Dulces Tradicionales La Casona de la Abuela Chayo

Un lugar lleno de tradición, sabor y montones de anécdotas. Aquí se preparan unos rollos de Guayaba riquísimos, pueden estar rellenos de cajeta y coco, coco con nuez o coco y almendra. pero eso no es todo, aquí también venden las tradicionales cocadas y jamoncillos de leche y nuez. La vez que me detuve a comprar uno de estos rollitos de guayaba me atendió un señor ya grande que me hizo la platica y me habló un poquito de sus productos.
Son 100% artesanales y ya son una tradición en Guanajuato. El precio va desde los $ 30 hasta los $ 60 si es que compras un jamoncillo de leche y nuez que es lo más caro. Empiezo a creer que fue una fortuna haberme encontrado con este sitio. No es muy vistoso y mucho menos es grande, pero vaya que vale la pena venir y comprarse un dulce que ya muy pocas personas hacen y que están riquísimos.
Para mayor referencia hay una mesa en la puerta, ahí tienen estos rollitos envueltos en papel Blanco o verde (dependiendo el sabor).

La abuela Chayo ya murió; y esta familia tuvo que cerrar su negocio de comida pero siguen vendiendo unos dulces increíbles y a mi parecer muy finos. Varias manos guanajuatenses los han preparado con la tradición y a pesar de los años, persisten en esta delicia artesanal. Son los ÚNICOS en Guanajuato que siguen haciendo y vendiendo estos cucuruchos con recetas familiares. Te encontrarás bajo el papel con una cubierta de rollo de guayaba, luego una capa dulce de coco para rematar con el jugoso centro de dulce de leche de cabra.
No es nada empalagoso y el precio es accesible. Si tienes 30 pesos úsalos bien. Se hacen ahí mismo y la puerta la puedes encontrar en Positos viniendo de la Universidad de lado derecho junto al Sushi Oishi. No hay un horario fijo pero abren por las tardes. Mi novio había probado dulces en Chihuahua que son muy famosos pero desde niño no se encontraba con ese balance de sabores tan especial, que sin exagerar le remitió a una cuestión espiritual. Hablamos de casi 70 años de experiencia.
¡VAYAN! si les intrigan estos sabores, ayudarán a que una familia siga produciendo, porque debido a la competencia comercial no saben cuánto más pueda subsistir.