Por más de dos años esta camioneta llena de pastes ha dado de comer a los antojadizos colonos de Chapalita y a los estudiantes del Colegio Matel, que está cruzando la calle. He probado una gran mayoría de estos pastes y puedo asegurar que son riquísimos. Una vez probé uno de hamburguesa, que era el queso amarillo con la carne de la hamburguesa. Sabía poquito raro por la combinación, pero es de buena calidad. Pero los mejores, son los de salchicha y los de champiñones. Hay también de papa con carne, de atún(no me gustan tanto porque tienen un poco de cebolla) y de mole rojo. Dulces, también para los que tengan ganas, hay de chocolate, crema pastelera, leche y filadelfia. El señor que se pone siempre es muy amable, le gusta lo que hace, se nota. La camioneta de pastes se pone de lunes a viernes a partir de la una y hasta que se agoten los pastes. Dura hasta las tres y media más o menos. Así que si quieren alguno en especial, no les conviene ir tarde porque se acaban, me ha pasado varias veces.