get to Chochola, there are signs directing you through the small streets to Cenote San Ignacio, or you could ask one of the friendly locals. Chochola was an adorable little town and we ate our picnic lunch in the city square after a morning at Cenote San Ignacio.
_​_​_​_​_​_​_​_​_​_​_​_​_​_​_​_​_​_​
Cenote San Ignacio fue el primer cenote que visitamos mientras que en México, y que fue una de las más bonitas! Me quedé muy sorprendido al encontrar que estaba bajo tierra ! Para la mayoría de nuestra visita, nos quedamos allí solo que era muy agradable, ya que el cenote es pequeño. Sin duda alguna lo que venga pronto en el día para evitar compartir esta hermosa cueva con nadie más.
El agua es cristalina y no muy frío, ya que se encuentra bajo tierra. Definitivamente, usted tiene que traer sus propias gafas o alquilarlas porque toda la belleza está bajo el agua. Me sumergí tan profundamente como pude durante todo el tiempo que pude aguantar la respiración y traté de explorar todos los rincones de esta cueva, y nunca me aburrí durante las pocas horas que estuvimos allí.
Había buenos baños y cambio de puestos en la propiedad. Definitivamente toma sólo lo que necesita en el cenote, porque en realidad no hay mucho espacio para almacenar ningún artículo.
También había hamacas, cabañas para cenar, un restaurante y una exposición de aves que usted podría pagar por ver, ninguno de los que probamos. Otra ventaja añadida para usted familiarizado con el juego, hay un geocache aquí!
Chochola era un adorable pueblo y comimos nuestro almuerzo picnic en la plaza de la ciudad después de una mañana en el Cenote San Ignacio.