Casa del Poeta Ramón López Velarde

Conocí a Hernán Bravo Varela por sus textos en la revista Letras Libres, primero; y luego en persona en Jalapa. Había escuchado una lectura suya en el Hay Festival y, por la tarde, estaba él fumando un cigarro justo frente adonde yo cenaba. Platicamos un rato e intercambiamos facebook. Es un tipazo, estaba convencido. Pero cuando me enteré de que rechazó un cargo consular en Washington para regresar al DF a dirigir la casa del poeta, me convencí doblemente.
Al frente de este recinto cultural, el poeta Hernán ha hecho cosas maravillosas: organiza cada jueves lecturas de poetas jóvenes, ha invitado a poetas de talla internacional, organizado presentaciones de libros, así como talleres de poesía con grandes poetas mexicanos en la unidad de seminarios a precios muy accesibles.
La casa del poeta, además, es un museo de la casa donde vivió López Velarde, tiene un bar y una biblioteca abierta al público.

Conocí este museo mientras hacía tiempo para recoger un documento en esa zona. No era mucho lo que tenía que esperar, pero como dicen, el que espera desespera y preferí andar por ahí en vez de sentarme a mirar a los que pasaban.
Siempre me han atraído los lugares que conservan artículos personales de grandes personajes, de tal manera que puedo imaginar la atmósfera real, o lo más cercano a la realidad, que se vivía en esa época.
Esta es una pequeña muestra porfiriana de cómo vivió el poeta mexicano Ramón López Velarde durante tres años que falleció. La vivienda es sólo parte del edificio que además alberga bibliografía de otros escritores y da espacio a diferentes encuentros literarios.
Pero volviendo al pequeño museo, es un recorrido entre recovecos que hacen alusión a la poesía de López Velarde, en una especie de metáforas visuales y llenas de color hasta en las paredes. Vamos, si viste la película de Narnia te sentirás como sus protagonistas
El recorrido me permitió disfrutar de este museo y llegar a tiempo por mi pendiente, así que si andas por la zona date una vuelta, pues no te llevará mucho y sí te llevarás muchos recuerdos de este pequeño y colorido lugar.

Cuando vayas por la Álvaro Obregón en la Roma, détente en el número 73, en una rejita que conduce a un pasillo, ingresa por la primera puerta y sube unas escaleras, entrarás a la que fuera casa del poeta Ramón López Velarde que, como diría un personaje de serie animada, tal vez lo conozcas por el poema «Suave patria» con su proemio, el primer acto, un intermedio y el segundo acto.
Los músicos, poetas y locos van a amar este hogar convertido en museo, lo digo porque yo lo hice y no lo soy. 2 habitaciones protagonizan este lugar, la primera una especie de estudio y la segunda una recámara, donde hasta unos zapatos listos para el día se asoman en uno de los lados de la cama. Cuando piensas que esto es todo, la guía del museo abre un ropero y te invita a pasar a un tipo laberinto que profundiza más en la vida de López Velarde, un pequeño paseo a través de su infancia, sus sueños, vivencias y trabajo.
Atención con los precios: si eres de escuela pública pagas $ 2.00, derechohabientes del IMSS, ISSSTE e INAPAM pagan $ 3.00, estudiantes de escuelas privadas entran con $ 4.00, y $ 5.00 el público en general.

La casa del poeta Ramón López Velarde, ubicada en Avenida Álvaro Obregón #71 de la Colonia Roma, es una sede emblemática, no sólo porque fue vivienda del poeta zacatecano en los últimos años de su vida, sino por la importancia que tiene para la difusión de la cultura nacional e internacional en México. Este lugar sirve para conocer las letras que se escriben actualmente, tanto de autores jóvenes como de escritores consagrados.
«Café Bar las Hormigas» es el restaurante que alberga presentaciones de libros, música, conferencias y debates, las cuales siempre se pueden acompañar con algún aperitivo y gran variedad de bebidas refrescantes y/​o alcohólicas a precios accesibles.
Este año 2013 tuvo lugar una enorme variedad de eventos, entre los cuales cabe destacar la conjugación de la obra literaria de Enrique Verástegui con el título de «Splendor»; el facsímil de la revista de los poetas estridentistas, «Irradiador»; los poemarios de dos poetas koreanos contemporáneos; la traducción del poemario «Tabaquería» de Álvaro de Campos; así como el ciclo de lecturas «La Hora Actual», que se realizó cada jueves a lo largo de todo el año, donde tuvieron presencia poetas mexicanos de distintas generaciones.
Este recinto cultural sirve perfectamente para estar al tanto de los acontecimientos literarios del país, y funciona como sede para que los jóvenes escritores accedan a los espacios.

Muchos han sido los personajes ilustres que la Roma ha tenido como habitantes, entre ellos el poeta Ramón López Velarde. Ubicado en la avenida Álvaro Obregón, la casa marcada con el número 73 fue morada para el poeta durante sus últimos años.
Hoy día convertida en museo, este recinto busca la difusión literaria, artes plásticas y escénicas. En un espacio confortable, desde su ingreso al recinto se puede observar el estilo predominante de la cultura en él instalado, es decir, te envuelve un ambiente cultural que te saca la sonrisa y hace que te involucres a fondo en tu visita.
Esta casa no sólo es sede del museo del poeta zacatecano sino que, además, alberga un par de bibliotecas: Salvador Novo –con más de 6 mil volúmenes– y la Efraín Huerta –con poco más de 5 mil volúmenes-​.
Este lugar, como reza su filosofía, es un centro de encuentro para poetas y escritores, aunque no se limitan a ello. Tienen varias actividades, presentaciones de libros y círculos literarios.