Conocí este lugar gracias a mi mamá, para variar, ella hace entre muchas otras cosas macramé y estaba en proceso de hacer una bolsa de hilo de henequén, entonces salimos de compras, y me llevó directamente a una jarcería en el centro de nombre Rosa Ma. Pacheco, la sorpresa no fue que encontráramos el hilo, sino que la persona que atendía había sido mi maestra de catecismo, fue un encuentro muy chistoso, la maestra Rosita caminando entre huacales y rollos gigantes de hilos de sogas, hilos de henequén y plástico, y mil y un cosas más. Mi madre obtuvo el hilo, y aprovechamos para comprar fibras para lavar los trastes, un sabucán, y sogas de naylon para tender la ropa, mientras eso pasaba yo observaba todo lo que hay en ese lugar y no dejaba de asombrarme cada vez más, es un lugar súper surtido en cuanto a productos de plástico y de henequenes para el hogar, y donde además de vender a personas como yo y mi mamá también manejan precios de distribuidor, o sea que si tienes tu tiendita y vienes aquí y te surtes, el precio que pagarás será menor y tendrás una buena ganancia. La maestra Rosita ha muerto, pero el lugar sigue, y sigue ofreciendo la misma calidad, ya que es un negocio de familia que se ha continuado. Nota: Debes visitar este lugar, y aprovechar que está de moda todo lo natural, y lo orgánico, y comprarte un hermoso sabucán o hilo de henequén para tejer algo, como por ejemplo una bolsa de macramé.