Aquí fui con mis amigos después de mi cena de cumpleaños, porque mi cumpleaños cayo en lunes, súper atravesado. Pedimos sendos tarros de cerveza de barril oscura y clara y la verdad es que estaba deliciosa la cerveza, fría, muy fría. El ambiente del lugar es muy bueno, siempre hay gente riendo y platicando, aunque el volumen de la música puede llegar a ser un poco alto a veces. El servicio es excelente, siempre estaban pendiente de ver que no nos faltara nada y además fueron rápidos con nuestra orden. De comer les recomiendo los pepitos, una delicia y también la orden de papas a la francesa.