El Gallito

Una de las cantinas más populares de la ciudad. No me diferencia de ninguna otra, entras y puedes ver a todos con su caguama y su botanita. A excepción de que la botana es muy buena. Antes de que la cantina «La negrita» se modernizara y se volviera centro de moda, el gallito era la representación de una buena y tradicional cantina.
No ha perdido auge y nunca lo perderá, supongo que, los clientes jóvenes, además de su clientela original, le han dado el prestigio y la han popularizado a lo largo de muchos años.
Las tres generaciones a las que pertenecen mis hermanos, conocen esa cantina, y su popularidad continúa hasta llegar a la mía. No puedo explicar exactamente por qué el atractivo de esta cantina específicamente, pues en el centro de Mérida tenermos muchas, pero creo que puedo atinarle diciendo que está cerca del centro histórico, es limpia, el ambiente es el mismo pero tal vez no tan hardcore como lo que te podrías encontrar en muchas otras.

Un lugar que debería ser considerado patrimonio de la ciudad por su historia, tradición y excelente servicio que perdura a lo largo de los años.
Cuando uno piensa en cantina, se imagina un lugar sucio de mala muerte, como dirían muchos, pero la verdad es un lugar limpio tranquilo, los parroquianos que lo visitan son gente tranquila de todo tipo que solo busca un rato agradable para disfrutar una fría. Por 23 pesos (que es el costo mínimo de una cerveza) puedes comer todo tipo de botana desde antojitos yucatecos, hasta chicharrón en salsa verde, pasando por chile aquiles.
Un excelente lugar que recomiendo para toda persona que desee tomar una cerveza fría en un ambiente muy bohemio.

Una de mis cantinas favoritas de la ciudad es el gallito. Es mi favorita porque aún es una cantina old school, los meseros son muy amables y el dueño, apenas tiene chance, pasa a cada mesa a ofrecer ceviche del día.
Las cervezas están maso menos en 25 pesos, y con que pidas una, al poco rato ya tienes la mesa llena de botana. Entre las cosas que incluye la botana puedes encontrar una amplia variedad de antojitos yucatecos como codzitos, pepino con limón, tacos de escabeche, tostadas con frijol, papa con limón, tortitas y quibis de trigo, carne molida un gran etcétera.
Siempre que voy no puedo dejar de fijarme en la barra, donde hay una repisa con vasos marcados con los nombres de las personas que asisten regularmente a este establecimiento desde hace años. Desde entonces me prometí a mí mismo intentar lograr tener un vaso ahí, esa, esa es mi próxima meta en la vida.

Una cantina seria que no se ha dejado llevar por las tendencias para atraer nuevo mercado, aquí el que va es porque le gusta lo tradicional y si no pues… un par de cuadras más adelante puede encontrar una «cantina» más actualizada con los fenómenos sociales.
Aunque día con díà la cantidad de gente que asiste se va desdibujando cada vez má, s como el emblema del lugar pintado en la fachada, hay quienes le tenemos cariño por ser un lugar autentico. Modesto pero acogedor con meseros amables y eficientes, y precios que le dan competencia a varias cantinas del rumbo. Desde siempre ahí grupos de estudiantes se reunían para compartir, aunque ahora es menos tal vez por su ubicación ese fenómeno se sigue dando. Aunque también al lugar llega toda clase de gente. Y es que ¿como no?, si al gallito se va a pasarla bien y comer rico y en abundancia, las botanas que preparan ahí son buenísimas y los guisos no se quedan atrás.
Cuenta con un área con aire acondicionado para esos días de calor sofocante y cuenta con estacionamiento.

Esta fue la primera cantina real que pisé en Mérida ya hace algunos ayeres y no ha cambiado mucho en realidad.
Antes, cuando ir a una cantinita después del trabajo era cosa de grandes, el Gallito empezó a tener clientes jóvenes que también iban a disfrutar de una cerveza y botanas después de un día de estrés en la escuela.
El ambiente se presta para relajarte y disfrutar de una agradable charla. Ideal para transformar y planear cómo cambiar el rumbo del mundo con los cuates.
Por alguna razón y a pesar de que está si es una cantina real, nunca he visto a los parroquianos que se les pasen las copas. He visto gente mala copas en antros y otro tipo de bares más «nice». Pero aquí en el gallito, por alguna extraña razón, la gente se comporta y acepta tomar solamente tomar dos como la gente y con buena vibra.

