Como mujer, no soy fan del maquillaje ni pestañas postizas ni extensiones de pelo, sólo me gusta algo que me tape mis ojeras y con eso soy feliz. De hecho, cuando entré a la tienda Probell, no reconocí ni la mitad de los productos que venden(y sigo sin hacerlo). Esta sucursal es nueva y su ubicación en Francisco de Montejo, hace que sea accesible para muchas personas. Yo he comprado ahí cosas básicas como esmalte de uñas, ligas y un cepillo. Los precios de estos artículos son muy baratos así que cuando necesito algo como eso, me gusta ir a Probell. Aquí puedes encontrar otras chucherías como shampoos muy especializados como los que venden en el salón de belleza. También hay tintes para cabello, todos los productos para hacer aplicación de uñas y otros instrumentos de forma y función extraña para mí. La atención de las chavas es un poco desinteresada. Casi ni te hacen caso cuando entras, sólo te ayudan si les preguntas algo pero bueno, a mi me han resuelto mis dudas sobre los productos que venden ahí y con eso es suficiente.