Ex convento Dieguino

En palabras de un profesor de historia, el Museo Dieguino es «una joya arqueológica». Hasta el 2014 asistí a eventos culturales en este espacio; presentaciones editoriales, conferencias, ponencias, conciertos de música clásica o contemporánea, e incluso algunas presentaciones de artes escénicas. Todas estas presentaciones han sido gratuitas y al público se le ha solicitado solamente el respeto a las reglas para la conservación del espacio, entre ellas, no tocar las paredes, para no desgastar la piedra original le sitio. Sin embargo, actualmente se ha detectado la necesidad de cuidar más el espacio debido a que los cambios de temperatura y humedad afectan fácilmente el balance de los elementos, como la madera y la piedra. Aun espero conocer qué otras actividades tienen en agenda el museo, además de las visitas habituales. Sin embargo recomiendo mucho visitarlo y conocer acerca de su historia.

Visitar iglesias no es un gusto generalizado de un paseante común, mucho menos si no conoces un poco de la historia del recinto, pero por ello vale la pena leer un poco más acerca de este tipo de atractivos arquitectónicos. Si el recinto cuenta con un museo, pienso que no hay que desaprovechar la oportunidad de entrar. Debajo del Templo de San Diego existen los restos de los niveles originales que tuvo la ciudad de Guanajuato y por lo tanto la iglesia hace mucho tiempo. El espacio ha sido restaurado y acondicionado para ser apreciado como un museo y para ser galería y exponer y vender obras de artistas locales.
La entrada está del lado derecho de la iglesia y en la recepción te facilitan una pequeña guía en la que puedes leer información acerca del proyecto. También venden algunos libros referentes al templo.
La entrada al museo cuesta doce pesos. Los restos del ex-​convento son varios arcos que aun conservan color en sus decoraciones, un pozo y la puerta del convento. Entrar a este museo me dio la sensación de que estaba apreciando verdaderamente la antigüedad de la ciudad.