Monumento Miguel Hidalgo

Mejor conocida como la Glorieta de la Dondé, este hemiciclo claramente funcionalista hace honor a Miguel Hidalgo, héroe nacional de la independencia.
Es una de las glorietas más conflictivas de la ciudad, ya que está en la cofluencia de avenidas importantes: desde el sur, está la Avenida Itzáes, que es la que te trae desde el aeropuerto hacia la ciudad; por la lado este, se encuentra la Avenida Colón, una de las más bellas debido a la calidad que todavía se conserva en su arquitectura, y que te comunica hacia el Paseo de Montejo; por el lado norte, la Itzáes deja de ser tal para convertirse en Circuito Colonias, que es básicamente el circuito interior de la ciudad, la rodea por completo; y por el lado oeste tenemos el mayor conflicto, pues al final de la Avenida Miguel Hidalgo se encuentra la sala de urgencias del hospital regional del IMSS, por lo que siempre se encuentra lleno de gente, taxis, motos, ambulancias, etcétera.
Aún cuando es de las glorieta más complicadas de Mérida, no te toma más de 5 minutos pasar hacia el otro lado, así que tampoco es big deal. Puedes relajarte un poco mirando cómo brotan los chorros de agua de la fuente, si es que en ese momento te tocó verla prendida. :P

Ubicada en un punto estratégico de la ciudad de Mérida, a glorieta de la Dondé descarga la circulación hacia los cuatro puntos cardinales, siendo cruce de arterias fundamentales para la capital yucateca, ahí se encuentran la avenida de los Itzaes, Circuito Colonias, Colón y la Miguel Hidalgo, es un monumento que ha sido testigo interactivo del tiempo y la historia de esta tierra.
Desde que fue planeada en los tiempos del señor Felipe Carrillo Puerto, quien junto con el licenciado Manuel Berzunza, presidente municipal de ese entonces, proyectaron la avenida de los Itzaes y la glorieta, pero los sucesos conocidos de la historia, el fusilamiento del gobernador y sus seguidores dejó pendiente el final de la obra que era precisamente la glorieta.
En los años 40 si no me equivoco, la obra se termina y el escultor Manuel Chacón de Yucatán a mucha honra, es el encargado de moldear el primer habitante de esta glorieta, aquel viejo monumento a los trabajadores del henequén, así duró y pudimos ver durante dos décadas la obra de Manuel luciendo la glorieta, pero como todo es efímero, llegó el día que por asuntos mas políticos que estéticos, los compañeros trabajadores de la industria henequenera fueron desalojados y reemplazados por el «Monumento a la Reforma Agraria» que a su vez le llegó el agua y fue sustituido por una hermosa fuente con su chorrito que se hacia grandote y se hacia chiquito, después la fuente fue desmantelada y llegó ahí el que hasta ahora custodia la glorieta, el padre de la patria don Miguel Hidalgo.
Dos sucesos que recuerdo en la década de los 90, uno que el papa nos visitó y el otro que en una tormenta de esas de por acá, un rayo furtivo y burlón, cayó justo en la tezta del padre de la patria y se la partió, con toda la ironía del mundo.

Conocida por locales y extranjeros como la glorieta «de la Dondé», al igual que la galletera de donde adopta su apodo, tiene una larga historia que remonta desde cuando era gobernador el señor Felipe Carrillo Puerto y era presidente municipal Manuel Berzuna. En este entonces se empieza a construir también la avenida donde se encuentra el monumento, la Avenida Itzáes.
El primer monumento que ahí pusieron fue realizado por Manuel Cachón y al parecer estaba dedicado a los iniciadores de la Industria Henequenera que tanto favoreció a la economía yucateca en los tiempos de la segunda guerra mundial. Este monumento fue demolido y construida la Glorieta de la Reforma Agraria y es hasta los setenta que se coloca la estatua de Don Miguel Hidalgo y Costilla. Ahora en la base del monumento se puede leer «Hidalgo: padre de una patria libre de hombres libres».

En la famosa «Glorieta de la Dondé» como la conocemos todos los meridanos, se alza el monumento a Miguel Hidalgo de la ciudad de Mérida, con una larga historia ya que data desde 1922.
Este monumento, que fue realizado por el artista yucateco, don Manuel Cachón, el cual está conformado por dos enormes cuadrilongos de concreto piedrín, con tres personajes mayas, uno con una volanta moderna, otro raspando henequén con un «pac-​ché» y el tercero torciendo el hilo para hacer sogas, y en la base grabada en la piedra la leyenda: A los iniciadoras de la Industria Henequenera, a los impulsores vivos y muertos, manifiestos o anónimos, está consagrado este monumento que proclamará a la posteridad el mérito de un esfuerzo andable, gigantesco y definitivo que dio vida económica y categórica cívica al pueblo de Yucatán.
Este monumento nos sirve a muchísimos de referencia para dar ubicaciones de lugares, así como es una zona muy concurrida, sobre todo en horas de tráfico.