El Callejón de los Rumberos

Me lo presentaron como salsero bachatatero, también de cumbia… entramos hubo 2 salsas, 2 bachatas y luego solo reggaeton… vaya el «y otros ritmos»…
Luego toco el grupo en vivo ahí sí hubo salsa y de la buena. Solo por esto se lleva 3 estrellas por mi parte. Luego el show bien largo, demasiado largo aunque reconozco el buen nivel de los bailarines… ahí sí hay espectaculo, y luego lo de los cumpleañeros que duró 1000 años…
Los meseros no avisan de que incluyen la propina, creo que lo normal fuera que avisarán pero bueno… Quizás fue por ser sábado, y los sábados son de puro reggaeton… qué sé yo, pero no me gustó por aburrido.
También la pista de baile, mega chica y gente plantada en el medio sin bailar…
Lo bueno (e irónico) fue que saliendo del lugar encontramos bachata en la calle.

Wanted to eat at Los Remedios — but they were gone :(Picked this one based on location on main street, great decorations, good music. Bad Choice! Waiter was ok, but food was beyond bad. My friend’s chicken Caesar salad had NO dressing at all (that’s a complete 180 for salad) and tasted like bleach? I had two appetizers — Papa Relleno con Queso y Rajas. It wasn’t bad, just had no flavor. The dirty rice was ok. Also ordered the Tostones (fried plantains) filled with different fillings. Sort of like chewing on flavorless tire tread! If you want to dance — probably a great place to do that. But eat somewhere else!

No sé si tengo dos pies izquierdos o sólo es pura pena, pero cuando se trata de bailar yo termino moviéndome al un dos tres, un dos tres… es mi paso favorito, por no decir el único, ahora imagínenme a mí bailando con una chica de Miami que baila salsa, bachata y cumbia. El gran oso de mi vida. Si quieres encontrarte este tipo de escenas divertidas no dudes en venir a El Callejón de los Rumberos que para ser más exactos, aquí viene gente que sabe bailar o por lo menos se divierte al hacerlo.
Los fines de semana hay música en vivo y cuando no, tienen excelente música para bailar, las bebidas están un poquito arriba de lo normal, pero no todas. No acostumbro a venir a este tipo de lugares pero puede llegar a ser divertido.
Me pude dar cuenta que viene gente incluso a cenar con amigos, no sé que tan buena esté la comida, pero si la gente viene también a esto ha de ser buena.

Yo nunca he sido amante de bailar, de hecho en mi casa dicen que yo nací con dos pies izquierdos y aunque he ido varias veces a clases de baile, este arte no se me da, es por eso que cuando voy a salir con mis amigos evito visitar estos lugar donde su mayor sensación, es el baile.
La priemra vez que llegué aquí fue porque unos amigos de cuba estaban de visita en la ciudad, y como buenos cubanos aman bailar, debo confesar que me sentí obligada a ir, pero la verdad es que nunca pensé pasarla tan bien. Ya estando en la pista alguien me vio sentada y me sacó a bailar, le dije que no sabía pero insistió, me enseñó unos pasos básicos de baile y la noche cambió.
En las 3 horas que estuvimos aquí no me senté en nungún momento, y aunque aún no me hago fan del baile ni se me termina de dar, el callejón de los rumberos es un lugar el cual volvería a visitar sin ningún problema, ya que el ambiente es agradable y aunque no bailes, sabes que la pasarás muy bien.

Tienes ganas de bailar? Este lugar es excelente para bailar salsa o cumbias!!! Me gusta que tocan música en vivo y si no quieres bailar hay muchas mesitas para platicar. Puedes quedarte afuera o dentro del lugar, ya que hay mesas por doquier. Los precios en general son accesibles y si vas te recomiendo que pruebes la michelada especial!!! Muy rica!!!

Este es uno de los lugares que más llaman la atención cuando uno pasa por Avenida Chapultepec, y más si es de noche. La música te llama a entrar y bailar al rito de cuba. La primera vez que pasé por aquí me emocioné porque vi a los músicos cubanos y todo el show, y dije ¡ «Quiero entrar, por favor»!
El día que fui era viernes y había que esperar para entrar pues el lugar estaba lleno. Cuando entré quedé un poco decepcionada pues la pista de baile era muy pequeña, es ilogico que si es el fuerte del negocio sea algo de ese tamaño. En fin, mis amigos y yo queríamos una mesa cerca de la mini pista para bailar, pero nos pedían un consumo mínimo y lo peor es que las botellas están carísimas.
No pudimos bailar como hubieras querido, te cobran el cover, y es caro. No sé, me gustó el ambiente pero lo demás me dejó mucho que desear.

