El detalle con este salón de fiestas es que si vas distraído te lo pasas, por fuera parece más una bodega que un salón de fiestas, por dentro la historia es completamente diferente. Por dentro la verdad a mí, como mamá que va a cuidar niños o como mamá que va a atender invitados no me encanto. Te doy mi punto de vista como mamá que va a cuidar niños: de entrada yo no puedo llegar soltar a mis hijas y sentarme a platicar con otras 85 mamás, no puedo, soy mamá gallina y tengo que estar viendo a mis hijas, por lo que no me fascino el salón es por que las mesas para los invitados están en la entrada y todo lo demás está en un circuito que tiene miles de puntos ciegos desde las mesas, sea cual sea la mesa que elijas tiene escaladora, carritos de pedal, mini canchita de futbol, brincolines y muchas cosas, pero para los papás es una visibilidad de un 25% y seamos honestos si los niños no son todos de la misma edad es muy complicado el cuidarlos de un accidente con un niño mayor o menor. Mi punto de vista como mamá que va a atender invitados: la cocina está cerrada y diminuta, no hay espacio como para que 2 personas entren y salgan al mismo tiempo en la cocina, si vas a poner una taquiza o comida tipo bufet es por demás incomoda, el lugar es caliente lo que le sigue en época de calor y frio como el hielo en época de invierno, ya le pusieron aire acondicionado pero solo enfría un poco en el calor. En cuanto a los precios no están descabellados pero no son baratos, en fin, no me creas, ve a verlo.
Sergio C.
Évaluation du lieu : 3 León, México
El Salón de Fiestas Camelot tiene todo lo que un niño quiere en su fiesta. Pista de carreras, cancha tipo futbol rápido, arenero y área de juegos inflables y fijos. El área de niños tiene prioridad sobre la de los grandes. Hay un pequeño escenario donde se presenta el mago y/o el elenco que quiere. Los baños también están en excelentes condiciones de limpieza. Su ubicación no es la mejor pero los traslados valen la pena. A mí me tocó ir a una fiesta en la que sirvieron tacos de guisado y pastel elaborado con brownies de vainilla o chocolate. Cada quien diseña su tertulia. El respeto a la fiesta ajena, es la garantía de volver a ser invitado.