Café Equis

¿Cómo le gusta el café? Es lo primero que escuchas cuando te acercas al mostrador. Dependiendo de tu respuesta, (si es para cafetera u olla, con filtro de papel o plástico, cargado o con azúcar), te sugieren el grano y molido.
Por si fuera poco, el molido lo hacen al instante, frente a tus ojos, y lo empaquetan en ese momento. Siempre llevo un kilo de la mezcla de la casa. También venden tazas de café para llevar mientras paseas por Roldán (de mis calles favoritas).
El lugar existe desde 1930 y ha permanecido en la misma familia, así que valoran la tradición del café. Me gusta que puedes ver los costales de diferentes tipos de granos. Es muy rico el café que venden, y es mexicano y el precio es muy bueno (no tiene nada que pedirle a otras marcas mexicanas que venden en el súper).
Para los amantes del diseño, no dejen de ver los aparadores ilustrados sobre distintos tipos de café, son una genialidad del pasado.

En el corazón de La Merced se encuentra este molino y expendio de café nacional que para mi gusto es de los mejores de la ciudad.
Aquí el producto se exhibe con justificado descaro: sus granos de café son hermosos, oscurísimos y producen un aroma que inunda la cuadra de alrededor.
Si el nombre del negocio lo tuviera que definir, este sería el caso absolutamente contrario, pues Café Equis está lleno de personalidad, desde la colorida decoración y el tato amable y personal (si te asomas al fondo del local, puedes ver los enormes costales que llegan directo de Veracruz, Chiapas y Oaxaca), hasta la prueba definitiva: la maquinita de café.
Aquí no es un Starbucks con sus maquinotas y sus tres tamaños. La máquina es de esas que funcionan con moneda y te dan un envase de plástico (ese sí equis) para que la puedas hacer funcionar. Elige cualquier opción: todas son deliciosas y te enganchan al buen café como una droga.

Este café no tiene nada de equis. Es muy rico todo aquí.
Sus cafés (es decir, los granos) provienen de Veracruz, Oaxaca y Chiapas. Pero las mezclas, de todo el mundo. Hay muchas. Mi favorita: la cubana, un poco más tostada. También venden café para prepararlo en olla, una combinación especial de la casa, que es más dulce, y muchas otras variedades. Importante: Venden caracolillo y café márago.
Sus precios son bastante accesibles, alrededor de 150 pesos el kilo más caro (genuino Coatepec).
En el negocio tienen una maquinita, de esas que luego ponen en las oficinas, que prepara café en dos minutos. Cuesta 10 pesos el vasito y puedes elegir el que más te guste (con leche, moka, capuchino, etc). La máquina lo muele al momento y eso le da un sabor muy rico. Ideal para recuperar energías si andas por el centro paseando o comprando.

Uno de esos lugares que envuelven no solo por su aroma a café tostado, sino por su atmósfera que emana «viejo». Historias y relatos que la gente cercana a esta cafetería comparte sin reparos, apretones de mano y abrazos de ancianos con sombrero, sonrisas y bromas del personal…
Café Equis es un lugar con tradición y se ha ganado su fama gracias al excelente café procedente de los tres estados con más producción de grano en el país (Veracruz, Chiapas y Oaxaca), aunque también podrás encontrar cubano y árabe.
Son más de 80 años los que respaldan a este comercio como uno de los mejores de la zona de la Merced, así que si andas por el Centro Histórico y estás en busca de una buena taza de café, este lugar es una referencia que bien vale la pena conocer.

Este colorido sitio, es otra de las reconocidas y ya antiguas cafeterías de la zona de la Merced. Este negocio inició sólo con la venta de café para preparar, sin embargo ahora cuentan con máquinas despachadoras que están cargadas con el café del lugar, así que aquí tú te despachas tu propia taza de café, el cual es altamente recomendable y a un precio bastante accesible.
Aquí, puedes disfrutar de un café tostado término medio de Veracruz, Oaxaca y Chiapas, o también puedes elegir un capuchino. Mi favorito es este último de sabor chocolate. Después de obtener mi café, regularmente voy a tomármelo a la Plaza de la Alhóndiga que está muy cerca, sin embargo, si tú prefieres sentarte, puedes hacerlo en una de las bancas que están en el negocio, aunque no hay mesas, pero también vale la pena quedarse y observar la llamativa decoración del lugar que lleva más de 70 años demostrándonos el paso del tiempo.
La última vez que fui, platicando con la gente del local, me han contado que quieren colocar mesas en la parte de la calle de Roldán, aprovechando que ahora es peatonal. Ojalá que cuando regrese, esta promesa bohemia de mesitas en la calle se haya hecho realidad, para así poder disfrutar aún más mi café con galletas.
Así que, a disfrutar de una rica taza de café tostado y de más historia que pasa por las calles y establecimientos del centro histórico.

El Café Equis es uno de los negocios más antiguos ubicados en la zona de la Merced, desde que entras, puedes percibir el agradable aroma del grano tostado, y ver un poco del mismo en la vitrina del establecimiento.
Si eres amante del café, no puedes dejar de venir a este sitio, en donde encontrarás granos procedentes de Oaxaca, Veracruz, y Chiapas.
Denominado así mismo como café de altura, esta bebida también se sirve ahí mismo, a los clientes que asisten de compras a este negocio.
No hay mesas, pero puedes sentarte en una de las bancas a degustar tu café, recién hecho. También venden algunas galletas en el lugar para complacer más al cliente.
Para llegar aquí en auto, puedes dejarlo en alguno de los estacionamientos aledaños o llegar en transporte público, la estación del metro cercana es Zócalo.
La calle de Roldán, lugar en el que se ubica Café Equis, es peatonal.