¡Vamos pal Gallito! Fue por mucho tiempo el grito de guerra de mis amigos cuando querían tomar dos como la gente y las demás… como pudieran.
Esta cantina hace ojitos desde la puerta: con su azulejos y el gallito pintado a mano en la parte de arriba, pero sobre todo por sus puertas de madera que se abren de par en par como película del viejo oeste y te dan la bienvenida a uno de los bares más tradicionales de Mérida. Por sus puertas pasa todo tipo de gente, desde vendedores ambulantes hasta abogados, médicos y la numerosa estudiantada que va a repasar la lección después de clases.
Aquí la botana se sirve bien: frijoles, chicharrón, orejita, molleja, crema de ajo, tzikilpak, espagueti, remolacha, todo el menú de rigor para acompañar tu bebida.
Mientras más botellas consumas, más botana te sirven, y bajo de la mesa se acumulan los «testigos»: las botellas vacías de lo que has consumido, para que nadie tenga duda al momento de pagar la cuenta.
Las cervezas que se sirven son del grupo Modelo, así que puedes pedir una Corona, León, Pacífico o Montejo.

¿Eres universitario, te gusta la chela y comer barato? Boooom, El Gallito es tu mejor opción.
¿Estudias en el centro y quieres hacer rendir tu almuerzo y refrescarte al mismo tiempo? Boooom, El Gallito es tu mejor opción.
¿Tienes una reunión y quieres algo relajado para platicar mientras echas chela? Boooom, El Gallito es tu mejor opción.
Y así me la podría seguir, porque en el gallito con la sencilla adquisición de 2 chelas quedas más que satisfecho, pues es de los pocos lugares que le prestan atención a los platos que sirven de botana.
Mi recomendación es acaparar las empanaditas de frijol, apenas lleguen a la mesa roba el plato, es más no dejes que el mesero ponga el plato sobre la mesa, tómalo directamente de su mano. Es de lo mejor, junto con la comida que suelen servir del día.
Por cierto la chela es barata si van de lunes a jueves entre 5 y 9 de la noche, también hay algunos shots gratis, pero no pregunté porque la neta soy más de echar chela.
Y pos como una cantina sencilla y carismática lo merece, este es el mood para llegar al gallito:
Vicente Fernández — Cantina de mi barrio

Me llama mucho la atención que existan lugares donde te regalan la comida si compras algo de tomar, es extraño, o ¿no?.
El gallito es uno de esos maravillosos lugares para los amantes de la comida y del buen beber, donde literal es guatita llena corazón contento. Aquí podrás degustar exquisitos platillos de la comida yucateca con todo su sabor característico. Este es el punto de encuentro del mundo bohemio de la ciudad de Mérida. Es un clásico entre los locales.
La atención es maravillosa, están atentos que no te falte nada para beber ni menos para comer. El más extraño de los platillos que danes el kibis que es una especie de bolita rellena con carne o queso, bien exótico, además de guacamole, frijoles y si vas a pedir la segunda o tercera cerveza prepárate, porque los platillos se vienen bien potentes.
Este tipo de espacios son las joyitas que guardan las ciudades que vale totalmente la pena conocer.

¡Puro folclore!
Debo admitir que me gustan estos lugares, donde conoces rinconcitos íconos del lugar. Bueno, pues por recomendación llegamos allí, a raíz de una plática sobre centros botaneros y salió a relucir el famoso Gallito. Pues obvio que allí estuvimos a la brevedad y gracias a las recomendaciones de mis amigos Unilocalers, me fui sin desayunar, gracias, lo agradezco.
Pues la experiencia fue así, me fui sin desayunar, así que antes de la mitad de la primera chela, ya sentía que andaba que volaba y en eso ante mi, el montón de botana, puros platillos típicos, muy ricos y muchos, lo cual me hicieron aterrizar, pero ¿qué onda con los kibis? yo no conocía esta maravilla de la comida yucateca. Es como una albóndiga grandota y alargada, parece más como un bolillito empanizado relleno de carne, pollo, queso, pasas. A mi me llegó uno normalito de carne, lo abren y le ponen cebollita y repollo, pues para mi fue todo un delicioso descubrimiento. Que por cierto, este manjar tiene sus orígenes libaneses, que cuando llegaron a Yucatán, fue la forma de entrar en la sociedad yucateca. Sólo por medio del estómago nos ganan el corazón a los mexicanos.
El Gallito un winner, toda la experiencia, toda una cantina con todas las de la ley. Súper bara y muy rico todo.
Pd. En domingo no hay mucha gente, así que el servicio es aún mejor.

