Instituto de Enfermedades y Cirugía Ocular – IECO

Recientemente sentía que al leer de cerca y visualizar objetos de lejos ya no teníà la adecuada nitidez, viendo «borroso» por lo que decidí venir a consultar a un oftalmólogo al Instituto de Enfermedades y Cirugía Ocular, IECO, al entrar me llevé la mejor de las impresiones, un lugar cómodo, super limpio, con varios consultorios con especialistas en retina, córnea, catarata, glaucoma e internista, la consulta está en un aproximado de $ 600.00. Bastante fácil de ubicar ya que se encuentra frente al muy conocido parque de las Américas. La sala de espera cuenta con agua, cafecito, bastantes sillones, baños, música bastante agradable, aire acondicionado y área de niños. Muy recomendado!

Cuando tenía 10 años me di cuenta de que tenía que sentarme hasta adelante en las clases aunque yo no quisiera, ya que de otra forma no veía nada de lo que la maestra escribía. Me diagnosticaron miopía severa y me pusieron unos horribles lentes (de verdad estaban feos). Con el tiempo el grosor de las micas fue aumentando vertiginosamente, hasta que un día ya no se veían mis ojos a través de ellas. Las micas eran del grosor del fondo de un vaso de cristal.
Cuando llegué a IECOS, me atendió un doctor venezolano que me revisó y me dijo que no era candidata a cirugía laser, pero que por mi grado tan avanzado de dioptrías, mejor, por que si me operaban iba a poder ver la mitad, osea que de todos modos seguiría usando lentes y todavía bastante gruesos, solo que ya no dependería tanto de ellos.
Pasaron los años, ya cuando tenía 22 años regresé, ya para entonces tenía varios años usando lentes de contacto. El mismo médico, me dijo, te vamos a operar, pero vamos a ponerte lentes intraoculares.
Y eso hicieron, me levantaron la córnea para introducir pequeños lentecitos en una operación dolorosa y muy cara (afortundamente no me costó un ojo de la cara, jejeje) Pero si tuve que ahorrar bastante. Conclusión, ya no uso lentes, veo perfectamente bien y les recomiendo visitar la clínica. Satisfacción garantizada.

Este centro de especialidades médicas es únicamente para enfermedades de la vista, es decir para todos aquellos que tenemos la suerte de usar lentes, por alguna enfermedad ya sea astigmatismo, miopía, ambas o tener presión alta en el ojo, este es el centro de mayor especialización en el sureste, al menos para mí, ya que he visto mucha gente que viene de Quintana Roo y Campeche solo a consultar.
Los más famosos doctores ahí son los Argimiro, que eran los que me atendían a mí y a mí familia, primero el papá y luego el hijo, aunque aquí entre nos, poco a poco cuando iba su papá fue pasando sus pacientes a su hijo, o yo así lo sentía porque no me querían atender por el papá y me pasaban con el hijo, hasta que una vez el hijo haciéndome un chequeo de glaucoma me lastimo el ojo, por lo que me dio miedo y decidí cambiar de optometrista. Sin embargo mi papá sigue consultando ahí, así que les recomiendo que pidan referencias de su doctor y vayan a consultar, eso sí tienen el equipo de cirugía más avanzado que he visto.

Conocimos IECOS porque organizaron una charla sobre las complicaciones en la vista de los pacientes con diabetes, y como el tema ha estado muy sensiblemente metido en medio de mi familia, mi madre siempre está preocupada por informarse sobre todo lo que hay que saber para prevenir la diabetes o para vivir con ella. Y así, en su radar materno de eventos sobre diabetes, llegó a IECOS. Aquí nos enseñaron todo lo que hay que saber sobre la retinoplastía diabética, y sobre cómo cuidar la visión del paciente de diabetes.
Todo bien con IECOS, desde ese día. Me sorprendió que ofrecieran este tipo de pláticas, me sorprendieron sus instalaciones, super equipadas y muy amplias (el salón donde dieron la charla tenía butacas y una pantalla para proyectar), me sorprendió la calidad humana de su personal, que siempre contestaron nuestras dudas y nos lo explicaban todo con peras y manzanas.
Al final, nos informaron sobre los servicios especializados que ofrecen en la clínica. Claro, la charla también era, tarde o temprano, una forma de promover el centro, pero me parece que este tipo de eventos son la mejor publicidad para una clínica así, porque demuestras tu preocupación en la salud visual de la gente, y ayudas un poco a la prevención de este tipo de enfermedades, así que cinco estrellitas para IECOS.

El Instituto de Enfermedades y Cirugías Oculares, mejor conocido como IECO, cuenta con un amplio prestigio en Mérida en cuestiones oculares, debido a su amable atención y su equipo de alta tecnología; lo cual va en sintonía con sus precios, ya te imaginaras.
Esa es la fama que tiene, en mi experiencia no es la gran cosa en cuestiones menores y si es bastante costoso. Me ha tocado ir dos veces, en la que una de ellas no supieron decirme que era lo que tenía y en un lugar menos rimbombante pudieron diagnosticarme y ayudarme con mi problema.
Eso sí, la atención es muy buena, todos son muy amables y no te hacen esperar. Te recomiendo investigar que medico quieres que te atienda.

Bueno pues yo utilizo lentes desde la adolescencia y aún así como que no le pongo mucha atención a mi salud visual. Fue hace poco que ya me di cuenta que debí cambiar mis lentes hace aproximadamente 3 meses. Acudí a IECO porque me lo habían recomendado mucho.
Y aunque fui exclusivamente a la óptica a comprar mis nuevos anteojos, la chica que ahí atiende me examinó y me hizo pasar con un médico para una revisión de rutina. Cosa que aunque no quería agradezco porque el médico me dijo que en estos momentos requiero usar lentes polarizados por la sensibilidad a la luz que ahora tengo un poco más acentuada que antes.
Confío plenamente que así es, pues a este lugar lo respaldan años de experiencia y testimonios de personas muy cercanas así que prometo poner mayor atención a mi salud visual sino, los dolores de cabeza se hacen presentes cada día.

Mi abuela materna, desde hace algunos años empezó a tener problemas de visión, claro que por muchos años no dijo nada «para no molestar», pero cuando se hizo obvio, la llevaron a IECO para dar tratamiento.
No es un lugar económico, pero tiene muy buena fama para tratar todo tipo enfermedades de la vista. A mi abuela la operaron de ambos ojos. Primero operaron un ojo y esperaron a que se recuperara y después operaron el otro.
Mi abuela es maya hablante, y los médicos se lucieron con el buen trato, ocupándose de que ella comprendiera bien cuál era el procedimiento a seguir.
Muy profesionales y muy humanos los médicos, un trato cálido y con todas las recomendaciones necesarias para que la recuperación fuera efectiva.
Para cualquier cosa que inquietara a mi abuela o a mis tíos que la cuidaban, podían llamar «a cualquier hora» fueron las palabras del médico.
Tiene también una óptica, dónde los encargados se esmeran en que tengas el producto que necesitas y que te guste, así sea que tengas que probarte todos los armazones.