Tengo sentimientos encontrados con este lugar, por un lado me gusta que entre semana haya clases de baile, aunque la primera parte es más como calentamiento aeróbico y uno como principiante para cuando llegas a la clase ya estás cansada y en mi caso frustrada por que no me salen los pasos.
Me gusta que tengan servicio de restaurante con comida cubana y en tu cover te incluyan un mojito. No me gusta que te condicionen para darte una mesa del área de la pista que consumas una botella, ¿y si uno no toma o no quiere hacerlo ese día? Ya te dejaron en las mesas de lejos, donde no se ve cuando el grupo de baile hace su presentación ataviados a la usanza cubana. Por que además no te dejan ni acercarte a ver, aunque estés de pie.
Me gusta que tengan banda en vivo cubana que toca bastante bien, lo malo que dura muy poco, debes llegar temprano para que lo disfrutes porque más tarde la música es de un antro cualquiera, reguetón y esas cosas.

¿Y el salsero nace o se hace?
No he podido responder esta pregunta, pero nomás empiezo a dar los primeros pasitos y a calentar con Sol, me da por sentir que nacimos bailando y que así nos vamos a morir.
Llega un momento cada noche en este lugar, en que la respuesta es, más bien: se reproducen exponencialmente, porque cada vez que vengo se llena más y más. Pero a veces tiene más chiste bailar todos apretados, como que la cosa se vuelve más íntima y las vueltas más agasajadoras.
La música está buenísima, a veces traen conjuntos cubanos o con algunos miembros cubanos, y también luego le caen bailarines bien acá, como para mostrarte cómo deben hacer las cosas.
Y si se identifica con el «qué bueno baila usted», no se lo pierda, y si no, venga y aprenda.

Para los que nos gustan los ritmos latinos el Callejon de los Rumberos es el lugar ideal. Tiene una decoración tropical, tiene un ambiente que contagia la diversión y las gana de bailar desde el momento en que entras. La atención aquí esta a cargo de personas con una imagen centro americana, las meseras, los hostess y de mas. La musica del lugar es ideal para bailar. Lo único que no me agrado de este lugar es que a media noche los bailarines del lugar dan un show, por lo que piden a las personas que tomen asiento, este show dura a rededor de 40 minutos, por lo que uno termina por «enfriarse». Este lugar ubicado en la zona de Chapultepec puede ser una buena opcion si lo que quieres es bailar

Ritmo, sabor y buena vibra es lo que encontrarás en el callejón de los rumberos. Un lugar ideal para salir a sudar un poco con la música de salsa y rumba cubana que se respira en este lugar.
Las bebidas centroamericanas son parte fundamental de a carta y la atención de los empleados que en su mayoría son cubanos, dominicanos y puerto riqueños es bastante buena. Además ofrecen clases de baile entre semana para que cuando llegue el fin de semana puedas impresionar a tus amigos con movimientos que no te conocían.
Lo que me gusta de este lugar es que la gente te recibe con calidez y buena vira, aunque no seas un experto bailarín o amante de la cultura centroamericana te sentirás bien arropado por la gente del lugar.
Regularmente ofrecen 2×1 en mojitos y en promedio gastarás unos $ 400 pesos por una buena noche, un precio bastante accesible para una buena fiesta en compañía de los tuyos.

Un lugar en donde Cuba sobresale, el callejón es un lugar especialmente para bailar salsa, bachata, cumbia y otros estilos de baile y música. La verdad es un buen lugar para ir a bailar con tu pareja, amigos, tomarte unos mojitos y pasarla bien.
Lo malo es que los sábados se llena y es muy difícil encontrar un buen lugar o espacio para bailar, la pista de baile es muy pequeña. Cobran cover, tienen seguridad y estacionamiento.
Si te gusta mucho bailar salsa o bachata esta es una buena opción. Solo recomiendo llegar temprano para alcanzar lugar en la pista de baile.