Esta es una de las míticas cantinas con las que cuenta el Centro Histórico de la Ciudad de Mérida. Tan es así que ha salido en un par de guías de cantinas elaboradas por escritores locales. Y faltaba más! Pues la atención con la que te reciben en este lugar no pasa desapercibida.
Cuando escuchas la palabra cantina, probablemente te imagines un lugar al que no puedes acudir sin la compañía de un amigo; pero la cosa no va así en el Gallito. Es un lugar tan limpio como luminoso, de modo que se siente accesible a primera vista. He ido a beber ahí en compañía de puras chicas y nunca hemos pasado un mal rato.
Una de las cosas que más destacan de este lugar es la cantidad de botana que te sirven. Es de esos típicos botaneros en los que conforme vas pidiendo cervezas, te van llevando a la mesa botanitas y cosas para picar. En la primera ronda, te sirven cosas sencillas como betabel picado con limón, papas con cilantro, frijoles colados con tostaditas, crema de ajo y panecitos, dzikilpak (salsa de tomate asado con semilla de calabaza tamulados).
Si todavía tienes sed y hambre, y te animas por la segunda ronda, te traen unos taquitos de relleno negro, papadzules, tacos de cochinita o lechón, gorditas de chicharrón, y así por el estilo. Ya para la tercera ronda, te preguntan qué se te ofrece, si gustas repetir platillos, y te llevan a la mesa jícama con chile y limoncito para el desempance. Si esto no fuera suficiente para tu estómago, también tienen platillos a la carta.
Lo mejor del lugar: la media cuesta solo 23 pesos!

Bar El Gallito.
Uno de mis lugares preferidos para pasar un buen rato es el Bar El Gallito. Parece no ofrecer mucho con una fachada típica de cantina del centro de Mérida pero que sin embargo una vez dentro, uno se da cuenta de lo atípico de este lugar que se ubica a una cuadra del barrio de Santa Ana.
Como primera mención es importante decir que la gente que acude a este lugar es variopinta. Me he encontrado desde estudiantes universitarios discutiendo lo más nuevo en teoría social hasta pilotos en entrenamiento, con todo y uniforme. El bar ofrece por el precio de tu bebida (el cual no es caro) un buen número de botana y comida. Desde espagueti hasta cremas de ajo. Huevo revuelto y kibis. Tacos de relleno negro y ceviche. La atención es excelente, trayéndote bastante de los alimentos antes mencionados sin ningún problema. Las instalaciones no ofrecen nada fuera de lo común, cumplen con su cometido.
Bar El Gallito es un lugar con muchos símiles en Mérida pero que es único por la cantidad de comida que ofrece, su servicio y sus precios. Siempre es buena experiencia el pasar una tarde con los amigos aquí.

Qué buenos recuerdos me tare este lugar, es una cantina pero no de mala muerte como muchas otras, digamos… que es una cantina medio fresa por la gente que la visita (si es que se puede adoptar este término ¡jaja!).
Yo no la veía con buenos ojos, hasta que pasaron los primeros dos semestres de la carrera. Escuchaba hablar a mis compañeros del gallito, comentaban que saliendo de clases irían a tomar dos, que tenían hambre y que iban a ir al gallito a comer.
Un día me deje influenciar por ellos (que malas amistades tengo ¡jajaja!) y fuimos al gallito, les confieso que nunca había ido a una cantina, y pus la experiencia no fue nada mala, todo lo contrario. Desde entonces soy fan del gallito y acudimos de vez en cuando a beber dos chelas acompañadas de la rica botana que allí sirven.
Esta cantina considero que es una de las mejores, es muy barata, la botana es sabrosa, el ambiente tranquilo y el servicio bueno.
Cuando quieras ir a una buena cantina el gallito es una opción que debes tomar en cuenta.

