Ya había ido antes, pero cuando vi que cambiaron de administración decidí darles otra oportunidad… que mal, la verdad me decepcionaron bastante. Desde que llegué y vi que estaba el lugar prácticamente solo, esperaba que el mesero por lo menos me diera la bienvenida y un «ahorita te atiendo» pero ni eso pasó. Después de un ratote de ver pasar al mesero sin que me pelara, me levanté para irme y en eso me lo topé ya con una charola de salsas para mi mesa, bueeeno… me senté y esperé ooooootra vez que llegara para tomarme la orden. Pedí la comida del día(Menú ejecutivo) que eran 3 albóndigas en un caldo grasosísimo y unas cuantas rebanadas de verdura con agua de melón(aquí no opino porque en general no me gusta el melón). Para ser un menú «ejecutivo» la verdad se tardó demasiado en todo: en tomarme la órden, en atenderme y hasta en llevarme la cuenta. Ya desesperada por regresarme a trabajar, le pedí la cuenta y le dije que el postre me lo pusiera para llevar(porque el menú incluye postre) y resultó ser un pastel de galleta oreo, de esos que aprendes a hacer en los videos de Yuya… mal, mal, mal. Lo bueno: Las salsas y los cueritos que te llevan para botanear mientras esperas cinco horas a que te atiendan Lo malo: Todo lo demás… el tiempo de atención, la comida grasosa, el postre genérico. y es que antes tenían postres muy buenos, al parecer eso es lo único que cambió la nueva administración :(
Polita ..
Évaluation du lieu : 1 Guadalajara, México
Po po Politos, tengo herido el corazón y es que ustedes saben que siempre les digo la verdad y nada más que la verdad… y por eso quiero contarles que no me fue nada bien en este lugar. Fui en lunes porque tienen una promoción de todos los antojitos mexicanos a $ 10(eso debió haberme dicho algo jojojo) me pareció buena idea ir para probar así que pedí panuchos, taco de chicharrón y sopes. Todo iba bien, de entrada te dan cueritos con totopos y sus salsas buenas la verdad, el terror empezó con el servicio, la verdad es que no éramos muchas mesas pero bueno sigo con mi historia. Después de laaaaaargo rato llegó mi plato, frío pero frío más que el corazón de mi ex cuando me terminó(bueno esa es otra historia) y no sé diga el de mis acompañantes, uno de ellos había pedido espinazo y de lo frío tenía grasita de esa que se le hace a las cosas calientes arriba. En fin, nos valió y comimos, no estaba rico, me duele en el alma estas palabras pero es la verdad. Los amigos meseros no nos hacían caso, se les olvidaba lo que pedíamos, de que les pedí un agua y nunca me la trajeron ¡me tuve que bajar la comida a brincos! Tienen un menú ejecutivo e incluye postre, ese si estaba rico pa que vean, yo digo que si tienen menú ejecutivo es porque saben que nosotros los Godinez tenemos el tiempo contado y entonces están preparados para atendernos ¿no? El colmo fue cuando pagué ¡vayan ustedes a creer que me salieron con el clásico«no tenemos cambio»! ¿Y yo que hacia? ¿Ir a cambiar? Really? Salí huyendo ahí con ganas de nunca regresar, cabe mencionar que obviamente me cayó súper mal la comida porque pos con tanta hambre me comí todoooo frío. Tache y mega tache a este pequeño lugar, y lástima porque está muy bonito. #NoVuelvoMás #PolitaChorrienta #CasiYNoLaCuento #SaludosDesdeElBaño
Juan Alberto S.
Évaluation du lieu : 3 México, D.F., México
Otro más de los lugarcitos que quieren aparentar ser buenísima onda, informales, sarcásticos, casuales y que te ofrecen la comida«fusión mexicana». Lo que yo les recomiendo es venir los miércoles a pedir su promoción de chela+mezcal, porque si no es carísimo y eso de andar pagando cientos de pesos por un plato de fritangas que en el mercado te salen en una quinta parte y mucho más ricas, pus como que no… El ambiente está padre, pero yo lo entiendo más como un barecito curioso que como un restaurante experimental e innovador como ellos mismos lo quieren hacer ver.
Azul C.
Évaluation du lieu : 5 Mexico City, México
«A la una once, y a las once una» se lee en una de las paredes de este lugar que me encanta porque consigue mezclar con éxito la idea de la cocina mexicana, esa de las fritangas y los antojitos, con ingredientes que no son tradicionales y en términos de estilo una cocina mexicana hipster que no se queda corta o en la pretensión. Para beber las estrellas de la casa son las cervezas y el mezcal, de hecho los miércoles aquí se llaman mezcaleros y se hallan promociones en estos dos tragos. Hablando de promociones, otra que me encanta es el lunes de fritangas en el que hasta pensarías que estás en una cenaduría por el precio. Ya sea para comer o cenar(aunque me dijo un pajarito que pronto venderían desayunos) la Una Once es un lugar con estilo y también con sustancia.
David M.
Évaluation du lieu : 4 Guadalajara, México
Un amigo solía tocar aquí los viernes con su grupo D’rumbaos y fui a verlos un par de veces. La decoración del lugar es exquisita. Combina muy bien lo mexicano tradicional con lo moderno y lo mismo se puede decir de la comida. Una de esas noches de rumba pedimos un par de amigos y yo unos taquitos de lengua para botanear y yo quise probar algo nuevo en cerveza. Pedí una Lola y me pareció bastante buena, algo dulce, casi como para tomarla de postre. Los antojitos mexicanos son la especialidad de la Una Once y hay unos tacos que yo no había visto en ningún otro lado: de salmón al pastor. También pasteles fríos de frutas no tan comunes(al menos en pasteles) como guayaba y toronja. Tienen mesas que dan a la calle, pero yo prefiero el patio, que es donde se instala el grupo. Es amplio y hay muchas mesas, así que si vas con amigos no será difícil acomodarse. Por el estacionamiento no hay tanto problema, al menos en la noche, pero si quieres llegar a comer, es más probable encontrar lugar en las calles perpendiculares a Justo Sierra.
Idalia L.
Évaluation du lieu : 4 Guadalajara, México
La Una Once maneja un concepto de comida mexicana, ya que en su menú ofrece quesadillas del mercado(de esas fritas bien ricas), arrachera, tacos de cochinita pibil, entre otros platillos. Debo confesar que sólo he ido a cenar, así que los platillos son justos para la cena y no te llenan mucho sino que te dejan satisfecho. El lugar está abierto desde la tarde para comer y sé que tienen un menú ejecutivo a muy buen precio. En la noche, el restaurante se convierte en bar donde la gente va a tomar y platicar, algunas veces hay grupos en vivo tocando. La Una Once lo definiría como un lugar para aquellos que quieren pasar una noche tranquila sin mucho ruido de música como otros bares y comer unos buenos antojitos mexicanos. La decoración está simpática con mesas de madera un tanto mexicanas y sillas de colores, al igual que cuentan con una barra para aquellos que quieren sentirse en una cantina. Tantos colores reflejan el espíritu tan diverso del mexicano. El servicio y los precios son excelentes, recomiendo ir a cenar y dejarse llevar por sus antojos y lo mejor de todo es que las tortillas que te dan para acompañar los alimentos son hechas a mano, no sé puede pedir más.