La Fuente

Una buena opción para comer o desayunar de forma ligera y sin alejarse mucho del centro de la ciudad es La Fuente. Se trata de un local que, además de contar con una excelente ubicación (a unos pasos de la plaza de Los Ángeles), ofrece un servicio de platillos convencionales. ¿A qué me refiero con convencional? Me refiero a una carta que se compone de: tortas (jamón, queso de puerco y salchicha); molletes; burritos quesadillas sencillas y con guisado; licuados (fresa, mango, chocolate, plátano, vainilla, guayaba y papaya); bebidas (jugo de naranja, toronjo y zanahoria, agua natural, agua de fruta, café americano); gelatinas, flanes, pays y galletas integrales.
Lo recomendables es asistir entre 10 y 11 de la mañana y una vez que te encuentres en el lugar comprar un jugo (que por cierto está recién hecho) y una galleta integral o una gelatina. Todo por 25 pesos. Yo lo hago porque me queda de paso todos los días.

Desde que abrió soy fan. La dueña y los empleados son super amables. La fuente tiene un concepto seguro y sano. De entrada los licuados y los jugos recién hechos y el agua de sabor son la onda; pueden ser sencillos o combinados. No bajan de 20 pesos, (es caro lo natural), pero vale la pena que alguien lo haga rápido, fresco y limpio. Luego, si ya tienes hambre éntrale al baguette integral porque tiene verdura rayada, aderezo y a escoger, atún, jamón o pollo; quedas satisfecho pero no te da el mal del puerco. Las ensaladas alcanzan para dos, tiene aderezo para decidir y semilla de girasol. Las tortas de chorizo buenas aunque un poco cariñosas porque no son muy abundantes.
En general las tortas son las más vendidas, aunque también tienen sandwiches, molletes, sincronizadas, hamburguesas, malteadas, cocktail de fruta y papás a la francesa.
Últimamente ofrecen plato de spaguetti con milanesa, y de vez en cuanto tienen fresas, chocoflan y pay de queso para las noches desabridas. Siempre ofrecen galletas de avena, gusanitos o dulce de vainilla; así como té de lata, bote de yogurt, refrescos, aguas, café de máquina y lo único que les faltaba: ¡Venden helado! incluyendo conos y paletas cubiertas de chocolate con nueces encima. La verdad ese lugar tiene todo lo que amo, sólo le falta el teatro y podría quedarme a dormir ahí. Culposo y sano a la vez.