Lo mejor es la decoración. Desde que te acercas ves en la esquina un auto viejo y colorido, de esos que son el pan de cada día en Cuba. Además tiene series luminosas, de modo que es imperdible cuando llegas en la noche. La pista no es tan amplia considerando a toda la gente que dejan entrar, así que si tienes suerte podrás hacer unos de esos pasos de fantasía que aprendiste en tus clases de salsa (también las ofrecen ahí). Yo siempre estoy pisando gente y eso me quita un poco la inspiración, además del sudor por tantos cuerpos amontonados y en movimiento.
Lo que sí es sensacional es el grupo en vivo, con bailarines y todo. Sólo por eso vale la pena ir a ensardinarse a ese lugar el fin de semana. Y bueno, también los mojitos son un excelente aliciente para bailar durante toda la noche. En lo personal prefiero otros lugares de baile, con pistas más amplias, pero El Callejón se lleva el premio de sabor cubano.

La primera vez que fue al Callejón de los Rumberos fui a regañadientes. Empujado. No quería. Pero «anda, que está muy padre, que te va a gustar, que no seas amargado», y ¡zas!, que me gusta. Recordé la novela Tres tristes tigres de Cabrera Infante. Salsitas siento interpretadas en vivo que moverían la cadera del cadáver más antiguo de la ciudad. La primera impresión que tuve del lugar fue temor: ¡¿pararme?!, ¿y hacer el ridículo ante todos esos que bailan como si el útero de su madre hubiese sido una pista de baile y el cordón umbilical una cuerda que les marcaba el beats? ¡Jamás! Y mi jamás duró una hora; a lo sumo. De pronto ya estaba yo a mitad de la pista dando vueltas y moviendo la cadera al compás de las percusiones.
Siempre hay cover. Y cuando se presentan unos salseros de renombre el cover aumento, pero siempre vale la pena. Dicen que hubo uno época en que uno pudo ir y no salir de ahí hasta que «El Torito» se había quitado ya.

¡A bailar se ah dicho! Ponte los tacones/​zapatos más cómodos que tengas porque en toda la noche no vas a quererte sentar. No sé si es por la reputación que tienen los cubanos de bailar y pasarla bien, pero El Callejón de lo Rumberos es un lugar que siempre tiene buen ambiente, todos los que van son muy chidos. Hace mucho calor, obviamente por la concnetración de personas, que además están haciendo ejercicio. Pero es una sensación agradable cuando eres tu quién comparte la pista también. Todo el mundo te sonríe, hay personas de distintas edades, así que no te sorprendas si ves a señores bailando, es completamente normal.
Para los más clavados, dan clases también, para que mejores tus pasos, y de plano si no te sale, pues que agarres confianza para que el fin de semana practiques y sorprendas a tus amigos. Está convenientemente en la zona de Chapultepec, si ya estás por ahí, anímate a conocerlo. La vas a pasar muy padre.
Por último, creo que nadie puede irse sin probar uno de sus famosos mojitos, ¡no sea ranchero y tómese dos! Hey! pero lleva a un conductor resignado, digo, designado, para que no corran ningún peligro.

En Guadalajara le llamamos el «callejón». Es un lugar que tiene una atmosfera totalmente cubana, en especial los mojitos me encantan.!! De ves en cuando hay música en vivo, donde te cobran la entrada, pero regularmente siempre pagas cover.
El Callejón de los Rumberos es un lugar riquísimo para bailar salsa y pasar un buen momento, sobre todo para sacar el estrés de la semana y pues, igual hacer un poco de ejercicio jaja.
Ubicado en plena Av. Chapultepec, donde por cierto, en la parte de afuera tienen un baresito donde puedes disfrutar de un pre-​copeo, mientras te dispones a pasar una noche inolvidable bailando salsa en este famoso y ya tradicional, Callejón de los Rumberos.

La fachada es llamativa, te invita a entrar, yo como muchos amigos, caí en la trampa de este lugar y su fama de «caro» me hizo no querer volver jamás.
El lugar es divertido, se siente la vibra caribeña desde que pasas por afuera, pero adentro toda tu perspectiva cambia. El servicio es lento, las cervezas no están heladas como deberían, pues cuando estas entrada en el bailongo y quieres tomar algo fresco, pides una cerveza y no se llenan tus expectativas.
La pista es muy pequeña, si vas en fin de semana lo más seguro es que te en gentes y no tengas oportunidad de bailar. Hay mucha gente casi siempre, así que si en verdad eres de esos que les gusta acaparar pista, será mejor que llegues temprano pues pasadas las 11 de la noche no podrás lucir tu estilo de baile.

