Estudio Diana

El estudio Diana o mejor conocido por muchos como «El Dianita» es un espacio mucho más reducido que el teatro Diana y se encuentra a un costado. En la explanada de entrada al Diana, junto a la tienda hay unas escaleras, pues esa es la entrada al Dianita.
Aquí podrás encontrar obras de un formato más pequeño pero de excelente calidad, una vez vine a ver un monólogo con la actriz local Vera Wilson que me dejó con la boca abierta, tanto el texto como la actuación y dirección, todo estuvo perfecto.
La iluminación es muy buena al igual que la acústica, solamente los asientos son sillas que de repente pueden llegar a cansarte un poco pero siempre y cuando la obra o representación te tenga atrapado se te olvidará ese detalle.
El precio de la entrada varía según el evento pero por lo general no son tan caras.
Por el estacionamiento no hay de otra más que buscar alguno público por la zona o buscar banqueta.

En el estudio Diana se presentan obras de teatro que no necesitan tanta escenografía, y que son más cortas, pero no por eso dejan de ser interesantes.
Hace muchos años fui a una obra aquí que se llama El Sabor a Freud o algo así. No sé porqué pero fui sola, la verdad me encantó y me la pasé muy bien.
El lugar es más reducido que el teatro, pero tienen muy buena iluminación y acústica. Las sillas están acomodadas en filas, que igual no son los asientos más cómodos del mundo, pero tampoco están tan mal. Seguido se presentan obras de teatro aquí que sí son muy buenas, sólo que creo que no les hacen mucha publicidad.
Vale la pena estar más atento a la cartelera del Estudio Diana.

Este es el hijito del Teatro Diana, que la verdad no mucha gente conoce y es una lástima porque aquí se rpesentan obras de teatro que valen mucho la pena.
Está situado justo por fuera del teatro, unas escaleritas te llevan a él.
Por lo general aquí se presentan las obras de menos magnitud, es decir las menos comerciales, de teatro independiente y talento local, experimentos escénicos y de menos producción.
Eso es lo que más me gusta del Estudio Diana. Recuerdo que la primera vez que fui se presentó una obra que la creadora definía como un acontecimiento escénico, porque no era una obra que la gente llamaría tradicional. Estaba genial porque al inicio te llevaban por todo el interior del estudio, tras bambalinas, por donde se maneja el audio y las luces, hasta llegar a los lugares, que estaban del lado opuesto, es decir sobre el escenario. El tema era el de los presos que son encarcelados injustamente. Me encantó y a partir de ahí comencé a prestarle más atención a las obras que llevaban.
A los amantes del teatro se los recomiendo ampliamente. Es un espacio pequeño y las sillas no son las más elegantes o caras pero está cómodo y padre por eso, se vuelve algo más íntimo. Los precios de las obras no son caros, siempre rondan los 100 o 120 pesos sin descuento.

Es una espacio pequeño y alterno del teatro Diana, aquí casi siempre se presentan obras muy pequeñas, casi siempre son obras de 30 minutos, o son monólogos u obras para los niños. A mi me tocó ir a ver una obra que de hecho era para niños pero me divertí como nunca, quizá fue porque la obra en realidad era muy buena, pues pretendía acercar a los niños a este tipo de espectáculos.
A pesar de que se presentan obras chicas y el espacio es para pocas personas, el estudio Diana siempre se llena considerablemente, es decir, no está tan solo como parece. Además este tipo de estudios dan oportunidad a los jóvenes que están empezando con sus carreras como actores de teatro, pues pueden presentarse y empezar con sus primeras actuaciones.

El Estudio Diana es un pequeño foro dentro de las mismas instalaciones del Teatro Diana. Con una capacidad de hasta 120 personas, el Estudio Diana se destina básicamente para proyectos locales emergentes que quieren un espacio con los recursos necesarios, pero que no implique una enorme producción como lo exigiría el teatro Diana.
En este escenario he logrado encontrarme con algunas de las propuestas escénicas más entrañable que he visto, ya que el espacio te invita a estar muy cerca del escenario, de tal forma que la convivencia entre la historia que se narra y el espectador se convierte en una experiencia mucho más íntima y cercana, cosa que le distingue de el Teatro Diana.
A diferencia de otros teatros, las asientos en el Estudio Diana no son butacas fijas al suelo, sino sillas removible, lo que les da la opción a los creativos del teatro de experimentar con otros formatos que permitan a los actores bajar hasta el público o viceversa, ya que las dimensiones del espacio escénico pueden modificarse fácilmente aquí.
Súper tip: por lo general, el Estudio Diana ofrece una cartelera para niños muy interesante que te recomiendo al 100%. Por lo regular tienen lugar los fines de semana al medio día, pero puedes consultar cartelera cuando te apetezca llevar a los niños al teatro