Ubicado cerca del parque de Santa Ana, y cerca del corazón de la ciudad de Mérida el gallito es uno de los lugares que tiene años de existir.
La entrada es de las tipo cantina, y al ingresar al lugar podrás hacer un viaje al pasado con la decoración que tiene el lugar, la cual consta de recortes o fotos de años pasados.
Sí vas al lugar, te recomiendo ir con mucha hambre, pues desde la primera bebida que pidas te sirven bastante comida y botana, encontrarás cosas típicas de la ciudad como salbutes, cochinita, kibis, papadzules y demás delicias. El ambiente es bastante agradable, podrás encontrar desde jóvenes universitarios, hasta adultos mayores que ya tienen años siendo clientes del bar, también cuentan con música que hace que estar ahí sea una experiencia buena.
La atención es excelente, a pesar de tener dos meseros, estos están muy al pendiente de ofrecerte un servicio de primera, además de servir de manera rápida.
La cerveza es bastante económica, pues están desde $ 23.00 pesos, y sí vas a la hora feliz, encuentras las bebidas a $ 19.00 pesos.

Aquí vienes a comer, más que a tomarte unas chelas. Si eres una persona con un gran apetito y que además disfruta de unas ricas y bien heladas cervezas, esta cantina es tu lugar.
El establecimiento es modesto pero bien conocido y recomendado, los precios son económicos y si no sales literalmente rodando, cuando menos terminas más que satisfecho, y es que en cada ronda de bebidas te llenan la mesa de botana y varios guisos completos como frijol con puerco, escabeche y hasta me ha tocado relleno negro, súmale a todo lo anterior los kibis y el chicharrón, el resultado: alimento suficiente para no pasar hambre el resto del día.
Te recomiendo que vengas al mediodía acompañado como mínimo de un par de amigos de preferencia que ninguno haya desayunado, créeme valdrá la pena.

Una cerveza + botana seria a $ 23.
Eso podría ser todo lo que tenga que decir de este lugar pero: Si pides una segunda cerveza te traen botana todavía más seria, que realmente ya cae en la clasificación de comida. En este lugar te regalan comida. Si llegas tu solito vete con hambre porque igual te sirven como para 3 personas.
El lugar está bastante limpio e iluminado. Cuando ya te acomodaste, el dueño del lugar siempre se acerca a tu mesa a darte la bienvenida y a ofrecerte el plato de comida seria (independiente de la botana-​comida). Yo quisiera saber quién ordena ese plato, porque pfff, uno termina satisfecho con la botana de dos cervezas na’más.
Si llegas a la tercera cerveza la consecuencia es variable. Casi siempre serán palomitas, pero si algo de la botana te gustó en particular le puedes pedir a tu mesero de confianza que se moche con la que fue tu favorita; si es un buen día no se harán patos.

Amantes del folclor y el cantinismo hoy hablo con el corazón, debido a que la cantina sobre la mesa me vio crecer, obvio de adolscente a adulto joven.
Popular entre los jóvenes aunque ya un poco desplazadas por las nuevas «cantinas modernas o dicho de otra forma, bares que abren en la tarde» se encuentra el gallito, un espacio algo desolador pero con un gran ambiente.
Mientras estudie la universidad por la cercanía y una extraña fijación solía venir a comer aquí, la primera ceveza trae consigo frijolito, guacomole, kibis, chicharron y ese estilo de plato sencillo, y para la segunda cheve ya te traen un plato fuerte, estilo frijol con puerco, huevo con longaniza, etc.
Los precios son modestos y la botana igual, no hay más allá del encanto que uno mismo puede descubrir una vez ahí, un lugar eficaz para comer barato y tomarte dos como la gente.

El Gallito
Legendaria cantina en el barrio de Santana, El Gallito así como tiene sus años tiene sus clientes, los cuales son fieles a su lugar de reunión.
Varia de la clientela del gallito es ciertamente peculiar, en esa cantina van muchos trovadores y músicos de la canción yucateca, es el punto de reunión de algunos bohemios de décadas pasadas, lo que lo hace mas legendario aún!
El gallito tiene mucho que presumir, es una de las cantinas que a mi gusto sirven mejor la botana y sumado a esto buenos precios. La atención es bastante buena, siempre hay alguien pendiente de servirte lo que necesites.
En esta cantina casi no ves turistas a pesar de su buena ubicación, se ha mantenido como una cantina donde asisten más que nada señores que trabajan por la zona o que son clientes fieles al lugar.
El gallito va remodelando sus espacios cuenta con espacios cerrados y un pequeño patio como área para fumar, sin embargo conserva muchas cosas como el mosaico del bar, la insignia que esta puesta en la entrada y el arte que son cuadros antiguos de toreros y corridas.
A mi de la botana del gallito lo que mas me gusta es la crema de ajo y el chicharroncito prensado, en época de calor sobre todo no cae nada mal hacer una visita (es decir, todo el año)