De un tiempo para acá se empezaron a poner de moda este tipo de lugares donde puedes disfrutar de ritmos latinos como la salsa y sacarle brillo a la pista, pero entre los «lugares para rumbear» este es de los menos recomendables.
Hay que reconocer que es uno de los lugares más llamativos de la zona de Chapultepec. Si vas pasando por ahí el toque cubano en la decoración y la música de salsa te invitan a pasar. En caso de que le hagas caso a tu instinto rumbero prepara tu cartera pues no es un lugar que se caracterice por ser económico.
La idea del lugar es transmitir esa alegría latina y pasar un buen rato al ritmo de la salsa, pero los precios son elevados, la pista es pequeña y se llena muchísimo, por lo cual es casi imposible bailar.
Una ventaja que tiene este lugar en comparación a los demás es que cierran hasta las 7 am y después de las 3 o 4 am ya no hay cover, entonces de ser una mala opción para bailar se convierte en una buena alternativa para seguir la fiesta cuando los demás bares ya cerraron.

El día que iba a conocer el Callejón de los Rumberos hasta tacones me puse. Sí, leen bien. Era sábado y acaba de salir del trabajo cuando me dirigía a la cita acordada con Sandra. Las dos teníamos hartas ganas de echar bailongo.
Amigos me lo habían recomendado. Pero me fui decepcionando conforme se presentaban distintas situaciones. Primero. Porque no había lugar. Era temprano un sábado a las 10 de la noche, por lo general se llena a eso de las 11. Segundo. Porque para que nos pusieran una mesa y sillas necesitábamos comprar una botella. Tercero. Tampoco podíamos echarnos unas bebidas porque no tenían esa opción. Cuarto. La pista estaba llena, mucho menos podíamos bailar.
Me sentí muy incómoda porque no sabía qué hacer. Ya habíamos pagado, pero aún así no duramos más de quince minutos. Salí y le comenté al cadenero lo que había pasado, nos escucharon pero dijeron que el servicio se limitaba según las condiciones y que nada podían hacer.
Me gustaría que consideraran una opción para mejorar el servicio, como no exigir el consumo de una botella, sino de bebidas por copa. Imaginense, éramos tres, ni cómo acabaríamos con ella. Total que salimos y nos echamos una refresco y unas papas en la banqueta.

Si quieres demostrar tus auténticos pasos de baile, en lo que a salsa se refiere, el callejon de los rumberos es para ti. El espacio cuenta con una pista de baile para aquellos fanáticos de la salsa y la rumba. Es una mezcla cultural pues seguro encuentras personas de otros países como cuba, quienes sacan fuego en la pista.
Pero no te preocupes si eres un aficionado porque aquí no se limita solo a los profesionales. Puedes venir a disfritar de unas cervezas o bebidas preparadas con tu pareja o amigos. Miestras bailan a ritmo latino.
Todo estoes por la noche, pero las actividades no terminan ahí, durante las tardes algunos días de la semana en la planta alta del lugar se toman clases de baile para todos aquellos que gustan del buen bailar. Los maestros son muy buenos y se adaptan a tu ritmo. Cuando yo iba la clase estaba demasiado flexible para cualquiera.

Cuba ocupa un lugar muy especial en mi corazón. Me gusta su música, su baile, su gente y su cultura. El Callejón de los Rumberos, ubicado en Av. Chapultepec, es una probadita de cubanía en la perla de occidente.
A la usanza de los cabarets de la isla, como el Tropicana, por la noche presentan un show de baile que incluye muchos ritmos tradicionales cubanos (adoro que incluyan afrocubano en sus presentaciones) y después de esto se puede seguir la fiesta escuchando a la orquesta 3D Café, desafortunadamente no toda la música que tocan es cubana pero dicen que en la variedad está el gusto.
Entre semana hay clases de ritmos latinos, que incluyen una parte de fitness tropical (exacto, es tan chispa que es la única manera en la que se me ocurre nombrarlo) y otra de casino, que es la manera en la que se baila salsa en Cuba.