Blossom

Excelente lugar. Soy cliente frecuente. Siempre ordeno el Pato Laqueado.
Sin embargo el día de hoy me percate que aunque el sabor sigue siendo el mismo de siempre, las porciones fueron reducidas. Grave error.
El precio no importa cuando se mantienen los estándares de calidad.

Sin duda, mi lugar favorito para comer buena comida china. No soy muy fan, pero sin duda Blossom logra tener éxito. Si van en grupo pidan el Pato Pekín, llevan y cortan el pato directo en su mesa, servido con crepitas de harina, salsa agridulce y cebollin. El arroz también frito es buenísimo.

por que??? Por que??? este lugar tiene reseñas como si fuera el mejor chino del DF??? es en serio?
Realmente vine al blossom esperando todo lo que leí y mi sorpresa fué que pague una cuenta de $ 700 (o mas) para comer en un chino promedio, basico, normal que OJO: no es malo, pero como lo mismo por menos de la mitad de ese precio en China Town :(o mejor aún, me voy al Suntory que por lo menos esta hermoso y delicioso.
Nos pedimos las delicias de Buddha un platillo que se encuentra en la seccion de ensaladas… perdonen mi ignorancia, quizas en china las ensaladas son guisados calientes con verduras al vapor. Ok quizas eso sea normal, no fué eso lo que me enfado (aunque quizas quieran aclarar que es un guisado vegetariano en lugar de una ensalada), Lo que no me gusto es que era mas soso que un arroz blanco hervido. La salsa que según esto es especial del cheff no sabia a nada, lo juro, vinagre con sal, cuanta decepcion…
Seguimos con un Pollo singapoor el cual no era tan soso como la ensalada, nada mal pero tampoco nada del otro mundo, regular.
AHORA: Lo que realmente se lleva el premio de la noche, y no se, tal vez este lugar tiene pocos platillos que realmente son buenos, muuy buenos y que son un secreto entre lenguas, tal vez debí pedir el pato del que todos hablan en sus reseñas pero en lugar de eso pedi lo que ya describí arriba pensando que sería bueno sin lugar a dudas, pero bueno… lo que quiero decir es:
CAZUELA MANDARIN
PIDANLO, sin lugar a dudas, si ya terminaron metidos en este lugar, pidanse la Cazuela Mandarin, y como dicen todos quizás se quieran pedir el pato? no se, no lo probé, pero las tiras de carne de esta cazuela se derriten en tu boca y la textura es magnifica y el sabor es unico, y si algun dia alguien me quisiera llevar de regreso a este lugar pediria eso, y quien sabe, igual y el pato también
Ah, lo que si tengo que decir es que su Té de manzanilla me quito el dolor de cabeza, por 80 pesoss… despues ví la cuenta y regresó. Baaah!

El lugar siempre tiene gente y clientela fiel que es bastante asidua. Es aburrido hasta decir basta, pero yo creo que es a propósito. Sin música y con una decoración que es el resumen visual de la palabra ‘sobriedad’, que es una decepción tras la más o menos trabajada fachada con lámparas chinas colgando en arco desde el árbol de la esquina, no tienes distractores para concentrarte en poner atención a cada nota de sabor que entra a tu boca.
El taco de lechuga de camarón soong es exquisito, ligero y fresco. Los calamares picantes sí pican y no saben ni remotamente a los calamares de los buffets grasosos del centro.
Les encanta echarle cebollín a varios de sus platillos y lo más seguro es que estén en lo correcto. El cerdo sweet and sour te hará despreciar las carnitas de por vida.
La sopa hot and sour del mar es una explosión de lo mejor de los mariscos. El pato beijing es bueno, a lo mejor otros sitios los rebasan, pero en el resto de la carta se la discute muy bien con su competencia. Lo que les sale mejor son los mariscos y el pollo, el szechuan es lo mejor de la carta.
Si eres experto en vino, no te defraudarán porque de verdad tienen de los mejores, el de la casa es el mejor vino chileno que encuentras en los super caros, y si ese es para ellos el de menos calidad, es porque los otros están de veras buenos.
Tip: No seas de los que caen en el error garrafal de pedir tortillas o pan para acompañar, de plano te vas a ver mal. Como si en China existieran, por favor.

Hace algunos años cuando me recomendaron Blossom su nombre me inspiró desconfianza. Me resistí a visitarlo por varios meses, hasta que alguien que vivía cerca me citó ahí. Comprobé que mi juicio sin fundamentos había sido un error.
Blossom es uno de los mejores restaurantes de comida china que conozco en la ciudad. Su pato es delicioso y difícilmente me inclinaría por otra opción. Es caro, aunque no llega al extremo de otros restaurantes con el mismo tipo y calidad de comida.

Este restaurante es una joya de la colonia del Valle, ahora también hay uno sobre Palmas pero nada como el original. Cuando era chiquita iba a comer aquí con mi papá y mi abuela, hace poco volví y me alegró enormemente saber que nada ha cambiado. El lugar sigue siendo esa casa vieja que parece casa de abuelos; toda cursi con decorados chinos. Es un lugar muy familiar y que suele llenarse bastante por lo que recomiendo hacer una reservación.
La comida es maravillosa, el pato Pekin es de los mejores que jamás he probado. Pero todo en general, desde los dumplings al mushu pork y el chop suey es de una calidad estupenda. Sobre todo, es muy padre que se conserve tanta tradición en el restaurante, te da el sentimiento de que así se quedará durante todos los años que le queden.

De las delicias de la del Valle.
Tiene platillos muy exóticos con sabores muy particulares. A mí también me encanta el pato, pero siempre que voy intento pedir algo diferente. Tienen alta cocina, así que no es el típico restaurante chino donde te sirven rápido la comida y hay una decoración sencilla.
Aquí le ponen dedicación a la preparación de los platillos, el ambiente es mas bien elegantioso y la verdad no es tan barato, pero cuando acabas de comer, quedas bastante satisfecho en todos los aspectos.
Me parece un lugar bastante kisch por que está decorado de una forma bastante rara, aunque mantiene los estándares de un restaurante chino.

Casi siempre me gusta darle a mi paladar nuevas experiencias, y este restaurante sin duda lo es, pues tiene muy buena comida china.
El Pato Beijing (pato laqueado) es tan rico que, después de comerlo, no quiero probar nada más, para que se quede el saborcito en mi boca, sobre todo de la salsa de ciruela, jaja.
El servicio es de primera y la decoración, aunque minimalista, tiene colores muy padres. Aunque es un poco caro, todo vale la pena.