Esta cafetería ubicada en el centro de Dolores Hidalgo, es la que no puedo dejar de visitar cuando vengo a esta histórica ciudad. Existe una palabra que define el concepto del lugar, «Kitsch» que según la Wikipedia, «Define al arte que es considerado como una copia inferior de un estilo existente». Es un lugar sin pretensiones, que por falta de estilo, se ha convertido en uno de los lugares más originales que haya visitado en toda mi vida. Para llegar a él, hay que subir por unas escaleras, donde de inmediato te topas con una pequeña biblioteca pública o un cuarto lleno de libros viejos. Hay algunas computadoras haciendo la función de ciber. Muchas sillas todas diferentes, y lo mismo con las mesas. Es como si alguien hubiera rescatado sillas y mesas de las que tiran en las calles y las haya acomodado en este sitio. Es una galería, y en cada ocasión veo cuadros diferentes, una vez me toco una especie de concurso de dibujos, repito muy kitsch. Lo mejor del lugar y la razón por la que a la gusta tanto, son los precios, que van desde los 10 hasta los 30 pesos. Preparan sandwiches, malteadas, frapés, papas a la francesa, y otras botanas por cantidades realmente bajas. Lo recomiendo ampliamente por ser un lugar que rompe todos los esquemas.